La curva de aprendizaje para Medellín en temas ambientales: lluvias

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La ciudad de Medellín está cada vez más afectada en términos socioecológicos por las decisiones políticas, por el juego y manoseo del término y acciones de sostenibilidad, la falta de dirigentes y personas idóneas para los cargos, y la ausencia de pericia para gestionar las consecuencias del cambio climático.


Los municipios como Medellín y sus colindantes municipios (porque el problema no es sólo de uno), respecto a la gestión del recurso hídrico, prevención de desastres y adaptación al cambio climático, es nulo. Las quebradas especialmente, como mínimos problemas, tienen alta carga de residuos sólidos, las alcantarillas no están limpias, no hay planificación del recurso hídrico, entre otros de índole técnico, termina en… el río reclamando su espacio.

La ciudad de Medellín está cada vez más afectada en términos socioecológicos por las decisiones políticas, por el juego y manoseo del término y acciones de sostenibilidad, la falta de dirigentes y personas idóneas para los cargos, y la ausencia de pericia para gestionar las consecuencias del cambio climático.

Con cada precipitación, es decir, lluvia en Medellín y el Área Metropolitana del Valle del Aburrá, gana la normalización de estos asuntos, pasará a ser habitual y paisaje, y sin tomar acciones por parte de la burocracia política y de la ciudadanía en general que se manifiesta por medio de redes sociales. Esto de cara a las inundaciones que se presentan más frecuentes y con mayor fuerza afectando: la infraestructura y movilidad como mínimo en días rutinarios de terminación de jornadas laborales, pero que sabemos que han cobrado vidas, han generado estragos, y aumentando el riesgo y vulnerabilidad en la ciudad. Sin embargo, el problema central sigue sin ser tratado, y crece como un cáncer radicado en: ¿es tan complejo entender la problemática del cambio climático y las dinámicas socioecológicas para una ciudad como Medellín? que se ha estudiado constantemente, se han dado los insumos técnicos, pero que estos no se acatan.

La experiencia personal de conocer de primera mano, cómo se ha gestionado por parte de Alcaldes, Secretarios, Subsecretarios, en el papel de los planes de gobierno, y planes de acción climático puntualmente el recurso hídrico y vertientes, es deplorable y en completo desconocimiento por los dirigentes como por los técnicos que laboran en dichos espacios. Esa falta de empatía y de compromiso misional para llevar a cabo acciones directas en la materia debe ser revisada dado que la Secretaría de Medio Ambiente y la autoridad ambiental se han convertido en operadores de programas basales para una ciudad con dinámicas titánicas en materia ambiental y ecológica, que cada día demanda soluciones.

Es importante sumar preguntas a La Ecociudad prometida para Medellín, ¿que se ha visto?, ¿en que ha avanzado?, y ¿qué problemas ha resuelto?. Un Plan de Acción Climático para la ciudad que no se ha implementado, una Mesa Técnica Ambiental que se conformó previa y durante la administración que no ha tenido la preponderancia, una Secretaría de Medio Ambiente que se fortalece con el ornato y el bienestar animal y no articula acciones del Pacto por la Calidad del Aire y el Programa de Producción y Consumo Sostenible por ejemplo, una administración que prefiere declarar Urgencias Manifiestas en las comunas, y una autoridad ambiental urbana que ha servido para entregar millones de bicicletas.

Entender las dinámicas socioecológicas de una ciudad como Medellín, tiene que ser rápido, no se puede continuar en curvas de aprendizaje políticas para tomar decisiones ambientales cuando se tiene literal, el agua al cuello, que están afectando y convergen en dinámicas territoriales, y la tarea continúa aún pendiente y con deuda, para la calidad del aire, la movilidad, y la gestión de la biodiversidad (que no es sólo sembrar árboles de ornato ignorando una Política Pública de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos para la ciudad)

Las declaraciones de emergencia climática tienen su objetivo, avanzar y no improvisar en las transformaciones de ciudad. Evaluar los riesgos post-evento es importante para garantizar el estado de puentes, vías, entre otros; retomar y hacer las inversiones que requieren las acciones de Plan de Acción Climática para la ciudad elaborado por C40, significa hacer lectura del pensamiento técnico en la materia, realizar las inversiones que se requieren para la adaptación al cambio climático es relevante en tiempos de variabilidad climática, y generar participación de las comunidades entorno al problema común, la gestión del recurso hídrico en la ciudad.


Todas las columnas del autor en este enlace:  https://alponiente.com/author/banolsalejandro/

Alejandro Bañol Salazar

Ingeniero Ambiental (Universidad de Medellín), Especialista en Derecho del Medio Ambiente (Universidad Externado de Colombia), Magister en Gobierno y Políticas Públicas (Universidad EAFIT), estudiante Maestría en Educación y Derechos Humanos (Universidad Autónoma Latinoamericana), experto en temas ambientales, sostenibilidad, políticas públicas y conflictos socioambientales. Docente Universitario.

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