“Hablar con un enfoque de género con respecto a las mujeres no es cambiar la O por la A.”
El tratamiento y la imagen de las mujeres en los medios de comunicación a menudo no reflejan las realidades sociales en constante cambio que experimentamos como sociedad. Los medios deben redefinir su discurso, contando que la mayoría de la audiencia son mujeres, y al observar lo que transmiten, encontramos con que no representan la diversidad de roles y, por tanto, mantienen una homogeneidad.
Es importante establecer un discurso que pueda romper los estándares o estereotipos establecidos por la sociedad. Por ejemplo, la Fundación Feminicidios Colombia, trabaja por los Derechos de la Mujer, y expone la violencia de derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres en el país, a través de capacitaciones en derechos humanos, contribuye a cambiar la cultura feminicida que tristemente hoy sigue sumando más víctimas en el país.
Entonces, ¿qué tiene que ver hablar de violencia con la presencia de mujeres en los medios?
Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de mediar entre la información o contenido que divulgan, hasta su salida al público, y cómo este la entiende. Pensemos como sociedad, en cómo evitar que este modo de comportamiento que se narra en los contenidos, se traslade a la cotidianidad.
La fundación FemCol, demuestra que encontrar espacios para que las mujeres puedan sentirse representadas y, a su vez, compartan sus propias vivencias, son una imagen que debemos contar en los medios para minimizar situaciones de abuso y violencia que se presentan día a día, y dejar #ElConteoQueNoQueremosHacer donde en sus redes sociales comunican los casos e investigaciones que se presentan en su Fundación.
La tarea de deconstruir el mensaje que transmitimos a nuestra audiencia es clave para derribar las creencias colectivas o del imaginario, asociadas con la noción que se tiene de hace décadas por mujeres. La Fundación Femicidios Colombia, también nos presentó la importancia de los medios y cómo su contenido puede ayudar a fortalecer estos estereotipos que la marginan, discriminan y violentan.
“No se puede olvidar la responsabilidad social de los medios en la formación de opinión y en el efecto pedagógico que generan a través de lo que afirman u omiten. Así que narrar y representar a las mujeres por fuera de los roles y estereotipos que la marginan, discriminan y violentan, y hacerlo de manera reiterada, ayuda a transformar, poco a poco, los imaginarios que circulan y que sostienen una cultura patriarcal, misógina y machista.” explica FemCol.
Debido a que la cultura sigue siendo un sistema patriarcal y, por lo tanto, juega un papel dominante en la construcción del discurso mediático, es necesario estudiar las teorías más profundamente, y tener el poder de producir un cambio real. Por esto, “La urgencia de que haya un cambio de paradigmas que no solo tiene que ver con un cambio total en la forma en la que se narran las realidades, dándole voz y visibilidad a las mujeres en su heterogeneidad, otorgando espacio en lo público a sus vivencias, experiencias y conocimiento. Una apuesta por un cambio en el lenguaje que permita hacer una representación simétrica de la realidad que conduzca a una categorización más equitativa en los modos de pensamiento”, concluye FemCol.
Pero no son los únicos que trabajan por el papel e identidad que se asocia a la mujer. Existe también la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género, que surge en el 2007, quienes nacen por la necesidad de llevar a la práctica el capítulo J de la plataforma de beijing, que está dedicado a las mujeres y los medios de comunicación, de visibilizarlas y acabar con los estereotipos; y de cómo hacerlo, es una tarea que la red, invita a periodistas a que se formen desde un lenguaje incluyente y no discriminatorio. La red, según nos cuenta, Fabiola Calvo Ocampo, fundadora y coordinadora nacional, ha conseguido destacarse gracias a un programa pionero llamado, Ni reinas, ni cenicientas, sobre los derechos de las mujeres, que se emitió en el Canal Capital. Así como la primera radionovela colombiana, Lazos Invisibles que aborda temas de violencias contra las mujeres.
Ocampo también reitera la importancia de vincular a las mujeres en el periodismo porque tiene que ver con conectar a las mujeres con la vida laboral en general; su participación en la vida educativa, llegar a escuelas, universidades, etc. Esto hace que las mujeres lleguen a los medios de comunicación, “aunque inicialmente llegan a cubrir temas blandos, de vida social, casi como una proyección de lo que hacían en la casa, con temas de cocina, farándula etc. Pero lo significativo aquí, es que las conquistas que se van logrando, hace que realmente tengamos cada vez más mujeres formadas, más empoderadas y conscientes. Realmente las mujeres no son dueñas de los medios de comunicación, en su mayoría no están en los altos cargos donde se toman las decisiones editoriales, lo que se podría entender por la expresión Techo de cristal”. Siendo así, uno de los mayores desafíos que enfrenta la participación de las mujeres en los medios de comunicación, es de participar cada vez más en los distintos roles que puedan darse, o de la presencia de las mujeres en distintos ámbitos, pues es importante considerar su visión del mundo, para reevaluar la imagen de la comunicación mediática.
De hecho, esto es para mostrar lo que sucedió con las mujeres en la sociedad, sus problemas, sus avances, sus logros, pero esto no es suficiente para hacerlas visibles. Como dice Ocampo, “lo realmente importante es cómo se hace, cómo se visibilizan, cómo se habla de ellas, qué tipo de imágenes se están mostrando; también, tenemos que hablar de incluir un lenguaje en el que ellas estén. Hablar con un enfoque de género con respecto a las mujeres no es cambiar la O por la A. Necesitamos que, de verdad, la manera de pensar, de actuar, de sentir, a la hora de informar sobre ellas se refleje con la visión del mundo que tenga el o la periodista, y eso se va a notar también en la línea editorial que determinan los medios, por eso hay que seguir abriendo espacios, pero con un lenguaje incluyente no discriminatorio. No solamente un uso de lenguaje en la palabra sino también el cambio que debemos tener en la imagen en el cómo representamos a estas mujeres”, concluye Ocampo.
Esta invitación a repensar cómo deberíamos cambiar el lenguaje y la imagen para representar el papel actual de la mujer, es estudiada por la Red Colombiana de periodistas con visión de género, quienes igualmente están realizando una investigación sobre las violencias contra las mujeres periodistas y profesionales de la comunicación en el ejercicio de la profesión. Aquí junto con la Fundación Karisma, quieren indagar por medio de entrevistas, grupos focales, y una serie de encuestas, que pueden encontrar aquí; aportar por medio de este análisis, protocolos que deben generar los medios de comunicación, y también contribuir a la prevención de las violencias contra mujeres periodistas.
* Participar en la encuesta antes del 25 de octubre.
Es así como la construcción del rol de la mujer en la sociedad viene en la representación que de esta se ha hecho a lo largo de la historia, y, sin embargo, todavía esas representaciones siguen existiendo en el imaginario colectivo como lo hemos mencionado antes. Por esto, la Fundación Niñas sin miedo han creado la primera revista impresa con enfoque de género y derechos para niñas y adolescentes. Esta ONG colombiana, tiene como objetivo empoderar y fortalecer habilidades para brindar herramientas para la construcción de proyectos de vida de niñas y adolescentes a través de la educación, el deporte y el apoyo psicosocial; por esto, ha creado la revista, así, el pasado 11 de octubre, al conmemorar el Día internacional de la Niña, lanza su revista, en un formato, divertido, fácil y accesible que quiere incentivar su pensamiento crítico y las inspire a romper estereotipos.
La revista quiere brindar herramientas y ayudar a que las niñas y adolescentes entre 6 y 16 años, puedan identificar y conocer temas sobre: el cuerpo, la sexualidad, el consentimiento, la menstruación. Les hablará en su lenguaje sobre derechos sexuales y reproductivos, redes de apoyo, mecanismos para identificar a tiempo situaciones que puedan vulnerar su integridad y que sientan la libertad y el respaldo para hablarlo, pues el contenido está siendo co-creado por mujeres y niñas que quieren recordarle a otras niñas y adolescentes, sin acceso a esta información, que no están solas, que son importantes y que tienen derechos.
“Nosotras creemos en el potencial de las niñas y en un país más seguro para ellas. Aunque nuestra meta inicial es de 1.000 ejemplares, queremos alcanzar a cuántas niñas y adolescentes nos sea posible. Invitamos al sector público y privado, a muchas más personas a apoyarnos para llevar la revista a regiones apartadas del país, solas no tenemos la capacidad necesaria”. Heidy Amaya, directora de Alianzas de la fundación.
Para llevar las revistas a diferentes regiones de Colombia, lanzaron el programa Emabajardor/a local, personas, empresas, organizaciones sociales, de cualquier parte del país pueden postularse y comprometerse a hacer llegar ejemplares a niñas y adolescentes de sus comunidades, fundaciones, colegios, haciendo un aporte por cada revista. Si quiere sumarse puede escribir a: [email protected].También cualquier persona puede hacer su donación, al proyecto de la revista, desde $25.000 pesos colombianos en nibi.com.co y adquirir un ejemplar.
Por otro lado, la Fundación Feminicidios Colombia, advierte de la necesidad de cambiar y romper los modelos que se representan en los medios masivos con contenidos dirigidos a las más jóvenes, pues los estereotipos y roles de género, atravesados por la raza y la clase, generan profundas desigualdades y legitiman el ejercicio de violencias específicas sobre las niñas, las mujeres y las adolescentes y su naturalización histórica, reforzada por agentes socializadores como lo es la cultura masiva, hace parte de las dificultades para desmontar las construcciones sociales y culturales alrededor de los sexos masculino y femenino.
También agrega que “ en la medida que se reproduzcan el mandato de belleza, el arquetipo de amor romántico como la única forma de amor posible, reforzando representaciones de mujeres en el ámbito privado y doméstico, deshumanizándoles, presentándolas como objetos de consumo masculino a través de la hipersexualización de sus cuerpos, no sólo ejercen violencia simbólica, sino que legitiman, en mayor o menor medida, las opresiones y las violencias que se ejercen contra niñas, mujeres y adolescentes” FemCol.
Por último, la fundación dictará un taller sobre Comunicación con Enfoque de Género, del 2 al 7 de noviembre, dirigido a estudiantes y profesionales en comunicación, periodismo y de carreras de ciencias humanas y sociales, y al público en general que desee aprender a narrar violencias de género desde un enfoque diferencial y de género.
Espero que lo siguiente sea realmente cambiar la práctica, pero los cambios relacionados con el comportamiento son sociales y requieren un desarrollo no solo personal, sino en conjunto, con los medios, la opinión pública, las instituciones educativas y los grupos sociales, para seguir destacando a la mujer que ha avanzado en la inserción del trabajo, la política, en el mundo profesional, e incluso, en su participación en la ciencia. Las mujeres también somos protagonistas de esta historia.
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