La guerra civil americana

La guerra civil norteamericana enfrentó a los estados del sur: Secesionistas, con los del norte: la Unión, entre 1861 y 1865. Norte contra Sur. Se destacaron como grandes generales, en el norte: Ulises Grant; en el sur: Robert E. Lee. El norte: industrial y comercial; el sur: agropecuario.

La razón esgrimida por el sur, para secesionarse, fue la intromisión del Estado central dirigido por Abraham Lincoln en asuntos propios de los estados; que, en opinión del Sur, violaban el pacto de la Unión de 1776, donde se federaron las colonias que se formaron como estados, pues el norte ordenaba a los estados del sur la supresión de la esclavitud.

Fue una guerra civil cruenta, dolorosa, que enfrentó familiares, y que aún refleja resultados electorales entre los partidos republicano y demócrata; siendo el sur más demócrata; siendo el norte, más republicano.

En pasados días, quien funge como alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, comenzó a dirigir su campaña contra la revocatoria que se adelanta en la ciudad de Medellín, dividiendo la ciudad en dos, cual guerra civil americana: se fue para el norte de la ciudad a expresar que ese era su lugar contra el sur de los “ricos” de Medellín, donde precisamente reside él (Altos de Aragón en el Poblado).

Ese es Quintero Calle, un personajillo que llegó desde las frías altiplanicies bogotanas, con una marcada agenda centralista y paramuna, a desunir la ciudad, a dividir, a fomentar el odio en lugar de la concordia, a estimular la lucha de clases; además, demostrando un desconocimiento total de la ciudad que abandonó desde muy joven y que no conoce.

En el sur de la ciudad se encuentran grandes barrios como Belén Violetas, Belén Altavista, Belén Ricón, Aguas Frías, Fátima, Barrio Antioquia, Guayabal, San Pablo, Barrio Colombia, Asomadera, Loreto, Villa Hermosa, Buenos Aires, El Salvador, Villa Tina, Caicedo, Los Mangos, Miraflores, La Sierra, Cristo Rey, Rafael Uribe Uribe, Alejandro Echavarría, Simón Bolívar, Santa Rita, San Javier, Barrio Cristóbal, Almería, Santa Mónica, San Antonio de Prado, La América, y otros tantos; en fin, cientos de barrios donde se encuentran medellinenses de todas las clases sociales, eso sí: trabajadores, con empuje, con ganas de salir adelante, y que quieren, unidos, hacer una ciudad.

Rechazamos las manifestaciones de odio y desunión que están marcando la agenda de Quintero Calle, intentando llevar a nuestra ciudad, orgullo de todos los antioqueños, a una guerra civil. Los paisas, gústenle o no a otras personas, somos una raza, y esa raza lleva implícita, por encima de todo, el amor al trabajo. Esa es nuestra distinción. Nuestros verdaderos pigmentos.

La razón por la cual Medellín se había convertido, desde hace muchos años, en ejemplo para el País, era, precisamente, esa unión entre sector privado y público, esa unión de ciudad, esa colaboración ínsita en el pueblo antioqueño. Unión que éste sujeto llamado alcalde, unido con la politiquería de los colaboracionistas: el “conservatismo” de Carlos Andrés Trujillo, de Juan Diego Gómez, de los Suárez Mira; el “liberalismo” de los Luis Pérez, Julián Bedoya, Ivan Darío Agudelo, Néstor Hincapié y consorte; y otros que ni vale la pena mencionar, han resuelto destruir llamando al odio.

La Constitución es para defenderla, para hacerla respetar. Si la Revocatoria es un derecho constitucional fundamental, tiene que ser respetado. Dejen al pueblo antioqueño a decidir su futuro, a ejercer sus derechos, a hacerse presente en las urnas y a decidir si quiere o no revocar a Daniel Quintero Calle.

 

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.