Ya todos sabemos que Medellín vivió una difícil situación ambiental a causa de entes contaminantes, por no decir que la principal razón de la contaminación de la ciudad se debe en un 80% a los vehículos, y que desde 2015, la OMS hizo pública la situación tan grave que viene teniendo la ciudad y que, infortunadamente, le tocó afrontar a la administración entrante.
Valdría la pena hablar de los “descaches” que ha tenido la nueva administración, pero esa no es la idea, tal como lo anuncia su nueva campaña “Mejor emitamos soluciones”, otros diríamos “Mejor omitamos soluciones», porque así pareciera que fuera la cosa.
Lo cierto es que todo este asunto ambiental que ha sucedido en Medellín tuvo un impacto grandísimo, tanto para sus paisas orgullosos (me incluyo) como para el país y el mundo, desde luego, porque sufrimos la misma emergencia que ha tenido Beijing (en algún momento presentamos los mismos datos negativos ambientales de la ciudad más contaminada del mundo), esto nos hizo llegar a los medios, todos los ojos estaban puestos en la ciudad, pero llegó Semana Santa y muchos nos fuimos a viajar y el asunto se quedó en el aire (prácticamente).
Así que mientras todo esto sucedía, muchos ciudadanos exigíamos acciones contundentes, prontas y que ayudaran a contrarrestar esta situación tan mala para la salud de los habitantes de esta Bella Villa, allí fue donde vimos cómo dentro de la administración se contradecían o ¿cómo llamarlo? Digámosle, donde nació el #FicoYPlaca, una pequeña contrariedad que sacudió a los secretarios de tránsito del Área Metropolitana, la Alcaldía de Medellín y desde luego al ente ambiental Área Metropolitana y vaya que si les molestó, porque por ahí nos dijeron que este hashtag fue el primero que no cayó muy bien dentro de la administración municipal.
Y como las soluciones no llegaban y seguíamos ahogándonos entre smog y el hollín de los carros, a alguien se le ocurrió la gran idea de combinar Medelllín y hollín y allí nació #Medehollín, un hashtag tan fuerte que logró ser tendencia en Twitter en la ciudad y que luego cobró tanta relevancia que la Revista Semana decidió publicar un artículo “En Medellín se fue la eterna primavera, ahora le dicen #Medehollín», al cual nuestro alcalde decidió responder a este medio nacional con vehemencia “Señores @RevistaSemana con todo respeto. Estamos viviendo una emergencia ambiental. Somos #Medellín NO #Medehollín. De esta salimos.».
Esta respuesta fue tan acertada que logró convertir el hashtag en tendencia nacional y ahí sí se armó la que sabemos, llegaron a comparar a Medehollín con la época en que nos decían Metrallo, siempre se nos va la mano, como buenos paisas exagerados y como buenos regionalistas, no nos íbamos a dejar decir así de los rolos, los caleños, los costeños y ahí si rompámonos las vestiduras, el problema fue que el hashtag fue creado por nosotros mismos, porque nos convertimos en la ciudad más contaminada del país y una de las 10 de Latinoamérica ¿eso es motivo para llenarnos de orgullo¿ ¡Pues no! Y con un hashtag no vamos a arreglar el mundo, pero nos hacemos escuchar y eso logramos, tanto así, que se alteró un poco el alcalde, quien parece tener mucha presión por estos días, pero tranquilo, así como lo dijo usted “de esta salimos”, yo también lo espero.
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