“Desde la aparición de La vorágine en 1924, la ediciones no han parado de aparecer, sin embargo muchas de éstas no respetaron los criterios del propio Rivera, quien constantemente se mantuvo revisando y corrigiendo su importante novela.”
El 25 de noviembre de 1924 el público bogotano recibió la edición príncipe de La vorágine, obra de José Eustasio Rivera que había sido anunciada en “El Espectador” y “El Nuevo Tiempo” en los últimos días de agosto y primero de septiembre; la edición la hizo Editorial de Cromos, de Luis Tamayo & Co, esta casa editorial fue fundada inicialmente en 1910 por Santiago Valencia y Abelardo Arboleda y vendida en 1918 a los hermanos Tamayo Álvarez, los dueños iniciales habían fundado el 15 de enero de 1916 la revista “Cromos”, imitando a los magazines europeos, en donde aparecían notas sociales, económicas, culturales, políticas, acompañadas de hermosas ilustraciones y fotografías, el propio Rivera no era desconocido para la casa editorial, ya que ahí ilustraron varios de los poemas aparecidos en “Tierra de promisión”, publicado en 1921 por la casa editorial Arboleda y Valencia, nombre que tendría hasta ese año precisamente. Editorial Cromos publicó varios libros de autores que hoy forman parte del acervo nacional, “La selva oscura” (1924) de Emilio Cuervo Márquez, “De sobremesa” (1925) de José A. Silva, “Poesías” (1926) de Gregorio Gutiérrez González, un total de 13 novelas entre 1923 y 1941 y 4 libros de cuentos, tal y como anota la investigadora Diana María Barrios.
Primera edición, 1924
La obra está dedicada “Al eximio literato y poeta doctor don Antonio Gómez Restrepo”, a quien conoció en 1907 a instancias de su maestro, el ipialeño Julio Vela Coral, hermano lasallista con nombre Luis Gonzaga y quien firmaba sus escritos con el seudónimo de Pacífico Coral. Gómez Restrepo se convirtió en una especie de mecenas para Rivera, hasta el punto de que junto a Miguel Antonio Caro le ayudaron a publicar los primeros poemas en la prensa capitalina. Gómez Restrepo fue poeta y un importante crítico de la literatura nacional, autor de cuatro tomos de “Historia de la Literatura Colombiana”, fue académico y diplomático, en 1922 invitó a Rivera a formar parte de la Comisión Demarcadora de Límites con Venezuela como secretario jurídico, cargo que le permitiría conocer realmente la problemática cauchera del oriente colombiano.
La novela recibió elogios, pero también críticas por el cargado lirismo, en 1926 aparece “La vorágine” segunda edición “Corregida”, publicada en Bogotá por Editorial Minerva. El poeta Rafael Maya le ayudaría a eliminar alejandrinos, según sus propias palabras, corrigiendo así similicadencias y metrismos que aparecían en la prosa. Incluye esta edición trece comentarios receptivos, entre otros de los escritores Alfonso Reyes y Vicente Blasco Ibáñez.
El mismo año aparece la tercera edición, publicada también por Editorial Minerva, la diferencia con la anterior es que incluye al final un vocabulario con los términos coloquiales empleados en la novela. Las cuatro primeras ediciones están acompañadas de fotografías, buscando con ello darle visos de autenticidad a la novela, aparece después del prólogo y antes del “Fragmento de la carta de Arturo Cova”: “Arturo Cova en las barracas del Guaracú. Fotografía tomada por la madona Zoraida Ayram”, después de dicho fragmento: “Un Cauchero”; y después del título de la novela: “El cauchero Clemente Silva”, tres fotografías de las cuales no se sabe su origen y sobre las cuales se ha especulado lo suficiente.
La editorial Minerva de Bogotá fue fundada por Juan Antonio Rodríguez y aparecen publicaciones desde 1912 hasta 1975, editando obras de Germán Arciniegas, José Antonio Lizarazo, Porfirio Barba Jacob y Luis López de Mesa, ahí se publicó la célebre Selección Samper Ortega de Literatura Colombiana, siendo considerada una de las mejores editoriales de la capital. Rivera publicó ahí, en 1926, la cuarta edición de “Tierra de promisión”, considerada la definitiva, ya que al igual que su novela, fue sometida a revisiones constantes por parte de su autor. La cuarta edición de “La vorágine” aparece en 1927, realmente una reimpresión de la tercera, de tal forma que no hay cambios sustanciales.
Segunda edición “Corregida”, 1926
La última semana de abril de 1928 llega Rivera a Nueva York procedente de La Habana, su intención era traducir “La vorágine” al inglés, gestionar para que sea llevada al cine, escribir la novela “La mancha negra” y fundar su propia editorial para publicar libros de autores latinoamericanos. En “Editorial Andes”, con ayuda del editor Frank Mayans, publicó la quinta edición, la cual se considera la definitiva. En esta se eliminan las fotografías y se incluyen cuatro mapas, se ignora si fueron elaborados por el propio Rivera, al inicio aparecen: “Croquis de Colombia” y “Ruta de Arturo Cova y sus compañeros”, y al final del libro: “Ruta de Barrera y los enganchados” y “Odisea de Dn. Clemente Silva”, conserva además el vocabulario incluido en la tercera edición, así como “Algunos conceptos sobre La vorágine”, en total 20, tanto de colombianos como de extranjeros, la edición fue impresa por F. Mayans, 140 West 23rd Street, New York City, U.S.A.
El 24 de noviembre despachó dos ejemplares en la ruta aérea inaugural entre Nueva York y Bogotá, uno para el presidente Abadía Méndez y otro para la Biblioteca Nacional. El 26 de noviembre llamó a su editor para informarle de una errata encontrada en la quinta edición. El 27 de noviembre su salud empeoró y fue internado en la clínica, para finalmente fallecer el 1 de diciembre de 1928.
Editorial Andes publicó la sexta edición en diciembre de 1928, la que realmente puede considerarse la definitiva si el editor hizo caso de la llamada recibida por Rivera; y en 1929 se reimprimieron tres ediciones más. Es decir que Editorial Andes publicó en total cinco ediciones, de la quinta a la novena. Los estudiosos de la novela anotan que entre la primera y la quinta edición hay más de tres mil correcciones, esto debido quizá al debate que tuvo con los escritores de la prensa bogotana, Luis Trigueros, seudónimo de Ricardo Sánchez Ramírez, Eduardo Castillo, Manuel Antonio Bonilla éste bajo los seudónimos de Américo Mármol y Atahualpa Pizarro, polémicas recogidas por Vicente Pérez Silva en el libro “José Eustasio Rivera, polemista”, publicado por el Instituto Caro y Cuervo en 1989.
Aparece en Bogotá una “séptima edición” en 1931, publicada por Librería Voluntad, la cual incluye el vocabulario realizado por Rivera y algunos conceptos sobre la obra, llama la atención ya que quizá los editores desconocían las ediciones realizadas por Editorial Andes de Nueva York en 1929.
Como lo anotan Margarita Serje y Erna Von Der Walde en “La vorágine. Una edición cosmográfica”, publicada por la Universidad de Los Andes en 2023, la novela ha sido publicada un sinnúmero de veces “con numerosas alteraciones, a pesar del enorme cuidado que puso Rivera en revisar y pulir el texto”, muchas de ellas suprimieron los mapas que aparecen en las ediciones de Editorial Andes, inclusive textos tan cuidados como los de Editorial Ayacucho (1976), no los incluyen, aunque se incluye un completo prólogo y la cronología elaborados por el profesor de la Universidad de Carolina del Sur Juan Loveluck, e incluye las “Variantes”, más de tres mil como se ha dicho, siguiendo para ello la edición crítica publicada en 1974 por la Caja de Crédito Agrario, bajo el cuidado de Luis Carlos Herrera Molina. La edición de Ayacucho ha servido de base para posteriores ediciones.
Es también muy conocida la edición crítica realizada en 1990 por editorial Cátedra de Madrid, bajo la dirección de Montserrat Ordóñez, aunque tampoco incluye los mapas, Yolanda Forero, de la Universidad de Colorado anota que es una edición muy bien lograda, especialmente para el público no colombiano, “la introducción crítica es el resultado de un trabajo riguroso y pensado durante largo tiempo”. La edición realizada bajo el cuidado del profesor Hernán Lozano, publicada en 2018 por Editorial California edit Contenidos Digitales, se considera una de las más depuradas, además de incluir las fotografías de las primeras ediciones y los mapas de la quinta a la novena.
Sexta edición, 1928
La edición de Seje y Von Der Walde (2023), se convierte en una de las más completas, incluyendo los mapas, así como dos secciones: “El cosmos de La vorágine. La región Orinoco-amazónica en la imaginación republicana”, incluyendo textos de Humboldt, Codazzi, Rafael Reyes, entre otros; y “La formación de la región Orinoco-amazónica como frontera extractiva”, que incluye artículos contemporáneos sobre el territorio señalado así como documentos importantes sobre la situación en las caucherias, como la carta que Rivera le dirigió a Henry Ford.
Una novela como “La vorágine” seguirá despertando el interés de neófitos y expertos, ya que sigue retratando de manera cruda una realidad que no ha variado mucho desde entonces: la explotación del hombre por el hombre y la destrucción de ese verdor que aparece cada vez más difuminado en este mundo de capitales extractivistas.
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