Individualismo práctico

Las teorías contractualistas, especialmente la de Thomas Hobbes ha planteado las bases del liberalismo como los conocemos a la par de fundar el Estado Moderno.

Las características principales de la teoría hobbesiana y que muchos las postulan en la fundación de la doctrina económico-política de los sistemas estatales contemporáneos pueden sintetizarse en cuatro: primero, la noción de legitimidad del poder, como el reconocimiento de la fuente de donde se emana la soberanía y que por la transferencia o fiducia de la misma cuenta con el beneplácito del autor de las normas. Segundo, el reconocimiento de la artificialidad de la sociedad y de la política, que son producto de la razón humana que voluntariamente pactan a fin de defender el bien más preciado: la vida. Tercero, el aparato estatal es por derivación también artificial; los instrumentos y mecanismos empelados para garantizar la seguridad de los bienes (incluido la vida) de los súbditos no son connaturales al hombre sino que son creaciones de las cuales el individuo autoriza y que el gobernante ejecuta.

La cuarta característica es la fundación del Individualismo Metodológico, un redescubrimiento del hombre, indiferentemente de la concepción antropológica positiva o negativa que se tenga, exaltando su papel funcional en el plano público y su garantía civil de protección a su esfera privada. El hombre vuelve a ser el elemento primario, depositario de la construcción social y generador de las teorías liberales: autor y actor de su propio destino.

Hoy en día “existe una creciente tendencia hacia el individualismo” pero no el metodológico para encontrar explicaciones de las circunstancias políticas. Es un individualismo práctico donde el hombre cierra herméticamente su mundo privado y crea tantas esferas públicas como habitantes tenga el planeta.

Es allí donde la teoría smichttiana y hobbesiana del estado de naturaleza movido por las pasiones del miedo, la desconfianza y la competencia se hace patente. La naturaleza egoísta y envidiosa del hombre hace que sea tal la exaltación del ego que olvida al que incluso está su lado.

Hablamos de Colombia como un Estado social de derecho, una república democrática y pluralista cuando aquel individualismo metodológico no sirve de nada, pues lo único que importa es… yo. El Estado soy YO, se infiera del absolutismo monárquico donde la soberanía no recaía teóricamente en el título o el cargo sino en la persona. Hoy Colombia no puede considerarse democrática cuando, según las palabras del exmagistrado de la Corte Constitucional Colombiana Carlos Gaviria Díaz, existen los niveles más altos de desigualdad y de mala distribución de los recursos con relación a otras naciones de independencia tardía o “desarrollo” aletargado. Como lo he señalado en varias ocasiones, si el Gobierno no cumple a integridad su función casi paternalista de proveer del mínimo necesario para una convivencia digna, es el Individualismo Metodológico quien debe responder a la pregunta ¿qué puedo hacer YO para construir una sociedad más justa o al menos más solidaria?

Pero la respuesta no llegará hasta que seamos conscientes de que la herencia liberal del individualismo no fue solo la ruptura con el modelo absolutista o comunitarista sino una exhortación eufórica a que cada ciudadano en su particularidad sea núcleo vivo de transformación social, un ciudadano comprometido, que responda a las necesidades insatisfechas y que pueden satisfacerse del otro que no cuenta con la benevolencia del sistema capitalista. “los atroces impactos” de la doctrina económico-política liberal no son más que un llamado a la autoconciencia y a la promulgación de valores como la austeridad, la tolerancia y ante todo la empatía.

Los zapatos del otro no tallan cuando no están en nuestros pies, y aunque parezca un discurso socialista, muy seguramente si se reconociera que sin darnos cuenta aplicamos el modelo de subsidios (como en el de los servicios públicos donde los estratos altos benefician a los estratos bajos) y esto es efectivo y saludable, pensaríamos en que en este mundo necesitamos del otro incluso para que devuelva a la tierra nuestro féretro gélido y pobre.

[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2013/08/Jose-collazos.jpg[/author_image] [author_info]Jose A. Collazos Molina Huilense, Estudiante de Ciencia Política de la Universidad de Antioquia. Asesor Administrativo en el Comité de Asuntos Estudiantiles del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia. Subdirector del Grupo Juvenil Ruah en Prado Centro. Editor y Diagramador en la Escuela de Teología “San Miguel Arcángel” en 2010. Director y conductor del programa radial “El esplendor de la verdad” en 2011. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]

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