La premonición de Washington

Washington previó las complicaciones y el peligro que puede representar el confrontamiento partidista en momentos donde las “pasiones políticas” superen las verdaderas intenciones de generar estabilidad social y la promoción de las libertades humanas.


La democracia, durante muchos años, se ha considerado como la herramienta predilecta para la organización y el mantenimiento de los Estados, para la representación del supuesto “interés popular”, para el desarrollo libre de las naciones y para el fomento de ciertas libertades, hoy consideradas fundamentales como la participación política o la libertad de expresión. Sin embargo, el modelo democrático ha sido permanentemente criticado por las diferencias existentes entre sus concepciones en el papel y su aplicación en el mundo real. Es por esto, que en ocasiones es la razón de la paz, la guerra, la libertad y muchos otros fenómenos que acaecen en nuestro mundo social.

Divididos. Este es el adjetivo que, seguramente, ha definido las condiciones actuales del relacionamiento en las comunidades humanas del mundo contemporáneo por diversas razones que se esconden tras lo evidente de lo cotidiano. Esta situación de separación social, política, ideológica y, momentáneamente, física, ha generado discusiones interesantes e incluso aterradoras frente al fenómeno de la sociabilidad entre individuos, y aquí es donde yace el objeto del presente, pues la democracia como mecanismo de organización político, predilecto por el mundo occidental, no logra escapar del funcionamiento real de la sociedad, así pueda llegar a residir, en bastantes ocasiones, sobre el plano de lo ideal.

Esta cuestión por la democracia, la división y las formas de socialización aterrizan juntos en uno de los sucesos que, seguramente, marca el rumbo de la coyuntura actual, esto por el grado de influencia que tiene en las condiciones globales: Las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

La elección entre el presidente Donald Trump y el exvicepresidente Joe Biden, no puede categorizarse como “una elección más”. Este proceso electoral se enmarca en una dinámica social convulsionada por la pandemia del Covid-19, protestas sociales a causa de acciones discriminatorias y brutalidad policial, un momento de profunda polarización política marcada por la influencia de las redes sociales en la información de las personas y la desinformación crónica de la actualidad, entre muchas otras condiciones que juegan un rol fundamental en el entendimiento del tablero político del país norteamericano.

Actualmente los contendientes apuestan, principalmente, por la consecución de un sueño nacional, con visiones evidentemente contrapuestas, y la recuperación sanitaria y económica del país. No obstante, la disputa partidista en los escenarios ciudadanos y que se hace evidente en el comportamiento de los electores resulta preocupante ante las palabras con las que, en 1796, George Washington se dirigió por última vez a sus fellow citizens (conciudadanos).

The alternate domination of one faction over another, sharpened by the spirit of revenge, natural to party dissension, which in different ages and countries has perpetrated the most horrid enormities, is itself a frightful despotism. But this leads at length to a more formal and permanent despotism. The disorders and miseries which result gradually incline the minds of men to seek security and repose in the absolute power of an individual; and sooner or later the chief of some prevailing faction, more able or more fortunate than his competitors, turns this disposition to the purposes of his own elevation, on the ruins of public liberty. (Avalon Project, 2008)

En español.

La dominación alternativa de las pasiones políticas, agitadas entre sí por el espíritu de venganza y las disensiones de partido es causa del espantoso despotismo que ha cometido los más horribles excesos durante muchos siglos en diferentes países. Esa dominación conduce a otro despotismo más visible y permanente, pues los desórdenes y miserias de aquél predisponen el espíritu a buscar seguridad y descanso en el poder absoluto de un individuo; y, tarde o temprano, el jefe de algún sector dominante, más hábil o más afortunado que sus rivales, acaba por aprovechar esa inclinación de los ánimos para elevar su poderío sobre las ruinas de la libertad pública. (TECSIMA S.A., s.f.)

Washington previó las complicaciones y el peligro que puede representar el confrontamiento partidista en momentos donde las “pasiones políticas” superen las verdaderas intenciones de generar estabilidad social y la promoción de las libertades humanas. Esta, y las elecciones que suceden permanentemente alrededor del globo, no es una elección más pues estamos cruzando por un punto donde la información que recibimos no solo se encarga de mantener y agudizar nuestras convicciones ideológicas, sino que alimenta nuestra ignorancia frente al resto de opiniones, percepciones y cosmovisiones.

La “era de la información” está impidiendo crear espacios de discusión política pacífica, fundamentada y en mira a una decisión política relativamente consensuada, que, en últimas, es uno de los pilares esenciales en los que se sostiene la idea democrática. Con esto no quiero decir que el funcionamiento de la democracia debe ser libre de conflicto, empero este conflicto no debería fomentar desconocimiento, discriminación y, mucho menos, violencia.

El intento por la construcción colectiva y diversa de nuestra propia sociedad, sustentada en un ideal democrático, se desvanece constantemente con la consideración de enemistad partidista, ideológica y social que genera la concepción de un nosotros y unos otros.


Bibliografía:

Avalon Project. (2008). Washington’s Farewell Address 1796. Recuperado de: https://avalon.law.yale.edu/18th_century/washing.asp

TECSIMA S.A. (s.f.). Discurso de George Washington al pueblo de los estados unidos de américa, pronunciado el 17/09/1796, anunciando sus intención de retirarse del servicio público, y el pensamiento de Manuel Belgrano al respecto. Recuperado de: http://www.tecsima.com.ar/facebook/DISCURSO_DE_GEORGE_WASHINGTON…pdf

 

Nicolás Molina Arroyave

Estudiante de Ciencias políticas. Cinéfilo e hijo de las montañas antioqueñas.

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