El 14 de julio de 1789 es una fecha de amplio simbolismo en el mundo moderno. Ese día el pueblo de París atacó la cárcel de La Bastilla, la que albergó a prisioneros con las recordadas órdenes caprichosas del Rey encerrando a sus enemigos a su leal saber y entender, las llamadas Lettres de Cachet.
Se convirtió La Bastilla en la imagen del despotismo. Eso dio lugar a que ese día durante muchos años se considerara esa fecha como el día del abogado entendiendo que a partir de esa coyuntura se iba a redactar la declaración de derechos del hombre y del ciudadano, y Francia lo tiene como día nacional.
Esa declaración de derechos del hombre tiene un artículo, el cuarto, que define lo que debe entenderse como libertad:
“Art. 4- La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a otro. Por tanto, la existencia de los derechos naturales en cada hombre no tiene otros límites que los que aseguran a los otros miembros de la sociedad el disfrute de esos mismos derechos. Estos límites sólo pueden ser determinados por la ley.”
En estos tiempos actuales se está desnaturalizando el concepto de la libertad y su límite, por cuanto el ejercicio de ese derecho no puede perjudicar a los otros. El límite de la libertad es el disfrute de los demás de sus propios derechos.
Por estas calendas se dice que el consumidor de droga puede hacerlo aun en espacios públicos; que el habitante de calle no puede ser llevado contra su voluntad a sitios de rehabilitación; que cada cual puede vestirse o desvestirse como le de su real gana; que en cualquier recinto se puede hacer uso de cualquier tipo de vocabulario; que nadie puede ser obligado a prestar servicio militar; en fin, son innumerables los casos en que la libertad ha sido sacrificada por el libertinaje.
La libertad también exige que los hombres, los vecinos, los barrios, las comunas, las ciudades, los departamentos, las regiones, resuelvan y decidan sus propias normas, elijan a sus propios representantes y gobernantes y definan sus propios tributos.
El centralismo desconocedor del concepto de libertad es extraño a nuestra Constitución Nacional, pero las cortes y congresos pensando en las leyes y no en la propia Constitución, se olvidan de los conceptos fundantes de nuestro Estado como el de las autonomías que son el mejor reflejo de lo que es la Libertad.
El próximo 20 de julio recordaremos, al igual que Francia que recuerda su 14 de julio, el día en que se declara la independencia para resolver gobernarnos bajo nuestras propias normas y nuestros propios gobernantes.
Julio es pues el mes de la libertad con sus aclaraciones, limitaciones y extensiones.
Antioquia canta en su himno, en todas sus estrofas, a la libertad. Sin ella no hay vida digna posible. Todo por la libertad. Es una obligación ciudadana luchar por la libertad.
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