“Los gobiernos locales tienen la oportunidad de compartir el qué y concertar el cómo, para incrementar las probabilidades de ganar terreno y sentar bases sólidas de cara a lograr una adecuada correlación entre las políticas públicas y la planificación estratégica”.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó un informe sobre la gobernanza pública en Colombia que ofrece una perspectiva de la capacidad administrativa de las instituciones e instancias de gobierno en el nivel territorial para el logro de sus objetivos misionales. De igual forma, a partir de un enfoque metodológico y la evaluación de las técnicas de decisión de las entidades, señala recomendaciones a seguir “para mejorar la ejecución de estrategias e iniciativas de gobierno abierto destinadas a mejorar la coordinación de políticas públicas y la planificación estratégica”.
La OCDE destaca avances de los gobiernos locales para el fomento de la gobernanza y la capacidad institucional, así como la aplicación de lineamientos de gobierno abierto, traducidos en ejercicios de transparencia, integridad, participación ciudadana y rendición de cuentas.
El reporte concluye que “en la práctica persiste una serie de dificultades en la coordinación de los procesos de planificación”. Esta disfuncionalidad es identificada de la siguiente forma: i) los planes de desarrollo municipales y departamentales no se encuentran en la misma fase de ejecución con el plan nacional de desarrollo; ii) los planes de ordenamiento territorial no están actualizados con los planes de desarrollo; iii) baja adopción de herramientas de previsión estratégica para la elaboración de los planes.
Sin embargo, pensar en la lógica de los planes de desarrollo como el único instrumento de planeación, plantea muchas dificultades; al respecto, el profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jorge Iván Cuervo, apunta: “el plan de desarrollo es una herramienta de planeación del gobierno muy restrictiva. Es de corto plazo, está construida desde la lógica sectorial, que lleva a una fragmentación de la acción gubernamental por falta de articulación entre sectores”. Además, no garantiza la participación ciudadana, pues en últimas, se convierten en una matriz de indicadores, metas y gastos, que difícilmente tienen continuidad de un gobierno a otro.
Hacia el futuro, existe la necesidad de mejorar la planeación y participación en los procesos de políticas públicas con miras a obtener resultados en cuatro áreas fundamentales: efectividad de la justicia, rendición de cuentas, integridad y lucha contra la corrupción, y capacidad administrativa.
El potencial de este informe reside en la transversalidad de los lineamientos que describe para implementar escenarios de planificación estratégica y gobierno abierto desde la evidencia. En tal virtud, es importante subrayar ¿de qué forma se puede fortalecer el marco común de gobernanza pública en las regiones del país? ¿Qué entidad debe promover la cooperación e intercambio de experiencias exitosas entre entidades? ¿Es posible un modelo de gobernanza sin la sinergia de los actores del territorio? Los gobiernos locales tienen la oportunidad de compartir el qué y concertar el cómo, para incrementar las probabilidades de ganar terreno y sentar bases sólidas de cara a lograr una adecuada correlación entre las políticas públicas y la planificación estratégica.
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