«Así como él elemental advenedizo contemplarle a la maquinita los movimientos hacerle con toda ella y lo que sea que inculpe a la forma de los formaleteadores vaivén tornudo»
El haijin que de a poco frecuento, última caminata por el Jardín Botánico, al que debo preguntarle si fue él quien anotó en los setenta «¡Eso es todo! ¿Cuándo va a traer Caro la exposición, pues? ¿Eso será brutalidad o asombro estético?, me pregunto yo», y el atentamente, su nombre cédula y lugar de nacimiento. No le he preguntado porque una respuesta suya, breve o enigmática, los dedos eligen otras teclas, vendría después de una sarta de composiciones diarias, al principio ejercicio-calentamiento luego inercia y productividad, en los mensajes. Y, para engrandecer la búsqueda, tendría que bajar entre comentarios de Lucía o Alexa o Ameca sobre los tres versos con «La idea de envolver la juventud en la niebla es especialmente…», «… captura la esencia de la condición humana…», «… ya que sugiere que la vida es un viaje hacia…» De un tiempo acá le envía sus haikus, o los escribe en la conversación, le manda a crear con base a los suyos, lee la referencia al omnibonaerense en la sopa del facultativo y en las jaquecas del especialista, el «tiene un tono melancólico y reflexivo, y la palabra “harto” sugiere que avanzas…» La hipercorrección, así se pilla que alguien, oye docente de ética para cosmetólogas, usador de las tres anteriores; las veces que se tira una buena, una frase de prosista desconocido, da gracia, pero el resto es lo dicho con todas las letras y sin mentones, monstruosidad y tumor. Y habla de «Ella», de sus lances y de cuán le ha servido la crítica, la que sus tertulios no se han atrevido, para pulir el término y envarase con menos cosas: tintos madrugados o charla a doble en el Málaga, comilón o ayunante pero entendido en diálogo que recibe y renueva con los veros, y al perfil, que los antiguos de la Villa, dispersos, lo releen al paso.
II
Así como él elemental advenedizo contemplarle a la maquinita los movimientos hacerle con toda ella y lo que sea que inculpe a la forma de los formaleteadores vaivén tornudo Es de amparar la retórica en el griposo miño arrebatar lo que confunde y los puntos dincho el yo multiplicador en cadavecina y el panfleto contundente que es del chileno del conde que sabe la influencia Y para esto el repetirse pero en otro prohombre santo pavón que desmoralice y rehaga lo viejo que no ha terminado para el juvenoso alegre y corralero lo estoy mintiendo a lección dormida atiende muchacho de orejas cortadas por mala fuerza de remate ay del mal que me han hecho de la tocada allí a los toros cambiados y desplazares y cundiles pero caerás maldingo ñervudo Tú y los tús en robo dominó en bingo para los bizcochitos o la carne rancia es el recicle de hace un mes no vende por paro o problemas de azúcar o dos hombres que no entiende ¡un macho carelomío! Rabia de confiscado paciente menor con las manifestaciones de la inbeligencia delegada la astucia mas no el vicio prendedlo ahora o veréis la de las candelas en el baño-esquina por el verde enmalezado la vigilancia despernancada y el bolillo hacia la grieta del suelo la baldosa no mandada arreglar porque ¿pa qué si nadie chista? dejen el reguero como lo dejaron que el hacedor lo limpie si vuelve partió en cuatrimoto por las lomas un sueño donde la colada se llevaba todo y pasó sueño lo que pasará y nunca a mí no cogerle el número al cachete desnudo de la surgidora seis de reyes o treinta de moños cosa para ver retumbo no hago bulla porque me encuentran a lo mejor fue o será hecho le temen al prevaricato al duendecillo de cazas surfeador de melenas que le quedan grandes pero logra el montuno y sube al agitador consuelo de las canchas al partido dos a dos sin árbitro que sea la verruga turgente el monaguillo acné la tomba desempeñada en buscarse el abrigo neuronales pocos de sinrazón logruna a eso dedican el salario la pensión a salir como mulas y tragarse el semáforo y la cascada conocedores que son de la ley del leguleyo maquinita y dedos de pies en puño redactores del alegato una vez más carta al director del administrativo consuelo de reclusos de monas de mieles no posibilitar a la caballería un orzuelo para que se tiren por el volcán o batallen a la sobremesa con letras desasidas que son su remolque el descuello pundonoroso Emblemático participativo yoico-relatudo descamicheado esto y aquello barsante para darme rabias confiscador tragalemas embaucadoíno Abre la maracuyá empleadito sírvele a los pardos embolones aspirador de mentinas o le abres o te echamos la guardia privada del finquero esa agrupación santoánica apenas fuera ¿qué? si ni el generador lo esconde a uno cuando lo buscan por las cinco entradas del rancho de la casona del falansterio o si no buscan lo esperan afuera a que salga a que muestre algo disparable y ella la del sabelotodo y el te recomiendo o no me hables así de eso no servirá para epitafio gracias a los creativos funerarios y a la americalliza linaje apostólico e imaginero dando los pésames por haber desaparecido antes de dar más al clero de los garzudos y zancudito maleable pedidor de bandejas mixtas desalmificado basta encarnadura contiveremos
III
Dice la compañera de calamidades en primer punto lenguaje: hibridez invención y furia poética segundo punto rabia y crítica performativa tercero forma y estructura: rizoma poético cuarto filiación estética y posibles influenciadores más valoración general y sugerencias. Esto lo despacharía el de las apariciones mongoloides mandando si ya he comido y en caso de que no viendo hacia afuera con el dedal a punto de salirnos con que si no comemos nadie se va moler un hueso parlante a un sin dónde caerse en hoja.
El Pedregal, julio de 2025
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Neón y Silicio. Antología de la revista Cósmica Fanzine, México: Cósmica Fanzine, agosto-septiembre de 2025.














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