La biología, el liberalismo y las personas trans

LGBT Rainbow Background. LGBTQ Gay Pride Rainbow Flag Background. Stripe Pattern Vector Background with Progress Pride Flag Colours

Hay ocasiones en las que los que se identifican como liberales reaccionan frente a ciertos temas sin estar debidamente empapados de la cuestión. El problema es que al proceder de esta forma pueden terminar ingresando en contradicción con esa misma identificación política que dicen tener.

La ocasión que me gustaría abordar hoy es el debate sobre las personas trans. Especialmente, a la derecha del espectro ideológico, se multiplican los personajes que se dedican permanentemente a ridiculizar, denostar, estigmatizar y cuestionar a las personas trans y a todas aquellas agrupaciones políticas que buscan visibilizarlas, entenderlas o protegerlas (de estos y otros ataques).

Muchos liberales, creyentes en que esta nueva “ideología de género” va a recortar su libertad de expresión o va a incrementar el gasto público, se suman a la horda y terminan fortaleciendo el bullying mediático, aplaudiendo a gente que se refiere –principal, mas no exclusivamente– a los trans como enfermos mentales, degenerados, pedófilos o, simplemente, desviados y anormales. Digo “principal, mas no exclusivamente” porque en este ataque también entra de manera sutil cualquier identidad de género y orientación sexual que esté, de alguna manera, fuera de “lo normal” o “lo natural” (ElBuni, 2023; Laje, 2020; Laje, 2023; Muñoz Iturrieta, 2023a; Muñoz Iturrieta, 2023b; Portillo, 2023a; Portillo, 2023b; Rincón, 2023; Romo, 2023; Speroni, 2023a; Speroni, 2023b; Speroni, 2023c), como si para oponerse a la potencial censura o al potencial subsidio hubiese que adoptar una postura de ofensa e insulto contra algunas minorías.

Un argumento que se usa de manera sistemática para marginar y rechazar la –llamémosle– reivindicación trans, es el biológico. A saber, como la biología indica que existen dos sexos, entonces no es admisible que alguien que sea biológicamente un varón quiera ser tratado como una mujer. A grandes rasgos, según la biología, la especie homo sapiens se divide en dos grupos: los machos y las hembras, de acuerdo con su composición cromosómica. Para algunos, hasta acá debería llegar la discusión: machos son todos los varones y hembras son todas las mujeres.

Nadie pelea con la biología

Hay dos respuestas a este argumento. La primera es que nadie, ni siquiera en el feminismo, se está peleando con la biología.

Al respecto, en (Álvarez y Ato, 2021), se sostiene (las negritas que aparecerán en los textos citados de acá en adelante, son mías):

“(…) lo que el feminismo históricamente ha hecho no es sostener la inexistencia del sexo o de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, tampoco negar la posibilidad de que a partir de ellas se generen diferencias de comportamiento. Lo que el feminismo históricamente ha hecho es señalar el papel del género como herramienta de dominación. Es decir, como un instrumento que apunta a situar a las mujeres en un estado de subordinación respecto de los hombres”.

Se puede discutir si el género como herramienta de dominación es una buena descripción de la realidad histórica o no lo es. Pero no se puede adjudicar al feminismo una negación de la realidad biológica.

Posteriormente, en la misma obra se afirma también que:

“En definitiva, la teoría queer llama la atención acerca de la rigidez de las concepciones tradicionales del género, intenta negar la existencia de una correspondencia biunívoca entre el sexo biológico y el género, así como la existencia de un numerus clausus por lo que a la identidad de género respecta, y reivindica el derecho a vivir según su propia identidad de género de todas las personas cuyas identidades no se ajustan a los patrones dominantes de género”.

De nuevo, no hay debate sobre la biología, sino sobre el rol de las personas en la sociedad y el trato que debemos darles con base en lo que ellas deseen. El debate, por tanto, no es biológico, sino moral, jurídico y político.

Los derechos individuales tampoco son biológicos

Ahora bien, curiosamente este tema debería ser muy claro para los liberales que se preocupan, primordialmente, por la defensa y el superior estándar moral y jurídico de una cosa llamada derechos individuales.

En un reciente debate que tuvo lugar en CABA, uno de los oradores me remitió a una frase del filósofo contemporáneo Yuval Noah Harari, quien sostiene en su obra Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad (Debate, 2014), que:

“Desde la Revolución Cognitiva, los Sapiens han estado viviendo en una realidad dual. Por un lado, la realidad objetiva de ríos, árboles y leones; y, por otro lado, la realidad imaginada de dioses, naciones y corporaciones. Con el paso del tiempo, la realidad imaginada se volvió cada vez más poderosa, de modo que hoy la supervivencia misma de ríos, árboles y leones depende de la gracia de entidades imaginadas como dioses, naciones y corporaciones.

Sin embargo, la otra cara de esto es que la realidad imaginada no es una mentira o un engaño porque la realidad imaginada tiene poder en el mundo real. Los seres humanos crean realidades imaginadas, como sistemas legales, creencias religiosas y valores morales, y estos sistemas dan forma a nuestro comportamiento, creencias y normas sociales. Sin embargo, si miras a los humanos desde una perspectiva biológica, no encontrarás ningún derecho. El concepto de derechos solo existe en la imaginación compartida de los humanos”.

El planteo de Harari no tiene nada de diferente a lo que en el siglo XVIII planteaba el celebérrimo liberal David Hume, para quien los derechos no provenían ni de la naturaleza ni del orden divino, sino que eran simplemente una convención social conveniente. Los estudiosos de Hume (González Orozco, 2015) coinciden en sostener que ni siquiera el derecho de propiedad era algo natural e inalienable para él, sino una convención social muy útil no solo para generar prosperidad económica, sino para garantizar la paz social.

¿Y qué tiene la biología para decir acerca de esto? Absolutamente nada. De hecho, si fuera por la biología, no habría nada que oponerle al canibalismo. Si un ser humano de mayor contextura física decide asesinarme a golpes y utilizar mi cuerpo como su cena de la próxima semana, nada encontraremos en la ciencia biológica o médica que lo prohíba. El biólogo y el médico coincidirán, a lo sumo, en describir que, dada la fuerza superior y el esquema dentario del victimario, éste procedió a satisfacer su necesidad de alimento.

Ahora ningún liberal permitirá que esto suceda o le parecerá moralmente aceptable que eso pase. Y, curiosamente, ningún liberal objetará que oponerse al canibalismo constituya una barbaridad anticientífica porque está en contra de la biología. Sí, prohibir el asesinato está en contra de una capacidad biológica de las personas, pero el derecho a la vida es una ficción jurídica clave para preservar nuestro deseo innato de libertad y para garantizar la convivencia pacífica de la sociedad.

Eso es lo que le interesa al liberalismo: la libertad personal de los individuos de una comunidad y su coexistencia pacífica.

Volvamos entonces al punto original: el debate político acerca del trato que exigen que les demos y que debemos darles a las personas trans no es un debate biológico. De hecho, los médicos y biólogos tendrán sus conversaciones en torno al asunto e irán llegando a diferentes conclusiones en la medida que siga avanzando el conocimiento científico. Pero no hay nada, absolutamente nada, ni en la biología, ni en los cromosomas, ni en los órganos del cuerpo de las personas que pueda indicarnos al resto de los ciudadanos la forma en que tenemos que tratar a nuestros vecinos.

Y a eso se reduce la cuestión trans. No se trata de “rechazar la biología”, sino de rechazar el maltrato, la estigmatización, y el ataque permanente contra la dignidad humana de los miembros de esta minoría. Llamo a todos los liberales a reflexionar sobre este punto y no sumarse a la horda reaccionaria.

Los que no son liberales, allá ellos. Al menos no ensucian la filosofía política que más progreso le ha traído a la humanidad.

Referencias

Álvarez, Y. & Ato, D. (Ed.). (2021). Libertad y Prejuicio: Reflexiones para la defensa de los derechos LGBTIQ+. Publicaciones IPL (Instituto Político para la Libertad). https://www.iplperu.org/?p=10208.

ElBuni. [@therealbuni]. (2023, 30 de marzo). Larreta se olvidó que el 2 de abril es el día de los veteranos de Malvinas y organizó el “festival [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/therealbuni/status/1641465123565961216/.

González Orozco, I. (2015). Hume: todo nuestro pensamiento se basa en la costumbre y la experiencia. Aprender a pensar.

Harari, Y. N. (2014). Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad (Trad. J. Ros). Debate. (Obra original publicada en 2011).

Laje, A. [@AgustinLaje]. (2020, 1 de enero). Una “mujer trans” es un hombre biológico con un conflicto de autopercepción. Pero ese conflicto no lo vuelve mujer; sólo [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/AgustinLaje/status/1212295490722775040/.

Laje, A. [@AgustinLaje]. (2023, 30 de marzo). “La jurisprudencia” jajaja. Entones si “la jurisprudencia” reconoce, por ejemplo, que la ley de la gravedad no existe más, ¿salimos [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/AgustinLaje/status/1641404197177372672/.

Muñoz Iturrieta, P. [@PMunozIturrieta]. (2023a, 29 de marzo). El nivel de ideologización que hay que tener para creer que puedes ser biológicamente hombre y mentalmente mujer… [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/PMunozIturrieta/status/1641081174607949827/.

Muñoz Iturrieta, P. [@PMunozIturrieta]. (2023b, 31 de marzo). El gobierno de Canadá ???????? no busca imponer la ideología de género. Es una “percepción” de la extrema derecha… [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/PMunozIturrieta/status/1641886168923906050/.

Portillo, J. C. [@jeancarlopmag]. (2023a, 25 de marzo). ????️‍???? | El adoctrinamiento de género llegó a los niños, los progres se están reproduciendo, se multiplican y pervierten. […] Siguen los tuyos… [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/jeancarlopmag/status/1639850188863832064/.

Portillo, J. C. [@jeancarlopmag]. (2023b, 1 de abril). (…) Detrás de un niño trans que mira como «normal» un problema mental, hay padres enfermos o ausentes, que aniquilan su [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/jeancarlopmag/status/1642227130875404288/.

Rincón, E. [@EmmaRincon]. (2023, 29 de marzo). Si yo quiero me puedo identificar como un rinoceronte, y si no te gusta eres un rinocerontofóbico. [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/EmmaRincon/status/1641173570800713729/.

Romo, A. [@agustinromm]. (2023, 1 de abril). Para mí no hay discusión. Está a favor de las infancias trans = bala. Sin vueltas. Hay que limpiar a [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/agustinromm/status/1642250981537619972/.

Speroni, I. [@SperoniIris]. (2023a, 31 de marzo). Larreta con dibujos de bufarrones cerca de niños. Larreta hoy por hoy es un tren a toda marcha y sin [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/SperoniIris/status/1641802094746247168/.

Speroni, I. [@SperoniIris]. (2023b, 1 de abril). Van por tus hijos y nietos. […] Los castran de chiquitos (como se hacía en el SXVII –castrati–) para que [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/SperoniIris/status/1642224138830979072/.

Speroni, I. [@SperoniIris]. (2023c, 2 de abril). Tiene razón Trump que hay que dinamitar a UNICEF. [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/SperoniIris/status/1642534007450525698/.


La versión original de esta entrega apareció por primera vez en el sitio web oficial de Iván Carrino, y la que le siguió en nuestro medio aliado El Bastión.

Iván Carrino

Economista, escritor, conferencista internacional y docente. Actualmente, dirige «Iván Carrino & Asociados»: empresa de investigación y asesoría económica y financiera. Es investigador asociado de FARO UDD: Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad del Desarrollo (Chile), y entre 2018 y 2022 fue subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas del Instituto Universitario ESEADE (Argentina). Licenciado en Administración por la Universidad de Buenos Aires, máster en Economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos de España y máster en Economía Aplicada de la Universidad del CEMA de Argentina. Ofrece además, charlas y conferencias en congresos especializados, reuniones empresariales y eventos no gubernamentales; asesora a empresas en temas de coyuntura macroeconómica y sectorial.

Es profesor de «Historia del Pensamiento Económico» en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad del Desarrollo, donde también dicta el curso «Economía, Política e Instituciones». Escribe columnas en medios como La Nación, Ámbito Financiero, El Cronista, Infobae, El Bastión, entre otros. Cuenta en su haber como autor con cinco libros: «Cleptocracia» (2015), «Estrangulados» (2016), «Historia Secreta de Argentina» (2017), «El Liberalismo Económico en 10 Principios» (2018) y «La Gran Desproporción: economía y política de la pandemia de Covid-19» (2021).

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.