Inmigrantes, precariedad y crisis socio-económicas

“Los países cierran sus fronteras ante las caravanas migratorias, mientras el sentido de lo humanitario y la solidaridad sufren una emboscada neoliberal.”


El panorama político internacional, la ultraderecha y las crisis socio-económicas de nuestro siglo; tienen algo en común y es el desdibujar la figura del migrante en un debate mediático oportunista. Los inmigrantes son entonces señalados de víctimas o héroes; se les señala del desplazamiento de la mano de obra nacional, se les asigna un doble papel en la economía del país, el de rostros invisibles que contribuyen al crecimiento de las empresas y de usurpadores de la asistencia social.

Los países cierran sus fronteras ante las caravanas migratorias, mientras el sentido de lo humanitario y la solidaridad sufren una emboscada neoliberal. A ello podría sumársele una reconfiguración del escenario global, en una sociedad, que el sociólogo Zygmunt Bauman caracteriza por la metáfora de lo líquido y el capitalismo liviano; en la cual la flexibilización laboral conlleva a una inestabilidad que sobrepasa el plano económico en los individuos “la flexibilidad es el eslogan del momento. Augura empleos sin seguridades inherentes, sin compromisos firmes y sin derechos futuros, ofreciendo tan solo contratos de plazo fijo o renovables, despidos sin preaviso ni derecho a indemnización” (Bauman,2004, p.172).

Desde el análisis de clases, autores como Standing (2013), estudian la posibilidad de acuñar el concepto del precariado como una clase global en proceso de formación, cuyo eje de análisis parte una seguridad laboral cada vez más escuálida. Su investigación contempla desde las condiciones de un estudiante becario hasta la situación de un inmigrante; colocando de relieve la mercantilización del trabajo, el adelgazamiento de la democracia y las ciudadanías restringidas.

El factor económico es aquel que cobra mayor relevancia en el estudio de las clases sociales y aquellos fenómenos migratorios en aumento, Standing (2013) citado en Wright (2018), destaca que el precariado se define desde las relaciones de producción como inseguridad en el trabajo; y en las relaciones de distribución como carentes de pagos por vacaciones, cesantías y demás prestaciones.

Sin embargo, ¿Qué sucede cuando las olas migratorias impactan en el crecimiento de la informalidad, (un fenómeno ampliamente conocido en Latinoamérica)?

De manera que surgen un vasto número de preguntas con respecto al fenómeno de informalidad y la seguridad social de las poblaciones, ello agregado al factor pandemia que detonó un estado de crisis social, económica y ambiental a nivel mundial; ¿Acaso estos factores contribuyeron a acelerar la consolidación del precariado, mencionado por Standing (2013), como clase social?

Mientras se produce un decrecimiento en los presupuestos destinados a asistencia social, los ciudadanos migrantes son satanizados desde dinámicas como la xenofobia, a la vez que son víctimas de procesos de contratación precarios, en los que la búsqueda de mano de obra barata, abre las puertas a procesos de explotación laboral, sobre los cuales se yergue de forma prepotente el capital libre y las políticas neoliberales que le sostienen.


Bauman, Z., (2004). Modernidad liquida. Fondo de Cultura Económica.

Standing, G. (2013). El precariado. Una nueva clase social. Pasado y Presente.

Wright, E. (2018). Comprender las clases sociales. Ediciones Akal.

Patricia Isabel Catalán Durán

Socióloga de la Universidad del Atlántico; miembro del semillero de investigación ESMACIT, Estudios Sociales del Medio Ambiente, Ciencia, Tecnología e innovación, suscrito al grupo de investigación, TMAD, "Grupo interfacultades Territorio, Medio Ambiente y Desarrollo."

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