James y Roger

Dos deportistas de élite, que llegaron a la cima mundial del deporte, saborearon el éxito, lo disfrutaron, pero sólo uno, Federer, se logró mantener. A James, lo nubló”.


Esta semana Roger Federer anunció su retiro del tenis profesional. Durante varios años ostentó el récord de ser el tenista con el mayor número de Grand Slams en la historia, ganó como mínimo, un título en cada uno de los 4 grandes: Australia Open, Roland Garros, Wimbledon, US Open. Se retira con 20 Gran Slams sólo superado por Novak Djokovic que tiene 21 y Rafa Nadal que tiene 22. Los tres conforman el famoso Big Three, es decir que son los tres tenistas más laureados de su generación. Federer está entre los mejores de toda la historia del deporte blanco.

Verlo jugar como describió el periodista argentino Juan Pablo Varsky es poesía pura “Roger Federer escribió poesía con su raqueta. Imposible resumirlo en un punto. Irrepetible” (ver). El suizo se retira con 41 años tras una trayectoria de 24 años en la élite mundial. Más de la mitad de su vida la dedicó al tenis profesional.

Su retirada ha embargado de nostalgia al mundo deportivo, pero a la vez ha servido para enaltecer la figura del atleta suizo quien solo ha recibido comentarios de admiración, respeto y agradecimiento no sólo por lo que representa como deportista sino como ser humano. A Federer nunca se le conoció un escándalo, nunca hizo trampa para ganar, fue un caballero en las derrotas -tiene una gran relación con su rival histórico Rafa Nadal (ver)- y en lo personal siempre se le nota bien puesto y poniendo por delante a la familia. Federer es un referente de lo que significa integridad

En otra orilla tenemos a nuestro compatriota James Rodríguez, considerado por muchos el mejor futbolista colombiano de toda la historia y no les sobra razón. James ha sido el único colombiano en ser goleador en un mundial de fútbol, ha militado en dos de los equipos más grandes del globo: Real Madrid y Bayern Munich, y ha actuado en ligas de primer nivel: Portugal, España, Francia, Inglaterra, Alemania. Teniendo 31 años está en pleno declive de su carrera profesional por decisiones que creo no fueron las más acertadas y que se confirmó esta semana al cerrarse su salida del equipo Al Saad de Catar, para ir al Olympiacos de Grecia. Antes se había ofrecido jugar de gratis en el Valencia de España donde no contemplaron la posibilidad.

No se puede negar las alegrías que nos dio James en el furor de su carrera, llevándonos a cuartos de final en Brasil 2014 con soberbios goles frente a Uruguay y el alto desempeño que tuvo en sus primeros años con el Real Madrid logrando ser titular indiscutible, ser campeón de ese país y de Europa. Pero tal vez el peso de la fama y del éxito le empezaron a jugar en contra. James se volvió indisciplinado, pareció perder el norte y comenzó a tener otros intereses más allá del fútbol que lo fueron lastrando y que hoy no parece fácil reconducir. Su carrera cada vez se extingue más.

James y Roger, dos deportistas de élite, que llegaron a la cima mundial del deporte, saborearon el éxito, lo disfrutaron, pero sólo uno, Federer, se logró mantener. A James, lo nubló.

Es cabeza, foco y disciplina, lo que nos sigue faltando para que, como país, podamos competir de tú a tú con los llamados países del primer mundo. ¿Podemos?


Otras columnas del autor: https://alponiente.com/author/joche0916/ 

 

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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