Colombia en este momento sufre de una problemática humana donde el desarrollo en el país está en declive, revisando acerca de las necesidades que tiene el país se logra evidenciar que muchas son las propuestas, pero ninguna busca resolver problemas de fondo, a la Colombia que ha sido marginada, ignorada y subyugada por los mismos ideales de siempre, que incluso estaría equivocado y debe llamarse intereses, propuestas e iniciativas que hablan de promover educación gratuita, más empleo, mejor empresa, no volverse como aquel país que ya todos sabemos, esas son ideas vagas que se dejan llevar por populismos mejor desarrollado, demagogia.
Colombia no necesita un salvador, porque salvar Colombia no es la problemática profunda, este país, como muchos de la región tiene un problema de idoneidad, no faltan candidatos para ocupar puestos de decisión, falta candidatos que ocupen trabajos colectivos, no necesitamos crear más partidos, ni movimientos, necesitamos que la institucionalidad funcione y se fortalezca, cambie; ese cambio no puede ser desde afuera, no puede ser haciendo protesta indiferente, porque eso no cambiará nada, la idoneidad que necesitamos es en las personas que trabajan para el público, y no son solo los servidores, los funcionarios o los elegidos por voto popular, sino todos, es que lo público lo trabajamos absolutamente todos, hasta las empresas privadas trabajan en lo público, porque exactamente lo público es ese entorno común donde nos encontramos, el ambiente, las finanzas, la comida, la educación, la información, el acceso, los bienes, esto entonces connota en que lo público debe ser cuidado por todos, para eso, se debe tener buenos administradores, pero también buenos trabajadores, porque Colombia ha fallado en eso, en que quien administra es alguien que no sabe cómo hacer funcionar el país, que está bajo sus intereses, y que poco o nada está para escuchar y trabajar con quienes lo pusieron en ese cargo, no hablo de un presidente meramente, es toda la organización del Estado, se necesita atender la responsabilidad del país, eso no lo harán quienes han estado manejando durante más de 50 años, eso lo hará la ciudadanía cuando inicie a responsabilizarse, además a hacer parte de los espacios que tanto critican.
Quizás la propuesta de fondo que es simple, tener responsabilidad no cause tanto asombro, pues es algo que todos vemos como que está en todos, pero si se pone en concordancia con la realidad nunca es aplicable, falta, cuando las personas que promueven ser el cambio y no son responsables, sucede que fallan, porque no ven qué les falta, no ven que no son lo absoluto y se pierden en un narcisismo que vulnera el derecho del otro, que vuelve frágil sus propuestas, acciones y discurso, porque perdió el elemento más importante para efectuar las cosas, la capacidad con responsabilidad, eso se desarrolla en que sepa si es apto o no, para desarrollar una tarea.
El problema a su vez no es solo de los candidatos, es también de los electores, falta el promover la información, pero no como una forma de estar enterado del otro, sino de ahondar, de saber. Quienes votan muchas veces lo hacen por amiguismos, no por conocer las propuestas y acciones del otro, eso de fondo, nos pone un primer problema y es que elegir un administrador es importante no porque sepa administrar meramente, sino porque en realidad sepa a quienes administrar y con quienes administrar, por ello, informarse va más allá de amiguismos, de favores o de ideologías, es que sea el mejor camino para el desarrollo, este visto como aquello que haga prosperar un país, en economía, en acceso a bienes, en educación que es fundamental para entender estas problemáticas, propuestas que quizás hemos entendido que la educación es obtener un título o saber de español, matemáticas y naturales, pero no, la educación debe ser un lenguaje universal que se debe ver como la forma en que entendemos las cosas, en como criticamos, en los discursos, las opiniones, los debates y las conclusiones.
Para finalizar, esta propuesta es meramente de cómo iniciar, no de como arreglar, y mejor estructurado, es una forma, no el fondo, porque el problema es que ninguno de los políticos ha iniciado, se han quedado en el camino de proponer o meramente en acciones inicuas que no fortalecen el país y que no involucra a la ciudadanía.
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