La guerra irrestricta China en contra de Estados Unidos

“postulamos que la guerra irrestricta china, la cual tiene su manifestación en la estrategia de las tres guerras, busca atacar el poder estadounidense a través del ataque a su régimen democrático. En este sentido, se busca comprobar que los chinos tienen la intención de fracturar el sistema político estadounidense para poder sobrellevarlo en la confrontación geopolítica del presente.”


Entre el 7 y el 9 de junio, se llevó a cabo el VII Congreso Nacional de Ciencia Política, organizado por la ACCPOL y la Universidad de los Andes. Ahí, se discutieron temas relevantes para el desarrollo de la ciencia política, relaciones internacionales, política exterior, etc., dentro y fuera del país. Un evento masivo con alrededor de 700 visitantes, diversos investigadores, ensayistas, pensadores, practicantes, etc., se reunieron para presentar puntos de vista, resultados y propuesta de investigación, y escritos argumentativos. En este evento, una compañera y yo presentamos el desarrollo de una investigación sobre Guerra Híbrida en teoría y práctica, enmarcada dentro del Semillero de investigación en Defensa, Seguridad, Conflicto y Paz (DESCOP).

Seguimos en el desarrollo de esta investigación que esperamos publicar en la segunda mitad del año. Mientras tanto, a continuación hay un pequeño abrebocas sobre el tema a ser investigado, y un poco de la evidencia en el presente.

¿Que es guerra irrestricta?

En pocas palabras, la guerra irrestricta es la teoría de guerra híbrida de los chinos (¿qué es la “guerra híbrida” exactamente? Es una pregunta complicada que merece su propio escrito futuro que estoy planeando). Desarrollada inicialmente en 1999 por dos coroneles del Ejército Popular de Liberación (EPL), Qiao Liang y Wang Xiangsui, en su libro Unrestricted Warfare, la guerra irrestricta es el uso de “todos los medios, incluyendo la fuerza armada o no armada, militares y no militares, y medios letales y no letales para obligar al enemigo a aceptar los intereses de uno” (p. 7).

Esencialmente, se habla de trascender el ámbito militar en la guerra para usar la combinación de factores más efectivo para derrotar al enemigo que uno enfrenta. En el presente mundo digital y globalizado, un acto en contra del enemigo puede ser un hacker que afecta la infraestructura de un Estado, un ataque financiero o sanciones económicas, un reportaje de CNN que afecta la legitimidad del Estado, etc. Así, la línea entre la guerra y la paz es cada vez más borrosa.

No hay nada que encapsula la guerra, no hay esencia de ella, se vuelve un concepto que describe un estado de lucha completa en contra del enemigo, en corto, es una guerra sin restricciones, una irrestricta. Los Estados, entonces, deben movilizar todo elemento que pueda ser utilizado para conseguir poder con ese propósito en contra del enemigo.

¿Por qué surge?

Como dicho antes, el concepto surge a finales de los 90 en China, en un ambiente dónde EE. UU. era considerado el hegemón y el sistema internacional como unipolar (es decir, que había un centro de poder principal, siendo este Washington). Como siempre pasa, no obstante, cualquier Estado que acumule y tenga poder se verá enfrentado por otros que buscan su propia seguridad y autonomía ante este hegemón.

¿Por qué pasa esto? Simple. En un sistema internacional anárquico como el presente, en dónde no autoridad central que pueda imponerse sobre los Estados, de igual forma como un Estado se impone sobre sus súbditos internos, implica que cada quién debe asegurarse de su propia supervivencia. Como no hay sanción por la agresión, ningún Estado tiene la certeza de la seguridad y siempre debe competir en contra de los demás en términos de poder para disuadir el ataque en su contra. Un sistema de autoayuda se forma.

¿Cómo se logra estar completamente seguro? También es simple. Se acumula la mayor cantidad de poder posible para llegar a la hegemonía que garantiza la seguridad, pues nadie tiene la capacidad de enfrentarlo. Sin embargo, este es un sueño imposible; el mundo es sencillamente demasiado grande como para controlarlo todo, y los demás Estados, en busca de su propia seguridad, buscarán derrocar al hegemón eventualmente.

Con el ascenso del poder de un Estado por debajo, y el inevitable declive, del hegemón, desencadena lo que se conoce como La Trampa de Tucídides. Según Graham Allison, quien desarrolló el concepto en su libro Destined for War, la trampa inicia cuando “un poder en ascenso amenaza con desplazar a un poder dominante, la tensión estructural resultante hace que el choque violento sea la regla, no la excepción.” (p. 12).

Desde la apertura de China al mundo, ha incrementado su poder a través del desarrollo económico y la inversión en nuevas tecnologías de guerra. Mientras tanto, el poder relativo de Estados Unidos ha disminuido. Tenemos así una potencia en ascenso (China), y una en descenso (Estados Unidos), hecho que ha llevado a la confrontación entre ambas potencias por el poder.

Sin embargo, a pesar del declive relativo de EE. UU., sigue siendo una potencia formidable, con capacidades económicas y militares por el momento incomparables. Además de tener miles de armas nucleares, Estados Unidos es más avanzado en casi todas las categorías armamentísticas, y con una economía sólida tiene la capacidad de producir más a un costo relativamente bajo.

A pesar de eso, enfrentan una importante vulnerabilidad. Los Estados que dependen de tecnología superior para vencer militarmente están bajo la falacia que la táctica debe construirse a partir del arma, y no al revés (escogerse el arma según la táctica empleada). Estados Unidos enfrentó diversas pérdidas en contra de enemigos tecnológicamente inferiores, pues no vencieron en aspectos básicos de apoyo popular. Como lo dicen Liang y Xiangsui en su libro:

Visto desde el desempeño del ejército estadounidense en Somalia, […] la fuerza militar más moderna no tiene la capacidad de controlar el clamor público y no puede lidiar con un oponente que hace las cosas de una manera poco convencional. Manera. (p. 22).

La vulnerabilidad estadounidense yace, entonces, es su dependencia de equipos de alta tecnología para lograr sus intereses, una vulnerabilidad que China puede explotar en su competencia. En el presente, donde hay una diversificación de los posibles armamentos empleados, el impacto de uno solo de ellos se ve reducido.

Entendiendo los deseos chinos de adquirir mayor poder en el sistema internacional, el conflicto inevitable entre las dos grandes potencias, la superioridad tradicional de Estados Unidos en los campos económicos y militares, pero su vulnerabilidad simultánea, Liang y Xiangsui postulan la guerra irrestricta como forma para enfrentar a EE. UU.

¿Cómo se manifiesta?

Como mencionado anteriormente, la guerra irrestricta es la teoría de guerra en el pensamiento chino, pero para traducir eso a la práctica han desarrollado una doctrina específica conocida como el “three warfare strategy”. Esta doctrina, en breves, señala tres teatros en los que China se enfrentará a EE. UU., de forma no militar, para debilitarlo en anticipación a un eventual conflicto. Citando a Stefan Halper en su reporte, China: Three Warfares, estos tres teatros son:

  • Guerra psicológica: busca influir y/o perturbar la capacidad de toma de decisiones de un oponente, crear dudas, fomentar sentimientos anti-liderazgo,
  • Guerra de medios: es una actividad constante y en curso dirigida a la influencia a largo plazo de las percepciones y actitudes.
  • Guerra jurídica: explota el sistema legal para lograr objetivos políticos o comerciales.

China conduce operaciones en contra de Estados Unidos en estos tres teatros, como lo muestra la evidencia.

Evidencia en el presente

Se mencionó al inicio que esta es una investigación en curso, pues todavía falta hacer una exhaustiva recolección de evidencia y una asociación con posibles consecuencias de ello. Sin embargo, en el presente escrito se presentará la evidencia hasta el momento recolectada y unas consecuencias básicas que pueden surgir.

Guerra psicológica

Para influir sobre la toma de decisiones del oponente se debe atacar las bases sobre las cuales tiene la capacidad de tomar esas decisiones. En el caso estadounidense, esa base es la voluntad o aquiescencia de la población de aceptar las acciones de los gobiernos y no poner una fuerte oposición a ellas, por lo menos en política exterior. De este modo, para afectar la toma de decisión, toca afectar los pensamientos que sostienen las ciudadanos estadounidenses.

En el anterior sentido, los chinos desarrollaron una forma para afectar el pensamiento de los jóvenes estadounidenses y guiarlos a un desarrollo personal detrimental. Tiktok, la aplicación para compartir videos que ha crecido a tener más de mil millones de usuarios activos mensuales, es descrita por Niall Ferguson como “el opio, un fentanilo digital, para entusiasmar a nuestros hijos con el imperio chino que se avecina.”

Unas investigaciones han mostrado que el algoritmo de la app funciona para alimentar los trastornos y empeorar la salud mental de los jóvenes con videos embelleciendo el consumo de alcohol como menor de edad, los trastornos alimenticios, y fomentando la adicción a la pornografía y la violencia.

Guerra de medios

Para influenciar a largo plazo las percepciones, es necesario controlar las narrativas y diseminar información falsa que pueda mejorar la imagen china o deteriorar la de sus oponentes. Medios de comunicación que sirven como medios de propaganda para el Estado incluyen a la Agencia de noticias Xinhua y el Global Times. Información falsa se ha dispersado por redes sociales, incluyendo sobre el origen del Covid-19, la eficacia de las vacunas occidentales, el genocidio en Xinjiang, etc.

Además, se han adjuntado a narrativas políticas dentro de Estados Unidos que deslegitiman al gobierno y atacan la confianza sobre las instituciones dentro del Estado. Por ejemplo, en tiempos recientes, portavoces y propagandistas chinos han reprendido al gobierno y sociedad estadounidense por el llamado “racismo estructural”.

Guerra jurídica

La guerra jurídica china se evidencia principalmente con sus reclamos territoriales en el Mar Meridional. Aquí hay disputas entre varios Estados que reclaman pedazos del territorio marítimo de la zona. También se tiene los casos en los que China persigue a individuos disidentes en el exterior a través de secuestros o estaciones de vigilancia en el exterior. Capturan a ciudadanos de otros Estados con alguna conexión china para usarlos como herramientas de negociación en contra de occidente.

Hipótesis de la investigación

Estos tres tipos de guerra tienen distintas consecuencias y objetivos posibles, pero todas con el fin último de debilitar a Estados Unidos. En esta investigación se maneja la hipótesis que la herramienta de guerra híbrida china para contrarrestar la hegemonía estadounidense en el sistema internacional, afectando su régimen democrático, es la doctrina de la Three Warfare Strategy”.

Es decir, postulamos que la guerra irrestricta china, la cual tiene su manifestación en la estrategia de las tres guerras, busca atacar el poder estadounidense a través del ataque a su régimen democrático. En este sentido, se busca comprobar que los chinos tienen la intención de fracturar el sistema político estadounidense para poder sobrellevarlo en la confrontación geopolítica del presente.

Esto todavía no se ha comprobado debido a que todavía se encuentra en desarrollo la investigación, pero dentro de unos meses se tendrán las conclusiones posiblemente publicadas es una revista académica.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/salomon-soltau/

Salomón Soltau Sánchez

Soy un estudiante de relaciones internacionales de séptimo semestre, interesado en temas de política exterior, estabilidad política y económica en el mundo, los estudios militares, asuntos marítimos y la industria militar.

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