Juegos Nacionales de la Universidad Nacional de Colombia: siembra de semillas de amistad

Escribo esta columna desde la sede campestre de la Caja de Compensación Familiar de Caldas, Confa, en el marco de la celebración de los Juegos Nacionales para personal docente y administrativo de la Universidad Nacional de Colombia, con la participación de 525 deportistas.

Escribo esta columna desde la sede campestre de la Caja de Compensación Familiar de Caldas, Confa, en el marco de la celebración de los Juegos Nacionales para personal docente y administrativo de la Universidad Nacional de Colombia, con la participación de 525 deportistas.

La Universidad Nacional tiene presencia física en ocho localizaciones geográficas de la nación: cuatro sedes andinas, Bogotá, Medellín, Manizales y Palmira, y cuatro sedes de presencia nacional, Arauca (Orinoquia), Leticia (Amazonia), San Andrés (Caribe) y Tumaco (Pacífico).

Como uno de sus programas de Bienestar la Universidad realiza anualmente los Juegos Nacionales para su personal docente y administrativo, que en el presente año (2016) tuvo como anfitriona a la sede de Manizales.

El día de la inauguración de los juegos me correspondió, en mi calidad de Director Nacional de Bienestar Universitario, dar unas palabras de saludo a los deportistas. Aprovecho esta mi columna semanal en el portal Al Poniente para compartir este saludo a las diferentes delegaciones:

“La celebración de estos terceros Juegos Nacionales de la Universidad Nacional de Colombia es el resultado de un trabajo de doce meses, donde la participación de los directores y coordinadores de Bienestar de cada una de las sedes, con el apoyo y el compromiso de sus equipos de trabajo en el área de deportes, fue fundamental para tener una organización impecable y una parrilla de actividades amplia y generosa. Y si a esto le sumamos el compromiso y el trabajo sistemático del grupo de Bienestar Universitario de la sede de Manizales, cobijado bajo el liderazgo de su vicerrector, los resultados no pueden ser menos que sorprendentes.

Sin restar importancia a la vertiente competitiva de los juegos, un objetivo paralelo de estos es el de la convivencia activa de docentes y administrativos de todas las sedes. Una de las grandes riquezas que tiene nuestra Alma Mater es la multiculturalidad alimentada en muchas regiones y múltiples formas de pensamiento.

Sea la oportunidad para reconocer el intenso trabajo de los jefes de deporte de las sedes andinas, que sumaron sus experiencias para diseñar unos juegos dignos de mostrarle al país: Carlos Tito Vega, de la sede de Bogotá; César Augusto Serna, de la sede de Medellín; Jairo Antonio Salazar, de la sede de Manizales y Maria Mey Hurtado, de la sede de Palmira.

La oportunidad de que muchos miembros de nuestra comunidad estén reunidos haciendo deporte y compartiendo la alegría del triunfo con la amargura de la derrota, se convierte en una jornada de siembra de semillas de amistad. La espacialidad de esta sede campestre y las actividades paralelas a las competencias deportivas pretenden generar oportunidades para que ustedes se conozcan, compartan reflexiones, construyan lazos y enriquezcan su visión de una universidad llamada a ser el referente de la educación superior en Colombia.

Cuando el rector Ignacio Mantilla Prada nos solicitó, hace tres años, que comenzáramos a pensar en unos juegos nacionales para docentes y administrativos, nos enfrentamos a varios escollos, algo normal en todo proyecto nuevo que se emprenda en una sociedad compleja como la nuestra, pero la tarea se nos hizo más fácil y amena porque nos encontramos con el compromiso y el entusiasmo de los equipos de bienestar de las sedes y en particular con las áreas dedicadas a promover la actividad deportiva.

Y entrando al campo netamente competitivo, quiero invitarlos a que hagan su mejor esfuerzo en cada una de las modalidades deportivas para los cuales cada uno de ustedes se preparó con dedicación, juicio y disciplina. Cuando uno entra al campo o a la cancha quiere ser el mejor, quiere ganar el partido, quiere ser el primero en la meta, quiere anotar el mayor número de puntos, de canastas o de goles, quiere lograr la medalla de oro para mostrarles a sus hijos y para exhibir en Facebook buscando muchos “Like”, muchos “Love”, muchos “Haha”, o muchos “Wow”.

Invito a Palmira a que le gane partidos y campeonatos a Bogotá, a Manizales a que le dé en la cabeza a Medellín, a Arauca a que les muestre a las sedes Andinas que el tamaño no importa, a Caribe a que les enseñe a sus colegas que son capaces de ganarle hasta a Nicaragua, y a Leticia a que le muestre al país que ellos pueden representar a la nación en los Juegos Olímpicos de sus vecinos brasileros.

También invito a Bogotá a que saque todo su poderío y no se deje amilanar por las ganas de que todos quieren ganarle, por ser la delegación más grande, y a que ponga a funcionar su transmilenio deportivo. Invito a la sede de Medellín a que les recuerde a sus colegas que tiene al Atlético Nacional como Rey de Copas y que, también como el Real Madrid, la sede tiene la capacidad de pasar a una semifinal o de ganar una final en el minuto 93.

A la sede de Tumaco un saludo desde este espacio de los Juegos Nacionales. Los movimientos telúricos en la zona afectaron el ánimo de sus deportistas que optaron por no viajar a participar en esta jornada universitaria.

Y por supuesto invito a Manizales a hacer valer su condición de sede organizadora  y a cumplir la promesa que hizo su vicerrector cuando hace un año recibió la posta de la organización de estos terceros juegos nacionales. Es bien conocido en Manizales que el profesor Germán Albeiro es un hombre de palabra y espero que sus deportistas no lo vayan a hacer quedar mal.

En esta noche de inauguración de los terceros Juegos Nacionales quiero compartir una carta al trabajo duro, (autor anónimo), recordando que cada uno de ustedes llegó acá después de un gran esfuerzo y mucha disciplina. Los invito a que, cuando regresen a sus respectivas sedes, trabajen aún más duro para que logren un cupo en los próximos cuartos juegos nacionales. Esto les servirá para sus cuerpos, para su salud y para sus vidas. Y será un punto de apoyo para la convivencia universitaria.

Carta al trabajo duro:

 «Querido trabajo duro:

Solía Odiarte. Cuando llamabas mi nombre, huía de ti. Cuando sabía que vendrías, me escondía de ti. Cuando influenciabas a otros para que me hablaran de ti, rápidamente inventaba excusas para alejarme de ti.

Asustado del dolor porque no quería lastimarme. Asustado de fallar, entonces ni siquiera lo intentaba. Asustado de tu nombre por lo que les has hecho a otros. 

¿Quién te crees que eres? asustándome por quién eres, reflejándote en el espejo, la sombra detrás de mí, doy un paso y sigues delante de mí. La transpiración en mi cara, lágrimas en mis ojos, seguiré adelante.

Escuché que no dices mentiras, tu conviertes al pobre en rico, malas calificaciones en buenas ¿Hay algo que no puedas hacer?

Ahora mírame. Tú me hiciste quien soy y por ti tengo esta actitud de nunca perder, nunca abandonar. ¿Abandonar? Esa palabra no existe en mi vocabulario. Cuando abandonan, yo sigo adelante. Cuando duermen, yo trabajo más duro. Cuando dicen que no puedo y me relegan, les demuestro que puedo. Cuando les cuento mis sueños y se ríen, me aseguro de reír menos.

Soy un cazador de sueños y eso significa que busco mis sueños y los de nadie más. Sólo yo puedo vencerme. Soy yo contra mi entrenamiento. No hay derrota. No voy a perder.

 He llegado hasta aquí y no voy a detenerme ahora. Querido trabajo duro, mi padre tenía razón sobre ti: cumples lo que prometes y por eso te amo. ¿Cómo no voy a hacerlo? Ya no me escondo de ti. Estoy esperándote. De hecho ¿dónde estás? Te necesito porque en el trabajo duro yo CREO»

Señor vicerrector Germán Albeiro Castaño, hoy es un día muy especial para usted porque además de ser el anfitrión de este magnífico evento usted recibió, hace unas pocas horas, de manos del señor Rector, el diploma de Tenencia del Cargo como reconocimiento a su vida académica y su compromiso con la Universidad Nacional. Que estos Juegos Nacionales que se desarrollan en la sede que usted dirige ratifiquen la cultura deportiva, que se ha venido construyendo año tras año en la Universidad Nacional de Colombia, y que hacen visibles los lineamientos de gran proyecto de Autonomía Responsable y Excelencia como Hábito.

Que en estos tres días de encuentro y convivencia nuestros profesores y funcionarios administrativos tengan el deseo y la voluntad de sembrar Semillas de Amistad”.

Diego Germán Arango Muñoz

Ingeniero Administrador de la Universidad Nacional de Colombia Psicólogo, de la Universidad de Antioquia Administrador Turístico, del Colegio Mayor de Antioquia. Especialista en Mercadeo, de le Universidad Eafit. Especialista en Investigación Social, de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Universidad Nacional de Colombia desde 1977. Profesor invitado a 35 universidades hispanoparlantes. Consultor en Marketing para más de 350 compañías. Director de más de 3,500 investigaciones empresariales en el campo del Marketing.

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