Justicia ambiental para Colombia y América Latina

“Lo importante de esta propuesta no solo radica en los beneficios económicos que traería para el país, y obviamente los beneficios ambientales, sino también en su contribución al reconocimiento de una deuda ambiental con los países de América del sur, y la labor de sus comunidades por el medio ambiente.”


En la actualidad, el presidente Petro ha dirigido su mirada hacia la conquista de un liderazgo internacional, destacándose por sus propuestas audaces en relación con el cambio climático. Entre estas iniciativas, una que ha cobrado especial relevancia es la propuesta de canjear deuda externa por acciones destinadas a combatir el cambio climático. Aunque esta propuesta apenas está ganando impulso, no es una novedad en la escena política colombiana, ya que anteriormente fue planteada por otros gobernantes, como el expresidente Iván Duque. Sin embargo, ahora, bajo la dirección de Petro, esta iniciativa parece tener un nuevo ímpetu y, de materializarse con éxito, representaría un hito significativo no solo para Colombia sino también para toda América Latina.

La propuesta de canjear deuda externa por acciones contra el cambio climático ha sido fuertemente discutida en foros internacionales como la Cumbre por un Nuevo Pacto Financiero Climático realizada en París, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Foro Económico Mundial. Gracias a la constante referencia por parte de los países latinoamericanos a esta temática, en todos estos encuentros, varios países ya han mostrado su apoyo a la propuesta, y se han visto dispuestos a dialogar para materializarla.

Este es el caso de Estados Unidos, el cual no solo ha mostrado su apoyo a la propuesta, sino que se ha comprometió a trasladar la propuesta al Fondo Monetario Internacional y a aportar con 500 millones de dólares para el cuidado de la selva Amazónica. Por su parte, la Unión Europea ha mostrado disposición para estudiar la propuesta, pero aún no han dado una respuesta contundente. A pesar de ello, considerando el discurso que ha tenido sobre el cambio climático y la transición energética en los últimos años, seria incoherente de su parte rechazar esta iniciativa.

Ahora bien, lo importante de esta propuesta no solo radica en los beneficios económicos que traería para el país, y obviamente los beneficios ambientales, sino que también, contribuye al reconocimiento de una deuda ambiental con los países de América del sur, y la labor de sus comunidades por el medio ambiente. La iniciativa no solo promueve mejoras concretas, sino que también impulsa un discurso fundamentado en la justicia ambiental, al considerar que los países del sur, en su mayoría, figuran entre los menos emisores de CO2 en el mundo.

En la actualidad, existen iniciativas similares, como el sistema de bonos de carbono; sin embargo, la limitación de esta alternativa radica en que, en lugar de abordar directamente la raíz del problema, algunos países desarrollados optan por reducir sus emisiones aparentes externalizando sus responsabilidades. A pesar de que la adquisición de créditos de carbono puede dar la impresión de ser una solución viable, con frecuencia no conduce a cambios significativos en las prácticas industriales, sino que perpetua la instrumentalización de los países latinoamericanos, en función de los países con grandes industrias, para que estos puedan seguir explotando recursos y contaminando el medio ambiente. En contraste, la propuesta de condonación de la deuda externa busca establecer un marco más equitativo que obligue a los países desarrollados a implementar medidas concretas y sustanciales para abordar la crisis climática, al mismo tiempo que aborda las disparidades económicas entre las naciones desarrolladas y en desarrollo.

Finalmente, como en cualquier otro asunto, el éxito y los beneficios de esta propuesta dependen en gran medida de en una buena negociación y una gestión efectiva. Sin un manejo adecuado, podríamos caer en una situación de desventaja, comprometiendo incluso nuestra soberanía estatal y sumiéndonos en una desigualdad aún más aguda que la presente. En caso contrario, de concretarse de forma adecuada, este logro no solo sería un hito trascendental para Colombia, sino también para toda América Latina, estableciendo un valioso precedente en la búsqueda de soluciones equitativas y sostenibles ante desafíos globales como el cambio climático.


Todas las columnas de la autora en este enlace: https://alponiente.com/author/alejandrahoyos/

Alejandra Hoyos

Actualmente soy estudiante de ciencia política en la Universidad de Antioquia. Me interesa investigar sobre temas relacionados a la política, la economía y las relaciones internacionales.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.