El pasado 10 y 11 de abril se llevó a cabo la séptima versión de la cumbre de las américas celebrada en Ciudad de panamá, aclarando que este evento es muy importante para el hemisferio dado que lleva a un conglomerado de jefes de Estados y jefes de gobierno de todo el continente donde se discuten temas de carácter político en que los países tienen relación alguna, con el fin de mejorar los vínculos de las naciones y comprometerse para el desarrollo del hemisferio con políticas internacionales, nacionales y regionales, también es un espacio para el libre debate donde los mandatarios discuten e informan sobre sus trabajos como líderes de sus países.
Así la VII cumbre de las américas muchos la han catalogado como histórica dado que es la primera vez que Cuba participa de esta, ya que, ante el levantamiento del bloqueo económico y el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos se pudo invitar a la nación cubana a unos de los eventos más importantes para el continente. Informando que ante la invitación y posterior asistencia de Cuba muchos funcionarios del gobierno norteamericano afirmaron que era una burla para la carta democrática interamericana, pero esto paso inadvertido por el acercamiento de los mandatarios de ambos países.
Durante la cumbre Obama y Castro se les vio en un tono muy carismático, marcado por el saludo donde los medios lo catalogan como el apretón de manos que pone fin a la lucha de carácter político más antigua del hemisferio. En sus diálogos privados se dio cuenta la disposición de Cuba en volver a entrar al mercado capitalista, aceptando la inversión extrajera y más aún la reactivación de las relaciones diplomáticas en la búsqueda de la expulsión del país de la lista de países que apoyan el terrorismo, que al parecer va en buen camino según la prensa internacional.
La cumbre fue un espacio donde hubo fuertes críticas principalmente hacia el gobierno de Venezuela y de Estados Unidos, que en resumen los países de trinidad y Tobago, Bolivia, Venezuela y ecuador despreciaron de manera rotunda la orden ejecutiva emitida por Estados unidos hacia el país venezolano, donde fueron sancionados 7 funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro. En muchas ocasiones en las intervenciones de los presidentes se denominaron que esto eran políticas “imperialistas” y se exigía de manera radical la eliminación de esa orden que fue tomado como una amenaza internacional.
Maduro llega a Panamá en la búsqueda de defender su posición puesta en duda por múltiples naciones, que entre estos se encuentran los países de Brasil, Estados Unidos y Canadá. Pero claramente podemos ver que sus aliados políticos hicieron una defensa contundente, que en pocas palabras no llego a ningún fin, ya que, maduro principalmente buscaba eliminar la orden ejecutiva a través de 13 millones de firmas que en ningún momento fueron reveladas ni mucho menos presentadas; también busco la creación de una declaración final donde explícitamente se afirmara el rechazo de la orden estadounidense, pero esto no se pudo llevar a cabo por la oposición de los países norte americanos de Canadá y usa.
Para la infortuna de Maduro que en su primer día en la cumbre fue recibido por el pueblo panameño y venezolanos residentes en ese país por un “cacerolazo”, donde se levantaban las banderas venezolanas en forma de protesta seguidos de fuertes abucheos al mandatorio. En ese orden maduro no pudo hacer nada de lo pretendido, al contrario puso más en duda su posición con el pueblo venezolano, ya que, fue incapaz de defender su política y aunque la ayuda en el debate por distintos países que fue más una excusa para poner en discusión la posición de Estados unidos en materia internacional, observando que los argumentos desarrollados por los presidentes Rafael Correa y Evo Morales fue más de índole ideológica y haciendo referencia a disputas diplomáticas existentes desde tiempos anteriores.
Así, la posición de Obama se marca más firme en la defensa de la democracia y la libertad y más aún en la defensa de los presos políticos, posición que se muestra en las declaraciones hechas en las reuniones que el mandatorio realizo con la sociedad civil panameña y venezolana residente en este país, aunque cabe resaltar que Obama suavizo su posición cuando afirmo “Venezuela no era una amenaza para Estados Unidos” pero de igual forma esta declaración no llego a ninguna conciliación, ni muchos menos a un cambio de posición del gigante del norte.
Para concluir esta cumbre nos deja a un Maduro destrozado, humillado y francamente lo podemos ver como el gran perdedor dado que sus pretensiones y objetivos no fueron realizados. Así también podemos ver cómo quedan las relaciones entre el país americano y los países suramericanos que se han empeñado a ir en contra del “imperialismo” y de las políticas “yankees” que acechan a su parecer el sur del continente; por último los grandes victoriosos de esta cumbre fueron Castro y Obama que llegaron a conclusiones en pro de la economía Cubana para así mostrar la reactivación de las relaciones diplomáticas seguidas de un trabajo conjunto en pro de mejorar la vida de los cubanos.
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