“Para Colombia se viene una contienda electoral bastante jugosa, donde veremos a todos los frentes políticos activos buscar una tarima protagónica en las gobernabilidades locales y regionales.”
El 29 de octubre de este año en Colombia se realizarán las elecciones de autoridades locales y regionales en todo el país. A diferencia de hace cuatro años, cuando ya se veía llegar una ola de nuevos liderazgos en las capitales y algunos departamentos —caso tal el de Claudia López en Bogotá, o el de Carlos Caicedo en Magdalena—, hoy vemos con escepticismo qué es lo que puede pasar y cuál será la tendencia del elector a la hora de elegir a su alcalde, su gobernador, sus concejales, sus ediles o sus diputados.
Por lo que se vivió en las elecciones del año pasado —tanto para Congreso como para Presidencia—, logramos evidenciar cómo Colombia se ha fragmentado en múltiples tendencias políticas: algunas de izquierda, otras más liberales, otras más conservadoras, otras más ultraconservadoras, y otras más centrales.
¿Quién será el gran ganador de estas elecciones? Eso no lo sabemos. Todos los días vemos cómo dentro de los dos ejes políticos más poderosos de Colombia la división se convierte en pan de cada día; el uribismo poco a poco se va fragmentando, y el petrismo se ha visto envuelto en un sinfín de escándalos que poco les favorecen. Para este último caso, nada más veamos las más recientes declaraciones de Gustavo Bolívar, donde cuestiona profundamente a sus anteriores colegas de bancada Agmeth Escaf y María José Pizarro mientras se incursiona en la búsqueda del aval del Pacto Histórico para llegar al Palacio de Liévano.
En el caso de Antioquia, también podemos ver cómo esas divisiones se evidencian a diario; por ejemplo, en el caso del Partido Liberal, sabemos que hay tres tendencias que quieran disputarse la Gobernación del departamento: la de Luis Fernando Suárez, Exsecretario de Gobierno de Aníbal Gaviria; la de Julián Bedoya, exsenador investigado por poseer un título falso y cercano al equipo de Renovación Liberal; y la de Eugenio Prieto, quien ya llevaba tiempo lejos de las cámaras políticas. En el caso del Partido Conservador, el ala de Carlos Andrés Trujillo —el famoso dueño de la casa conservadora de Itagüí—, apareció en representación del concejal Lucas Cañas, junto al liberal Julián Bedoya cuando hizo oficial su aspiración a al Gobernación, lo que también le pone una traba en su carrera por el aval conservador para esta dignidad al Expresidente del Congreso, Juan Diego Gómez.
En Medellín la situación no es distinta a la que vive el departamento en cuanto a la búsqueda de su Gobernador, pero para ello, creo que será mejor opinar en otra columna.
Para Colombia se viene una contienda electoral bastante jugosa, donde veremos a todos los frentes políticos activos buscar una tarima protagónica en las gobernabilidades locales y regionales. Se vienen alianzas particulares, entre sectores que tal vez nunca creímos estar juntos; se vienen divisiones entre sectores que creímos se mantendrían juntos; y se vienen procesos que nunca creímos que iban a surgir en un país tan polarizado.
El 30 de octubre sabremos quiénes son los grandes ganadores de este año, y de ahí me surgen unas cuantas preguntas: ¿se fortalecerá el Gobierno Petro en las regiones?, ¿la oposición sostendrá las mismas cifras que hace cuatro años o tendrán pérdidas fatales?, ¿cuál será el papel protagónico del centro en estas elecciones? Todas estas preguntas podrán ser resueltas luego de ver los resultados y la decisión que tomó el pueblo colombiano en su mayoría. Se vienen unas elecciones sin precedentes.
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