Dirigido por Margarita Martínez, el documental La negociación presenta con el poder de la imagen y la voz de los protagonistas, las distintas fases y vicisitudes de los diálogos de paz de La Habana, que culminaron en la disolución de la guerrilla de las FARC, haciendo un balance de los logros obtenidos hasta ahora y de las inconclusiones al presente.
No encontré nada que sea ofensivo o calumnioso contra el expresidente Álvaro Uribe. El documental se limita a mostrar algunos de sus reiterativos discursos contra el proceso de paz, que son tan reales como la polarización que él alentó desde el comienzo. Agrego afirmaciones suyas como las siguientes: “Por favor, dejen de invitar estos terroristas al diálogo, yo creo que el camino es la desarticulación”[1]. El presidente Santos es “el idiota útil de las Farc”, y “las fuerzas armadas le han perdido la confianza y el cariño, porque el presidente Santos se convirtió en el idiota útil del extremoizquierdismo”[2]. “El gobierno Santos quiere llevarnos a la vergüenza de negociar el futuro de la lucha contra el narcoterrorismo con el mayor cartel de cocaína del mundo que es las Farc… Y a estos terroristas les ha dado el estatus de actores de la política”[3].
¿Qué turbó tanto al senador Uribe? ¿Por qué se fue lanza en ristre contra el documental usando sus acostumbradas censuras e intimidaciones? Parece ser el hecho insoportable de que el documental lo muestra como quedó para la historia: como el gran adversario del proceso de paz, como quien se opuso a un acuerdo de paz cuyos resultados son enormes:
– El 27 de junio de 2017, la ONU cerró el último de los 26 contenedores ubicados en las zonas veredales y certificó que allí quedaron 7.132 armas. 6.803 hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a matar y a morir por la revolución, se comprometieron a que de ahora en adelante sus únicas armas serán el discurso y los votos.
En cuanto a las armas portables, se entregó más de una por cada guerrillero, lo cual supera procesos anteriores en el país y también las experiencias internacionales. Los paramilitares entregaron media arma por cada desmovilizado y en Afganistán, considerado hasta ahora el mejor promedio en el mundo, el registro fue de 0.74 armas por guerrillero. Además, entregaron a la misión de Naciones Unidas 949 caletas donde reposaban los recursos bélicos de reserva de las FARC, todo un arsenal que daba para muchos años de guerra y devastación.
– Ya no hay nuevos territorios con sembrado de minas antipersonal. Las tomas violentas de poblaciones y el uso de cilindros bomba cayeron en un 99%.
– El proceso de paz con las FARC previno por lo menos la muerte de 2700 personas y el cese al fuego la de al menos 6736, cifra que incluso puede ser mayor según el periodo con el que se compare[4].
– Ya no vemos aquellos funerales masivos de soldados y policías muertos en operaciones militares. Se redujeron en más del 97% las muertes de soldados y policías por combates, ataques sorpresivos o emboscadas. En el Hospital Militar Central, en Bogotá, hace seis años eran atendidos 424 soldados heridos en combate y últimamente se reporta la atención médica apenas a doce uniformados. Los esfuerzos se centran en terapias de rehabilitación para los soldados que durante la guerra perdieron extremidades, la vista, el oído o quedaron con problemas cognitivos[5].
– La práctica del secuestro, que ya venía en descenso, cayó en un 95%. De acuerdo con el Observatorio Memoria y Conflicto, en el año 2002 fue cometido el mayor número de secuestros en circunstancias relacionadas con el conflicto armado (4001), y en el año 2017 el número más bajo, con 78 casos.
Esto demuestra claramente la incidencia positiva del proceso de paz con las FARC, y apuntala la necesidad de conseguir una solución negociada con el ELN y los grupos paramilitares de segunda y tercera generación.
Precisamente, a cambio del final de la guerra y de obtener todos estos logros y dando prioridad a la paz sobre el castigo mediante fórmulas de justicia transicional, fue que se les otorgaron a los exguerrilleros beneficios en materia penal, y la oportunidad de ingresar a la esfera democrática.
En su primera participación electoral, el partido político FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) fracasó rotundamente: su lista al Senado obtuvo una votación de 52.532 votos, representando apenas el 0,34% de la votación, similar resultado fue obtenido por su lista a la Cámara de Representantes que obtuvo una votación de 32.636 votos, representando un 0,21% de la votación. Por la vía electoral no fueron capaces de obtener ninguna curul para los órganos legislativos, conservando solamente las diez curules que les fueron asignadas vía Acuerdo de paz.
En sus dos gobiernos Uribe dio golpes contundentes que debilitaron a las FARC y les hicieron ver a los líderes máximos que la única salida al conflicto era la solución dialogada. Pero Uribe no supo –o no quiso– leer los acontecimientos, quedándose obstinado en el odio y la belicosidad, rezagado en el tiempo, dejado atrás por el tren de la historia. Primero, porque el proceso de paz se hizo para traer a los guerrilleros a la legalidad, a la vida civil y democrática del país, no para votar por ellos y catapultarlos al poder. Los exguerrilleros que –en clara pérdida del sentido de la realidad– esperaban ser aclamados por la población se toparon con el rechazo social en respuesta a los crímenes y atrocidades cometidos durante la guerra. Segundo, porque su amenaza apocalíptica de que “estamos entregando al país” y “los exguerrilleros se van a tomar el poder y a instaurar un régimen castro-chavista”, era sólo imaginaria.
Quedan claros los motivos de la furia contra el documental y, también, cómo el tiempo y los hechos no perdonan.
P.D.: Fue muy desafortunado que Cine Colombia el 27 de noviembre acudiera a la autocensura y anunciara que retiraba el documental La negociación de sus salas de cine. También es desafortunado que realizara tan pocas proyecciones y en un horario de baja demanda. Instamos a Cine Colombia en ejercicio de responsabilidad social y compromiso con el país a aumentar el número de proyecciones de La Negociación y en mejor franja.
[1] Declaraciones del ex presidente Álvaro Uribe el 5 de noviembre de 2011, día en que el ejército abatió a Alfonso Cano, líder de las Farc (video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=5-dROnAPKc0&feature=youtu.be )
[2] Declaraciones del ex presidente Álvaro Uribe a NTN24 horas el 9 de junio de 2014 (video disponible en http://www.ntn24.com/video/santos-es-el-idiota-util-de-las-farc-maduro-y-castro-alvaro-uribe-16482 ).
[3] Declaraciones de Álvaro Uribe a Noticias Mundo Fox 8, en Miami el 13 de noviembre de 2013 (video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=KUcAZ_t-spc&feature=youtu.be ).
[4] CINEP, Informe “El cese bilateral, más allá del fuego”, [online] 2017, en http://www.cinep.org.co/publicaciones/PDFS/20170701.Informe_preliminar_MMV.pdf
[5] “Bajó un 97% la cifra de soldados heridos: Hospital Militar”, El Espectador, Bogotá, 12 de julio de 2017, en https://www.elespectador.com/noticias/nacional/bajo-el-97-la-cifra-de-soldados-heridos-hospital-militar-articulo-702742