“Lo único positivo que se puede sacar de la violencia: la capacidad de resiliencia”
Última estación del tranvía y primera en el metrocable. Prohibido tener miedo. La altura es lo de menos. Relájese y disfrute de esa Medellín que tantos paisajes esconde. Si tiene miedo a las alturas, arriésguese, apriétele la mano a su compañero de viaje, pero no se pierda del recorrido.
Si usted es de los que cree que Medellín se reduce únicamente a los lugares que suele concurrir, no se preocupe ni se culpe. Usted hace parte de la mayoría de las personas que desconocemos que está ciudad se teje desde los barrios con aroma a café mañanero, cigarrillo en mano, calles angostas, escaleras interminables, vegetación combinada con murales y gente sencilla, “echada pa´delante”.
En muchos casos, el barrio La Sierra es recordado por el documental del año 2005, que asoció al sector con sangre, muerte, control de territorio, bala y combos. Además, como es tradición, unos pocos hicieron que toda la comunidad quedará señalada por ser uno de los lugares más peligrosos.
Y como si no fuera suficiente, una vez superado el conflicto, el amarillismo que no ve sangre sino dinero, llevó a que en el barrio se realizaran recorridos para señalar los puntos en donde mataban, disparaban o agonizaban personas sumergidas en el conflicto o victimas del mismo.
Con lo anterior y en concordancia con aquella sonada frase de “los jóvenes son el futuro del país” nació el colectivo La Sierra es Otro Cuento, con el propósito de cambiar el estigma que se tiene del barrio. Ellos, jóvenes desde los 15 años, tienen un sentido de pertenencia por sus calles, su lugar de vida, lo que los rodean, que pueden ser, perfectamente, la envidia de quien observa a Medellín desde el piso más alto en la “zona más valorizada” de la ciudad.
“Anteriormente eran 100 personas visitando los lugares que se dieron a conocer en el documental” como lo explica, Yorchi Mesa, uno de los integrantes del proyecto. Ahora, las personas que llegan al barrio hacen los mismos recorridos pero entorno al “mejor café producido en la ciudad” y la historia de crecimiento que representa la comunidad.
Estos jóvenes empezaron desde cero, “preguntándole a las personas si querían que dieran a conocer el sector desde una mirada positiva”. Yilmar Vásquez y Yorchi Mesa, buscan siempre repartir el tiempo que le dedican a sus estudios y al proyecto, para motivar a los otros integrantes y cautivar a quienes los buscan, porque creen en que su futuro no está marcado por su pasado.
Han salido adelante con lo que pocos tienen: el amor por su barrio, y reconocen que la Alcaldía hace presencia pero no permanencia. Sin embargo, junto con Giuseppe Meluso, quien hace parte de la comunidad religiosa y es oriundo de Italia, le son fiel a una historia de paz, y a un llamado que le hacen a los paisas que “prefieren conocer lo de afuera” sin apropiarse de lo que tienen a un metrocable de distancia.
Si bien es cierto que La Sierra hace parte de uno de los barrios en el país que más que han sufrido por el conflicto armado es también uno de los mejores ejemplos de lo único positivo que se puede sacar de la violencia: la capacidad de resiliencia.
Entre los jóvenes de La Sierra es Otro Cuento, el dinero es lo de menos; como prioridad esta caminar las calles de su barrio con personas que saben muy bien, que si a Colombia no la definen las series de narcos, a este sector de la ciudad no lo caracteriza lo sucedido hace más de 10 años. Por lo tanto, ellos siempre tienen tiempo para contar este cuento de una manera diferente.
Entonces si usted es de los que dice “yo ni loco voy por allá”, cúlpese y preocúpese bastante, porque de ser así, usted hace parte del problema, de aquel que marca, juzga y peor aún, no deja ver la calidad humana que tiene la gente que supera el acto más injustificable del ser humano: la guerra.
Twitter: Valentina10205