Flores o diamantes

En este día tan rosa y especial, te contaré la historia de Lucía y Esteban.

Ambos (Lucía y Esteban), se conocían desde niños y, gracias a la amistad que sus padres tenían, crecieron juntos y como los mejores amigos. Al entrar a la universidad, Lucía se muda de país y pierde la cercanía con Esteban. Los chicos toman rumbos distintos y la distancia les impide seguir teniendo el mismo contacto. El secreto de Lucía era que siempre estuvo enamorada de Esteban, pero nunca tuvo las fuerzas para pasar de la amistad al romance: las fuerzas para confesarle su amor.

Con el pasar del tiempo, Esteban comienza a extrañarla de manera muy peculiar, cosa que, jamás le había sucedido con alguien más. Siente un vacío en su pecho y lo intenta llenar saliendo con otras chicas. Sin embargo, ella es quien no sale de su cabeza y no la puede olvidar.

Mientras tanto, Lucía, de regreso a su país, conoce a un nuevo caballero llamado Luis; este, la intenta cortejar. Luis es un joven, adinerado, presumido e hijo de un político, que le hace costosos regalos con tal de ganarse su cariño y amor verdadero. Al percatarse Esteban de su ahora competencia y de que su amada ha vuelto, pone en marcha su plan para conquistar su corazón trabajando duro día y noche, ahorrando dinero y vendiendo todo lo que estuviese a su alcance para comprarle un lindo collar de oro y diamantes, suponiendo que eso pudiera gustarle.

Llega el 14 de febrero y ella recibe en su lugar de trabajo una caja muy linda y elegante por parte de Esteban. Al ver la marca de la caja, se fastidia y decide no abrirla, pues asume que es otro regalo de Luis, el cual, la tenía cansada y harta con su insistencia: no tenía ningún interés por él. Esto, ocurría mientras veía a su alrededor cómo afuera de su ventana todo estaba lleno de flores, deseando tan siquiera haber recibido una rosa roja de la persona que amaba.

Por otro lado, Esteban, asombrado de no tener respuesta, se comunica con Lucía para saber si le llegó el regalo. Ella, asombrada también, corre a abrir la caja; comienza a llorar de felicidad, pues el amor de su vida al fin le correspondía. Le pregunta por qué le había dado algo tan costoso sabiendo que no era parte de su personalidad, a lo que él le responde que no estaba seguro de qué otra manera competir por su corazón. Ella le dice que la satisfacción al poseer un lindo ramo de flores significaba demasiado para ella, por lo que tendría un valor mucho más elevado que cualquier collar de oro y diamantes que pudiesen regalarle. Al escuchar esto, Esteban sonríe y se da cuenta que sigue siendo la misma Lucía con la que creció y de la que sin saberlo, se enamoró.

Aprovechando esta breve, pero significativa historia de amor, podríamos revisar algunos temas de gran importancia en materia de Economía Política. Como vimos, Lucía le dio una significancia mayor al ramo de flores que al collar de diamantes, aun cuando conseguir el segundo, implicaba más trabajo. Esto, es un ejemplo de la teoría del valor subjetivo desarrollada por el gran economista austriaco Carl Menger, del cual, ya se ha hablado en otras oportunidades (Fuente AQUÍ).

Los precios de todo lo que consumimos dependen de la significación que damos a la satisfacción que nos otorga el bien, según la cantidad total existente. Por ello, es subjetivo. No todos vemos los bienes con la misma utilidad marginal: la cantidad de trabajo no tiene ninguna conexión directa con la magnitud de ese valor.

Ahora que entiendes la subjetividad del valor de los bienes, asegúrate de saber si a tu enamorada o enamorado le satisfacen más las flores o los diamantes.


Este artículo apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.

Montserrat Portilla

Mexicana. Politóloga Internacionalista. Fundadora del grupo juvenil «Chavos Libertarios». Promotora de la Escuela Austriaca de Economía y del Gobierno de orden privado. Cristiana libertaria.

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