La perspectiva del dinero

El profesor de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), Perry G. Mehrling, ha popularizado su particular visión del mercado monetario y la función del Banco Central. A continuación, haré un breve resumen de las ideas principales de esta manera de entender el dinero, el crédito y las instituciones financieras.

¿Qué es “la perspectiva del dinero”?

La perspectiva del dinero reconcilia la macroeconomía moderna con las finanzas, ya que, aunque ambas tienen orígenes comunes, se separaron hace casi 100 años. Dicha visión se enfoca puramente en la práctica de los banqueros centrales y de los trabajadores en el mundo de las finanzas para entender los acontecimientos de sus vidas y de sus negocios. Los académicos e investigadores de estas dos (2) ramas de la economía habían sumido a sus eruditos en torres de marfil, desconectadas de las prácticas bancarias actuales.

Esta visión se basa en cuatro (4) ideas principales:

  1. Todo agente es un banco: Todos y cada uno de los agentes económicos (desde individuos hasta grandes corporaciones) se enfrentan al problema de cuadrar sus flujos de caja, es decir, calzar en plazos los ingresos de efectivo con las obligaciones de pago con las que nos hemos comprometido. Esta condición a la hora de calzar plazos disciplina nuestro comportamiento, y es lo que Hyman Minsky llama la restricción de supervivencia.
  2. La economía del flujo monetario: A consecuencia de lo anterior, el sistema económico se compone de un conjunto enorme de todos estos agentes económicos interconectados entre sí. Tal interconexión es debida a que mi activo financiero es tu pasivo financiero, mi derecho de cobro es tu obligación de pago. Este flujo monetario interconecta los balances de todos los agentes y puede derivar en una inestabilidad crónica causando que el sistema crediticio tienda a auges extremos seguidos de prominentes caídas, tal y como expuso en su momento Ralph George Hawtrey.
  3. La jerarquía del dinero y del crédito: Salvo que observemos con atención, puede pasar desapercibido que este sistema económico es intrínsecamente jerárquico. Las personas físicas y jurídicas más próximas al consumidor, e incluso los consumidores mismos, satisfacen sus obligaciones de pago mediante depósitos bancarios. Los depósitos bancarios, que para nosotros son activos financieros, para las instituciones bancarias son pasivos financieros; es decir, lo que nosotros utilizamos como dinero para sus emisores es crédito. Lo anterior demuestra que los bancos están un nivel por encima de nosotros en la jerarquía monetaria y crediticia.A su vez, los bancos liquidan sus deudas no con su propio dinero bancario, sino utilizando las reservas que estos poseen en el Banco Central. Así, los bancos centrales se encuentran en un nivel superior de la jerarquía que los bancos comerciales. Los bancos centrales, de nuevo, sólo podrán liquidar sus deudas con otros bancos centrales con un activo financiero o real y que en su caso será con las reservas internacionales que mantienen en su activo. Como se puede observar, aquellos agentes que se encuentren en niveles superiores de la jerarquía, siempre pueden facilitar o dificultar los pagos a quienes se encuentren en niveles inferiores al suyo, ya que los pasivos de las capas superiores son el activo que las capas inferiores utilizan como medio de pago, lo cual depende de si la necesidad de los agentes económicos es mayor disciplina o mayor elasticidad.
  1. El papel fundamental de los intermediarios: En este sistema económico resultan imprescindibles los intermediarios financieros, o sea, los nexos de unión entre los diferentes niveles jerárquicos. En el nivel inferior se intermedian valores y títulos por depósitos bancarios. En la capa superior tenemos a los bancos que intermedian entre los mercados monetarios y sus propios depósitos y otras formas diferentes de dinero. En la cúspide se encuentran los bancos centrales que intermedian entre su propia moneda y las monedas extranjeras.

Según esta visión, ¿qué es un Banco Central?

Así, el Banco Central es un intermediario financiero. Pero no un tipo de intermediario cualquiera, sino un tipo especial de intermediario. Mientras que los bancos comerciales y otras instituciones financieras privadas tienen como incentivo el beneficio, los bancos centrales no tienen obligatoriamente ese incentivo. De esta forma, pueden prestar dinero libremente a una alta tasa de interés en tiempos de crisis, si lo que busca el Banco Central es crear una mayor elasticidad de crédito en el momento en el que el problema de la economía es un exceso de disciplina. Esta interpretación de la política monetaria moderna descansa sobre las ideas de Walter Bagehot.


Notas:

  1. Para los interesados en banca central, recomiendo el libro de Walter Bagehot, Lombard Street: Una descripción del mercado monetario (1873), como un buen candidato para iniciarse en ello. Además, ya que en este artículo hemos hablado de Perry Mehrling, cómo no recomendar su libro The New Lombard Street: How the FED Became the Dealer of Last Resort (2010).
  2. La versión original de este artículo apareció por primera vez en el portal Jon Aldekoa | Substack – Dinero y Banca, y la que le siguió en nuestro medio aliado El Bastión.

Jon Aldekoa

Austriaco empirista. Miembro joven del Instituto Juan de Mariana. Assistant Editor para el UFM FRC (The Finance Research Center de la Universidad Francisco Marroquín). Investigador en la Fundación Civismo. Columnista en UFM Market Trends y Libre Mercado. Colaborador ocasional para SFL España y El Club de los Viernes.

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