La paz es una utopía

El deber como colombianos es construir una mejor nación, pero aquí se pavimenta con sangre y se edifica con cadáveres


Este escrito no tiene ni la más mínima intención de ser optimista. Ver la necedad o la poca intención de cambio en la sociedad, que de por sí, no sé si le podría llamar así, pero ver como no alcanzamos ni lo más mínimo para poder vivir en sociedad es deprimente, vivimos como una vasta masa que es controlada por sus impulsos pero suprimida por sus deudas y consumos, esto es la muestra de que no se quiere aspirar a nada en colectivo, de que el vivir en sociedad solo es una expresión retórica pero no tiene un solo sustento que lo demuestre, el individualismo se premia, solo se aspira vivir en sociedad para buscar intereses comunes.

¿Qué tipo de sociedad construimos? En un análisis básico la sociedad colombiana sufre de diversos trastornos tales como: machismo, patriarcal, sufre de diversas fobias, es apática, es una sociedad retestinada, entre otras. me daría asco vivir en una sociedad así y me da asco y tengo sustentos empíricos de porque me da asco esta sociedad para esto un ejemplo: que sociedad tan asquerosa tenemos donde ni mi novia, mi amiga, mi prima, sobrina o cualquier mujer no está segura de ponerse una falda porque teme que le pase algo. Asco puro me da esta sociedad, si salgo a decir públicamente que me da asco esta sociedad tan enferma lo único que me dirán es ¿Por qué no me voy? Estamos tan mal que nadie me diría, pero ¿qué hacemos para cambiar? Entonces como la única solución tengo es aprender a soportarlo, porque, al fin y al cabo:

“la poca intención de cambio se olvida cuando cerramos Facebook y nos vamos a dormir”

La indignación es efímera, y si la indignación sale a las calles siempre termina vendida, aquí en Colombia solo es pan y circo, circo más que todo, el pan también se lo roban. Colombia es esa pesadilla de la cual todos quieren despertar, pero se arropan para seguir durmiendo, y es chistoso porque aquí se aprendió de todo menos a hacer el bien, eso es lo más deprimente de mi país, el cual es verdaderamente hermoso si solo lo habitaran las personas que de verdad buscan un mejor país.

Aspirar a un mejor país es una utopía, yo verdaderamente siento que esto tiene una razón de ser, que el cambio lo podemos lograr, que si podremos aspirar a un mejor país, pero simplemente al salir a la calle mis esperanzas se nublan, aquí no hay paz, nunca la hubo y nunca la habrá lastimosamente, yo soy fiel acreedor que estamos, estábamos, estuvimos en un camino a la paz, pero si ni siquiera conocemos el verdadero significado de la paz nunca avanzaremos, la paz no es el objetivo es simplemente el camino que tendremos que transitar para algo mucho mejor. Para hacerme entender paz es el estado en el que una sociedad puede convivir sanamente en estado de calma, armonía y equidad, la paz como camino son todos los procesos de cambio que se deben adaptar para alcanzar el objetivo.

Y es que todo es muy bonito hasta que le dicen: El cambio depende de usted. Ahí nos da pereza, exclama el dulce colombiano: tengo mejores cosas que hacer, tengo que trabajar, tengo que leer, estudiar, desde que las excusas existen todo el mundo queda bien. Cuando nos damos cuenta que el país esta como esta por toda nuestra complicidad, pereza, ser seres retestinados agachamos, la cabeza y decimos que es culpa de nuestros dirigentes, pero resulta que aquí también nosotros escogemos nuestros dirigentes y ¿Ahí que?

Uno de los muchos problemas radica en que se espera que nos solucionen la vida, esperamos que el próximo presidente nos arregle el país, pero el próximo presidente es tan buen colombiano que dice: “Es culpa del pasado dirigente” Y se escuda en echar culpas y no hacer lo que debe. Pero, recordemos, nada va a arreglar esta sociedad si no somos nosotros mismos, sembrar la semilla de paz es deber de cada uno sembrar la semilla del cambio es deber de cada uno y estar dispuestos a adaptarse al cambio, esto no lo cambia ni un presidente, ni una coalición, probablemente en temas de economía si influya mucho, de relaciones diplomáticas, TLC, agilicen procesos de desmovilización pero esto no servirá si mejoramos la economía para comprar armas, si países de Europa o de cualquier parte del mundo vengan a “pasear” a una ciudad salvaje como Bogotá, donde los tratados de libre comercio sean en base de la explotación campesina y que los procesos de desmovilización sirvan únicamente para reforzar las BACRIM, de poco y nada nos sirve si ponemos intereses por delante de lo más básico que es vivir en sociedad y que así cada vez el iceberg sea mucho más profundo.

Todo es un proceso en cadena si algo se hace mal el resto se verá afectado por ese mal proceso, aquí se gobierna de una forma muy graciosa nuestros servidores no sirven y nuestros funcionarios no funcionan, el ejecutivo no ejecuta, el legislativo no legisla y el judicial judicializa con la balanza desequilibrada, nuestras fuerzas armadas son un parte del chiste y el narcotráfico permeó cada rincón de nuestro país, la violencia forma parte de nuestra maravillosa forma de vivir y como resultado de esta forma muy graciosa tenemos toda una sociedad adormecida, adolorida, estúpida y enferma. ¿Mas motivos para decir que la paz es una utopía?

Me siento emotivo muchas veces. En este justo momento siento que esto puede tomar otro rumbo, hay personas que me hacen creer que esto puede tener un cambio, hay personas por las cuales yo quiero un cambio y van a haber personitas por las cuales yo necesito hacer el cambio. Sí, es posible llegar a la paz y al objetivo máximo. No sabemos el resultado exitoso de tener paz, por eso debemos hacerla y descubrir que ahí más allá de esta Colombia manchada de sangre y coca, aquí juega el único factor optimista de este escrito: si todos nos creyéramos importantes que de por si lo somos, por algo debimos existir, tendríamos un mundo mejor, usted que me lee, usted es importante, sea para criticar, aportar o chismear en este escrito me está dando vida y le está dando vida a la reflexión sobre la paz por este motivo considero que usted es importante, en usted está el cambio, muchas gracias lector.

Kevin Rojas Ramirez

Mi nombre es Kevin Rojas, actualmente tengo 18 años, soy un joven líder político, he llevado varios procesos de formación política los cuales a mi corta edad me han dado mucha experiencia y me han brindado mucho aprendizaje, fiel acreedor de que esto tiene una razón de ser y podemos aspirar a un mejor país, en paz, equidad y fraternidad.
La paz no es el objetivo, la paz es el camino a algo mucho mejor.

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