Gobierno Abierto, apuesta por la democracia

Para fortalecer la democracia y profundizar en el principio de checks and balances propio del sistema político de los Estados Unidos, se debe potenciar la veeduría constructiva, la participación y la vigilancia de la gestión pública a partir de la acción ciudadana. Todo esto a través del Gobierno Abierto, nuevo paradigma de la gestión pública”.


En un mundo globalizado las instituciones públicas se encuentran en constante proceso de modernización técnica y administrativa. Adicionalmente, las acciones, planes, programas, proyectos, políticas públicas y en general, las decisiones gubernamentales, cada vez más se sustentan con información y estadísticas. Pero la velocidad con la cual avanzan las entidades no es uniforme. Cada territorio tiene sus particularidades.

Se puede decir, que vivimos en contextos yuxtapuestos. Por un lado, tenemos instituciones públicas de municipios de categoría especial o primera, según los lineamientos de la Ley 136 de 1994, que cuentan con tableros dinámicos y datos abiertos para explorar las cifras más importantes de la ciudad, y por otro, municipios de quinta o sexta categoría, que escasamente cuentan con conexión a internet.

Esta es una verdad estructural con la que deben enfrentarse los alcaldes, secretarios, directivos, funcionarios empleados y contratistas de los más de 1.100 municipios que existen en el país al momento de tomar decisiones para garantizar el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población en su respectivo territorio.

En virtud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en específico la meta ODS 16: paz, justicia e instituciones sólidas, desde las entidades territoriales debemos reflexionar sobre la necesidad de facilitar la forma en la cual la ciudadanía tiene acceso a los diferentes procesos de toma de decisiones. ¿Existe otra forma de avanzar en la Agenda 2030, en lo relacionado con Gobierno Abierto? ¿Cómo lograr a partir de la implementación de estrategias y herramientas coordinadas de cara a los ciudadanos una rendición de cuentas permanente? ¿La cultura de lo público se fortalece a partir de la participación ciudadana y el acceso a la información?

Se deben diseñar e implementar estrategias de transparencia que integren el proceso de rendición de cuentas, con la garantía del acceso a la información, lo cual le permitiría a la comunidad estar al tanto de la oferta institucional, pero principalmente tener un conocimiento sobre cómo es el control de los recursos públicos, cómo invierten los recursos las instituciones y qué herramientas están disponibles para el control social. A modo de ejemplo, hoy en día, en el proceso de contratación, se pueden utilizar al menos tres herramientas públicas que posibilitan el fortalecimiento institucional y la garantía de la publicidad, transparencia y participación de la gestión pública en la planeación, selección y ejecución contractual:  (i) Sistema Electrónico de Contratación Pública – SECOP I y II; (ii) Datos abiertos de Colombia Compra Eficiente; (iii) Observatorio Colombiano de Contratación Pública.

Como lo señalan Hugo Quiroga y Silvia Levínel en el documento de investigación Gobierno Abierto y ciudadanía en el centro de la gestión pública: selección de artículos de investigación publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL, “el acceso a la información pública constituye un estándar de derechos humanos, así como también un principio de resguardo democrático, clave para la participación ciudadana y para garantizar los procesos de accountability (responsabilidad horizontal y vertical) y de rendición de cuentas en las políticas públicas”.

Son múltiples las oportunidades de mejoramiento continuo en la construcción de potenciales iniciativas que se deben fortalecer. Siempre apuntando a disminuir posibles barreras o eliminar prácticas de resistencias ante la implementación de un modelo de Gobierno Abierto. Se debe apostar por el control eficiente y permanente a la contratación y al destino de los recursos públicos, pues de esta forma se incrementan los niveles de confianza ciudadanía y se logra un modelo de gestión que rompe estructuras clásicas integrando la colaboración e innovación en sus distintos niveles.

En la medida que se generan instancias de participación, se fortalece la apertura de datos y se promueven mecanismos innovadores de rendición de cuentas en el marco del Modelo Integrado de Planeación y Gestión – MIPG. Para fortalecer la democracia y profundizar en el principio de checks and balances propio del sistema político de los Estados Unidos, se debe potenciar la veeduría constructiva, la participación y la vigilancia de la gestión pública a partir de la acción ciudadana. Todo esto a través del Gobierno Abierto, nuevo paradigma de la gestión pública.

Miguel Ávila Bruno

Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. Especialista en Derecho Público de la Universidad Autónoma (Bogotá). Experiencia en dirección, gestión y asesoría de entidades públicas.

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