Antiguamente las portadas de los periódicos regionales o de circulación nacional eran los que mandaban la parada y literalmente influenciaban la opinión pública “poniendo” o “quitando” candidatos a la Presidencia. Si bien ahora las redes sociales han desplazado a la prensa de papel y tradicional, no sus métodos, ya que estos se han sofisticado de una manera perversa, contribuyendo a todo lo contrario a la tecnología y la alfabetización digital: la desinformación y el pensamiento selectivo. Las matrices de odio son sin duda el más notorio de este nefasto ejercicio.
“El tonto llama “prejuicios” a las conclusiones que no entiende”
“La cortesía es actitud del que no necesita presumir”
“Las revoluciones solo llegan a la literatura el lamento de sus víctimas y las invectivas de sus enemigos”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano; cofundador de la Universidad de los Andes
(Cajicá, Cundinamarca 1913-Bogotá D.C. 1994)
“RECORDAR ES VIVIR”
Hace muchos años, cuando comencé en la presentación de televisión digital en El Nodo Colombia, por allá por 2017, uno de los primeros temas que me pidieron analizar fueron las matrices de odio, que hacen parte del discurso y los elementos del discurso implícito de los diarios impresos y los medios de comunicación hegemónicos con sus respectivos canales en las plataformas de redes sociales. En esos tiempos analizábamos el servilismo de El Espectador al proyecto político globalista y socialista de élites de Juan Manuel Santos y aliados políticos con secciones como La Pulla y Las Igualadas donde a través de elementos de Programación Neurolingüística-PNL, diseño de ambientes en sus escenografías combinado con edición de video, oratoria e incluso recursos humorísticos propicios al desprestigio de la política ante la opinión pública, eran sin duda efectivos, sin dejar ver su sesgo e intencionalidad -ganando dicho sea de paso un lugar como “íconos de la resistencia” en la cultura popular con su respectivo “diezmo” de likes y reproducciones con réditos económicos para los grupos hegemónicos dueños de estos medios de comunicación-.
Ahora, en este extraño agosto de 2021, donde el clima en Bogotá anormalmente frío dado el fenómeno del Cambio Climático -aunque muchos quieran negarlo-, se ve como un ciclo de eterno retorno de las matrices de odio, como diría el Agente 86 “el viejo truco” para las épocas electorales, aprovechando la época electoral y la particularidad colombiana de creernos expertos por ósmosis de ciencia, política, reinados, deportes -desde fútbol hasta waterpolo-, solamente por “arte de magia” de escuchar los sesgados comentarios de la televisión. En nuestros genes todavía no hemos superado esa etapa histórica de ver la televisión como una fuente casi “divina” y “superior” de búsqueda espiritual y de conocimiento.
¿EN COLOMBIA EXISTE REALMENTE LIBRE EMPRESA?
Dentro de la retórica tradicional judía que provenía del libro sagrado del Talmud, era de sabios contestar una pregunta tendenciosa con otra pregunta más tendenciosa. Eso, supongo que por el antisemitismo natural heredado de la Reconquista de Castilla y León después de ocho siglos de dominación musulmana en España, se interiorizó ese concepto de que solamente los idiotas contestan una pregunta con otra. De ahí nació la reminiscencia feudal del servilismo que nos rige hasta nuestros días, y que convierte cualquier relación humana laboral o de construcción social se convierta en un ejercicio de manipulación y dominación progresivas.
Pero como de lo que se trata es de romper paradigmas, la pregunta que inicia este punto podría contestarse con otra: ¿y qué es la libre empresa? Bueno, esa respuesta tiene dos caras: la teórica y la práctica. Ambas respuestas las da el liberalismo: en la teoría, es donde la ley de la oferta y la demanda que crean las relaciones sociales y dinámicas productivas para que exista algo llamado mercado sin ningún tipo de intervención externa para favorecer los intereses de un actor o grupos de actores de negocio en particular; la práctica es que dentro de una economía liberal de mercado, existen siempre mayores competidores con mayor ventaja que debido a la consciencia humana son más fuertes en influencia psicológica social para transformar o crear instituciones -entendidas como normas o pautas de comportamiento dentro de las entidades sociales- a favor de esos intereses más vigorosos. Todo dentro de un esquema de “libertad” y “aceptación de las mayorías”.
PRESENTACIÓN DEL EX MINISTRO DE HACIENDA OSCAR IVÁN ZULUAGA DURANTE EL 6 CONGRESO DE EMPRESARIOS COLOMBIANOS DE LA ANDI COMO PRECANDIDATO PRESIDENCIAL PARA LAS ELECCIONES DE 2022. CORTESÍA DIARIO PORTAFOLIO
Transformar o crear instituciones -entendidas como normas o pautas de comportamiento dentro de las entidades sociales- a favor de esos intereses más vigorosos. Todo dentro de un esquema de “libertad” y “aceptación de las mayorías”.
Frente a esto, podemos ver como un clarísimo ejemplo de la exclusión del ingeniero, ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández -quien además es empresario de la construcción en Santander y otras regiones- dentro del Foro de Precandidatos Presidenciales en el marco del 6 Congreso de Empresarios Colombianos organizado por la Asociación Nacional de Empresarios-ANDI -el mayor y más importante gremio empresarial e industrial del país- para exponer las propuestas de cada uno de ellos desde sus concepciones ideológicas y conocimiento de las ciencias económicas.
Y continuando con la filosofía talmúdica de las “preguntas idiotas”: ¿Tiene sentido excluir y discriminar al primer precandidato independiente inscrito de manera oficial ante la Registraduría y que además es de los pocos que no son políticos de carrera sino empresarios? Que los lectores saquen sus propias conclusiones…
BANNER OFICIAL EN REDES SOCIALES DEL PANEL DE PRECANDIDATOS PRESIDENCIALES EN EL 6 CONGRESO DE EMPRESARIOS COLOMBIANOS. CORTESÍA ANDI
INGENIERO RODOLFO HERNÁNDEZ PRECANDIDATO PRESIDENCIAL DEL GRUPO SIGNIFICATIVO LIGA DE GOBERNANTES ANTICORRUPCIÓN. EMPRESARIO DE LA CONSTRUCCIÓN EXCLUIDO DEL FORO ORGANIZADO POR EL GREMIO DE EMPRESARIOS.
EPÍLOGO
Seguimos en una crisis ética dentro del ejercicio del periodismo colombiano y también de la consultoría política, como se ha dicho por parte del suscrito en columnas anteriores. El caso del ingeniero Rodolfo Hernández es el más evidente porque, dentro de la apreciación personal de quien escribe, el establecimiento a través de su aparataje gremial e informativo -que viene a ser para el caso la misma cosa- ha generado una estrategia de matriz de odio dual que combina el anonimato en sus grandes escenarios mediáticos y por otro lado, generando contenidos negativos en las redes sociales en su contra sobredimensionando y exagerando los detalles de sus procesos judiciales, además de hacer afirmaciones casi temerarias de conductas socialmente repudiables como, por ejemplo, maltrato a las mujeres entre otras.
Ya se acaba de explicar lo peligroso de la primera condición, ya que en política lo que no se nombra, simplemente no existe. Pero, lo segundo es todavía más grave, porque debido a ese síndrome del temor reverencial a los medios que aún está en la genética del colombiano promedio, es muy fácil que crean cualquier cosa que esté escrita en las redes sociales sea tomada como verdad absoluta. Y esto sucede a incautos que están alfabetizados tecnológicamente, pero no políticamente.
Vuelvo a reiterar como lo hace el periodista y analista político peruano Nicolás Lucar que hoy en día cualquier cosa que se ve en internet y redes sociales es vista como una verdad absoluta. Y a esa debilidad mental colectiva derivada del inmediatismo en las comunicaciones, es a la que apuestan los siempre bien informados agentes de la desinformación al servicio de los intereses descritos. Son muy sutiles, pero a veces pero otras no tanto.
Por último, cabe preguntarnos, ¿los gremios empresariales realmente representan el espíritu emprendedor e innovador del empresario e industrial colombianos? ¿Quién le tiene miedo a un gobierno gerencial y técnico?
Colombia necesita seriedad y un gobierno realmente transparente y gerencial que respete la verdadera economía de mercado.
Comentar