Las Tarpeyas

“La última guerra surgió del lado sabino y fue, con mucho, la de mayor envergadura, pues en nada se dejaron arrastrar por la ira o el apasionamiento ni dejaron traslucir las hostilidades antes de romperlas. Al frío cálculo unieron, además, la astucia. Espurio Tarpeyo estaba al frente de la ciudadela de Roma. Su hija, una vestal, es sobornada por el oro de Tacio para que deje entrar en la ciudadela a unos hombres armados -ella había salido casualmente fuera de las murallas a buscar agua para las ceremonias del culto-. Cuando entraron, la hicieron morir aplastándola con sus armas, bien para dar la impresión de que la ciudadela había sido tomada por la fuerza, o bien para dejar sentado el precedente de que los traidores en ningún caso podrían confiar en los compromisos. La leyenda añade que los sabinos llevaban, ordinariamente, brazaletes de oro de gran peso en el brazo izquierdo y anillos de gran belleza con joyas engastadas, y que habían apalabrado con ella “lo que llevaban en la mano izquierda”: por eso echaron sobre ella los escudos, en vez de darle alhajas de oro.” Tito Livio; Historia de Roma desde su Fundación; Tomos I y II; Los Clásicos de Grecia y Roma; Planeta De Agostini; Ed. Gredos; 1990; Pag. 34

Desde ese momento, Tarpeya es símbolo de traición, al punto que en la ciudad de Roma a un despeñadero por donde tiraban a los traidores, desde hace tiempo le llaman la Roca Tarpeya. Cuando leí la Historia de los Girondinos de Alfonso de Lamartine, me llamaba mucho la atención la invocación a la Roca Tarpeya para advertir a los traidores a la revolución francesa.

El pasado miércoles 10 de noviembre se dio en el Concejo de Medellín la traición de las nuevas Tarpeyas del partido Centro Democrático en la ciudad de Medellín. Cuando era indispensable tener la Presidencia del Concejo de la ciudad ante la Toma Hostil de Medellín por parte de Daniel Quintero Calle y sus “Alpujarros”, para lo cual se tenía definida la mayoría con otros tres concejales que no eran afines al Partido Centro Democrático, aun más, habían sido acerbos críticos, lo que permitiría al Centro Democrático obtener dicha Presidencia para este año entrante 2022, aparecieron las nuevas Tarpeyas.

El coordinador municipal del Partido Centro Democrático, Dr. Gabriel Dib Diaz-Granados, que estuvo presente; la dirección departamental del Partido Centro Democrático representada por María Elena Vélez, Horacio Arroyave y Rafael Ignacio Molina, sabían y apoyaban el acuerdo; el fundador del Partido, el Presidente Alvaro Uribe Vélez, sabía del acuerdo y lo avaló. Se puso en consideración de la coalición quién debía ser postulado para Presidente y la decisión mayoritaria recayó en el Concejal Simón Molina, quien expresamente casi les rogó a las Tarpeyas su respaldo. Todo esto es lo que se ha llamado en medios: El Acuerdo de Chuscalito.

El día de la votación, miércoles 10 de noviembre, el vocero del Partido Centro Democrático, Sebastián López Valencia, postuló para la Presidencia del Concejo de Medellín a Simón Molina. Los leales al Acuerdo de Chuscalito votamos por Simón Molina. Las Tarpeyas postularon el nombre de Paulina Aguinaga y votaron por ella. Ahí fue Troya. Se perdió la oportunidad única que tenía el Centro Democrático de liderar la recuperación de Medellín de la Toma Hostil dirigida por Quintero Calle, y lo que es peor, se minó la credibilidad del Partido Centro Democrático para nuevas alianzas. Quedó evidenciado lo que era un secreto a voces.

Recordemos que los romanos son descendientes de los troyanos que fueron obligados a dejar Troya ante la derrota que les propinaron los Aqueos (Griegos) y que para salvar su pueblo, Eneas, después de su periplo por Cartago, llega al Lazio (hoy Italia). Su descendiente, Rómulo, funda la ciudad de Roma, pero ante la ausencia de mujeres para garantizar el futuro de su sangre, y ante la negativa de sus vecinos, los sabinos, de entregarles mujeres en matrimonio, vino el famoso rapto de las sabinas que fueron aquerenciadas por los romanos y las hicieron sus esposas y con ellas tuvieron hijos. Tito Tacio, rey de los sabinos, volvió con sus soldados y como las murallas de Roma eran invencibles, sobornó a la vestal Tarpeya para que abriera las puertas de Roma a cambio del oro de sus anillos y brazaletes.

Entraron los sabinos, hoy los “Alpujarros”; se introdujeron a Roma, hoy el Concejo de Medellín; las Tarpeyas deberán sufrir el escarnio de los traidores. ¿Denunciar esto es misoginia?

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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