Mi deseo de asumir la rectoría de la Universidad de Antioquia nace de una profunda convicción en la capacidad transformadora de la educación superior pública. Quiero liderar una institución que sea símbolo de igualdad de oportunidades, en donde cada estudiante, independientemente de su origen y condición social, tenga acceso a una educación de excelencia que le permita soñar y construir un futuro mejor, tanto para sí mismo como para los demás. Veo en este desafío la oportunidad de liderar una institución hacia la excelencia, la innovación, la equidad y la inclusión, comprometida con el desarrollo integral de nuestra sociedad.
Aspiro a que la Universidad se convierta en un motor de cambio, fomentando soluciones sostenibles a los desafíos globales y locales, y preparando a los estudiantes para ser ciudadanos responsables, solidarios y comprometidos con el bien-estar de nuestras comunidades y territorios. Soy consciente de los retos que enfrenta la educación pública: los desafíos relacionados con las nuevas dinámicas socioambientales, la necesidad de adaptarse a los rápidos cambios tecnológicos, la creciente demanda por competencias para el siglo XXI y la urgencia de responder a las expectativas sociales con recursos limitados. Estos desafíos exigen una gestión estratégica que anticipe y se adapte, siguiendo siempre el rumbo que marca la misión de nuestra institución.
Mi propuesta se centra en tres ejes. El primer eje, denominado “excelencia e innovación educativa” contempla fundamentalmente el acceso y la permanencia con calidad como la mejor manera de disminuir la inequidad. Me propongo impulsar la formación a lo largo de toda la vida con todo su potencial transformador, así como la consolidación del Proyecto Educativo en todos los campus que favorezca la excelencia en todas sus dimensiones y en el que la innovación educativa sea un aspecto crucial. La excelencia en educación superior significa ser extraordinariamente bueno y superar los estándares. Se precisa de “lo mejor” para poder alcanzar el nivel de la excelencia, lo cual se ve reflejado en el profesorado, las prácticas pedagógicas, la experiencia de formación de los estudiantes, los escenarios y las modalidades educativas, los ambientes de aprendizaje, el acervo científico, los programas y la oferta educativa. La innovación educativa se ve reflejada en todos los procesos específicos que conllevan el cambio de ideas, recursos o prácticas en el Proyecto Educativo Institucional, y que favorecen su consolidación, incluyendo la gestión de los cambios y el mejoramiento de las dimensiones personales y profesionales de todos los estamentos de la institución.
El segundo eje, “una Universidad protagonista en el territorio y con visión de futuro”, busca fortalecer la Universidad como el proyecto intelectual y cultural más importante de Antioquia, que requiere que tengamos la capacidad de entender el actual momento de transición y cambio, y de consolidar nuestra institución como un proyecto educativo territorial multiescalar. Es decir, una Universidad con alcance internacional e interacción global, protagonista en los grandes debates nacionales, que lidere y atienda los problemas departamentales, y que esté en conversación con lo local, tanto en Medellín como en todas las subregiones del departamento. El liderazgo que propongo es el de un actor con enfoque territorial, portador de conocimientos y capacidades, y que reconoce en los actores territoriales saberes, prácticas y diversidades legítimas. En este contexto, es fundamental que los ejes misionales se desplieguen considerando la paz como principio axiológico del quehacer universitario y la igualdad como principio fundamental que involucra la equidad de género, la diversidad y la inclusión.
En el tercer eje, “mejorar y modernizar la casa”, tal como lo enuncia el plan de desarrollo 2017-2027, en el apartado “democracia, gobierno universitario y convivencia”, asumo como uno de los retos internos más importantes recuperar la universidad como “casa de estudios”, un espacio libre de violencias, que promueve el libre debate de las ideas. Entre los retos fundamentales para “mejorar la casa” están: modernizar la gestión (contemplando la transformación digital y avanzando en la descentralización); mejorar la eficiencia administrativa; participar activamente en las discusiones sobre la reforma a la Ley 30 de Educación y a la par buscar nuevas alternativas para la financiación de la Universidad.
Reconozco que la consecución de todos estos propósitos requiere de la colaboración y el compromiso de toda la comunidad universitaria. Por ello, me propongo conformar un equipo diverso, talentoso y comprometido, capaz de unir esfuerzos y articular capacidades en pro de nuestros fines comunes. Solo a través de una gestión participativa y el trabajo conjunto podremos construir la visión de una Universidad de Antioquia renovada, relevante y resonante en cada ámbito de nuestra sociedad.
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