Iván Márquez y Salvatore Mancuso, la punta del Iceberg de los terroristas con paraíso

“El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”

Albert Einstein


Cómo olvidar esas noticias que daban parte de tranquilidad a los colombianos, como esa del 13 de mayo de 2008 que mencionaba que los paramilitares asesinos de lesa humanidad eran trasladados y extraditados hacia los Estados Unidos, por crímenes de lesa humanidad y narcotráfico.  O qué decir cuando los noticieros anunciaban las bajas de comandantes como Raúl reyes, El mono Jojoy y el ideólogo del odio, Alfonso Cano.

Sí bien es cierto que no todos los gobiernos han sido perfectos, por lo menos estos tuvieron estás bajas importantes, porque combatían con mano fuerte la lucha contra los enemigos de la paz y no con negociaciones absurdas, dando privilegios, impunidad y  amnistía a monstruos y bestias horribles que han despedazado la dignidad humana.

Hoy el panorama se hace más oscuro con lo que he denominado “la era Petro”. Una era que fue crónica de una muerte anunciada, que se denunció desde campaña presidencial, que se señaló por las redes sociales, pero los ingenuos, creyentes en ese discurso mesiánico, hoy tendrán que ver como este gobierno mitológico premiará a bandidos como Salvatore Mancuso y el gran sanguinario de las FARC Iván Márquez. Este último ausentado de la Paz o del falso proceso de la Habana, se sumerge en la selva para volver hacer lo que siempre ha sido, un asesino y mafioso que continúo traficando con drogas y disfrutando del beneplácito de estar oculto en las selvas de Colombia y en Venezuela, para establecerse como comandante de la segunda Marquetália y seguir imponiendo su reino del terror en el país.

No obstante hoy es llamado por la mezquina “paz total” de Gustavo Petro, donde según el gobierno, será sometido y no habrá negociación, pero es otro de los circos menopáusicos del petrismo.

El país debe prepararse para ver otro privilegiado impune como los grandes comandantes de las FARC hoy en el congreso. ¿Y entonces ¿dónde quedan las víctimas?, ¿dónde queda el país? Recibiendo otra bofetada de este gobierno que ha manchado la memoria de las víctimas por servir a las guerrillas sanguinarias colombianas.

Y qué decir del jefe sanguinario paramilitar Salvatore Mancuso, sí, una bestia de color escarlata, un brutal asesino, un ser vivo que carece de sentimientos, de valores, un sociópata que masacró a seres humanos, que torturó a otros y que sembró un terror sin precedentes en la historia de Colombia.  Ese mismo que hoy se hace llamar “candidato a gestor de paz” de este desgobierno,  el que eligieron inocentes jóvenes adoctrinados bajo la narrativa nauseabunda de la izquierda revertida de odio.

El prontuario de estas dos bestias que disfrutarán de una posible amnistía deja helada la piel:

Terrorista Iván Márquez:

  • La toma a la base militar Las Delicias, en Puerto Leguízamo (Putumayo), en la que 28 militares murieron y 60 fueron secuestrados en agosto del 96
  • La toma al cerro de Patascoy (Nariño), con saldo de 22 militares muertos, en diciembre del 97
  • La incursión contra la base militar de El Billar (Caquetá), en la que murieron 65 militares y 43 fueron secuestrados, en marzo del 98.
  • La toma a la estación de Policía de Mitú (Vaupés) en la que murieron 38 policías, 11 civiles y 61 policías fueron secuestrados, en noviembre del 98.
  • La incursión al municipio de Miraflores (Guaviare) en agosto del 98, que provocó la muerte de 16 miembros de la fuerza pública, la de tres civiles, y el secuestro de 75 militares y 54 policías.
  • El ataque al municipio Puerto Lleras (Meta) que ocasionó la muerte de diez civiles y 11 policías y el secuestro de 28 uniformados.
  • La toma del municipio de Gigante (Huila), el 3 de diciembre de 1999, que cobró las vidas de tres civiles.
  • El homicidio de monseñor Isaías Duarte Cancino, el 16 de marzo de 2002 en Cali
  • El secuestro de los 11 diputados del Valle del Cauca en abril del 2002, y su posterior fusilamiento en cautiverio
  • El secuestro y el posterior homicidio de Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverry
  • La muerte de 119 personas, incluidos menores de edad, en Bojayá (Chocó) el 2 de mayo del 2002
  • El atentado al Club El Nogal que causó la muerte de 36 personas
  • Los secuestros de los tres contratistas estadounidenses, de los dirigentes políticos Íngrid Betancourt, Clara Rojas, Jorge Eduardo Géchem, Gloria Polanco, Consuelo González de Perdomo, Luis Eladio Pérez, Alan Jara, Orlando Beltrán, Guillermo ‘la chiva’ Cortés. 

Terrorista Salvatore Mancuso:

  • Masacre de El Aro:
  • Masacre de El Salado
  • Masacre de Mapiripán
  • 113 homicidios en persona protegida
  • 216 casos de desplazamiento forzado
  • 75 000 crímenes.
  • Narcotráfico
  • Crímenes contra la humanidad

¡Sobran las palabras al leer estos prontuarios!! Sí, son los ángeles caídos del funesto experimento de la “paz total” de la era Petro. Terroristas con paraíso fiscal para sus crímenes.


Otras columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/valenciacastro/

Germán Valencia Castro

Soy Columnista independiente, Ingeniero de Sistemas de la Universidad Catolica de Colombia y Licenciado en Ingles, del programa de lengua extranjera de la Universidad Nacional. Trabajo como docente de cátedra universitario y con el Magisterio nacional.
Tengo dos especializaciones, la primera en Alta Gerencia y la segunda en Educación informática. Soy defensor de las víctimas y activista contra una paz sesgada.

1 Comment

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  • Petro ni la paz total tienen nada que ver en golpes hechos por las FARC en los años 1998, 1999 o 2.000 es estupido relacionar y culpar a Petro con crímenes donde el no tiene nada que ver Petro debería denunciar penalmente a este pésimo periodista