LA MUD: ¿UN SOCIO DAÑINO?
«AD murió, pero no quiere darse cuenta y permanece tirado en la fría superficie del páramo, con los zamuros y las moscas revoloteando en su entorno.»
Por Luis Fernández Moyano
La red me trae hasta estas tierras del destierro dos necrológicas interrelacionadas: en una, el escritor y diplomático Eduardo Casanova Sucre, de destacada participación en la diplomacia y la cultura de nuestra fenecida democracia, toca a responsos por tres partidos coludidos, arrastrados y fenecidos con ella: AD, COPEI y el MAS. De AD, tan cercano a sus querencias, afirma sin melindres: «AD murió, pero no quiere darse cuenta y permanece tirado en la fría superficie del páramo, con los zamuros y las moscas revoloteando en su entorno.» De Copei y el MAS prefiere no abundar en detalles. Ni siquiera provocan la atención de moscas y zamuros. No alcanzan a podrida carne de carroña.
Por el twiter me llega la segunda, en la que el actual diputado de la Asamblea Nacional y candidato independiente a las elecciones del 6 de diciembre, Eduardo Gómez Sigala, apunta, refiriéndose a la unidad del oficialismo opositor: “Esto es un problema serio que viene presentando la Mesa desde hace un tiempo. Es una unidad dividida con una gran descomposición, que no le hace bien a la oposición ni al país”. Retuitea el respaldo de VenezuelaALPUNTO.com quien afirma que “APOYA 100% A @egomezsigala ya que lemas DICTATORIALES como que DENTRO DE LA #UNIDAD TODO FUERA NADA SON INACEPTABLES.”
No se requiere ser muy perspicaz para concluir que la actitud de Gómez Sigala y buena parte de los electores larenses, hartos de soportar las imposiciones de personajes ajenos a su Estado, de ambiguo comportamiento y definitivamente escorados hacia el régimen, como Henry Falcón, puede recibir la misma lectura que dedujésemos de la decisión de María Corina Machado al intentar inscribir a quien le pareció digna representante de sus aspiraciones políticas, como la socióloga Isabel Pereira. Si bien en su caso, al parecer surtió efecto el lema dictatorial “dentro de la unidad todo, fuera nada”. Pues por razones más sentimentales que políticas, y más genéricas que específicas, optó por inclinarse a la imposición. Lo que, por lo visto, no fue el caso del diputado larense.
La cita de Eduardo Casanova Sucre pone el dedo en la llaga de esta crisis aparentemente irresoluble, describiendo con indiscutible acierto la reiteración histórica de dos fenómenos concomitantes: “Así como en la transición entre los siglos XIX y XX, durante las dictaduras de Castro y Gómez, desaparecieron del panorama venezolano los partidos del siglo XIX, durante la transición entre los siglos XX y XXI, durante las ineptaduras de Chávez y Maduro, desaparecieron del panorama político los partidos del siglo XX: Acción Democrática, Copei y el Movimiento al Socialismo (MAS).”
“Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios” le dijo Jesús a quien se disculpaba de no poder seguirlo porque debía enterrar a uno de los suyos. Lo cuenta Lucas, el evangelista, 9:60. Los muertos acaban de enterrar a COPEI y tratan de enterrar a quienes viven y se niegan a ser asesinados por la tiranía. Comparto y aplaudo la decisión de Eduardo Gómez Sigala, a título estrictamente personal. Pues en momentos decisorios, cada cual debe cargar con sus responsabilidades. Si Eduardo Casanova tiene razón, de entre quienes deciden el rumbo a tomar por los demócratas venezolanos por o menos AD, COPEI y el MAS están muertos. ¿Los enterrarán los oportunistas de PRIMERO JUSTICIA, o también a ellos los aguardan moscas y zamuros?
Es el momento de zanjar por lo sano. Y deshacerse de lo inservible. O pereceremos.
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