Radicalizar la democracia: el populismo
Primera entrada Fico es un hombre superficial. Se define como un hombre sin partido, que no se mete con problemas teóricos, ni abstractas disquisiciones, eso no es lo suyo. Lo suyo es la calle, la gente, el apretón de manos, el beso. ¡Parcero vamos es pa’lante! Se auto-postula como pragmático, suma, resta y ya, pero lo que hay detrás es una ignorancia política crasa y un desconocimiento de los problemas del país. Por ejemplo, estigmatiza insistentemente a Petro con el término populismo como si el término populismo fuera la representación del mal. Asocia al populismo con Maduro y Ortega, desconociendo otros presidentes populistas de izquierda como Lula y Evo Morales, que gobernaron respetando las reglas democráticas, y desconociendo pésimos populistas de derecha como Fujimori, Uribe y Bolsonaro, que desestabilizaron la democracia al alterar el sistema de pesos y contrapesos. Pero Fico machaca con Maduro para crear, como enseña Uribe, temor y pánico.
El populismo es, en todos los aspectos, un producto del mal funcionamiento de la democracia de partidos. Los populistas sostienen además que hay una crisis de representación de la democracia formal y representativa y formulan un cambio de la identidad política tradicional con el fin de adoptar una identidad “popular” nueva. Fico desconoce que el populismo, donde ha surgido, es una reacción frente al malfuncionamiento del sistema político y de una profunda insatisfacción con la democracia representativa.
El populismo no está contra la democracia. Su elemento positivo es que busca sustituir la democracia representativa por una nueva representación incluyente. De esta manera mejora la calidad de la democracia en la medida en que le da participación a grupos que no se sienten representados en el gobierno representativo, y moviliza sectores excluidos de la sociedad optimizando su integración política. El populismo de izquierda le da sentido a la idea democrática de los antiguos o radical, según la cual la soberanía es expresión de la voluntad popular, es decir, el poder debe ser expresión de la voluntad del pueblo. Lo positivo del populismo es ese intento de devolverle al pueblo, la oportunidad de hacer un ejercicio democrático que lo tome en cuenta. Fico, si es tan malo el populismo intente decir algo más que afirmar que el populismo es Maduro y Ortega. El suyo es un argumento demasiado trivial.
Fico Gutiérrez, el saludable, superficial y dinámico exalcalde de Medellín, que tuvo como secretario de Seguridad a Gustavo Villegas, capturado en julio de 2017 por sus nexos con la Oficina de Envigado, se presenta ante el país como el único con autoridad moral para hablar de paz puesto que nunca ha empuñado un arma.
Se presenta así para decir que Petro no tiene ninguna autoridad moral frente a la paz porque fue guerrillero y empuñó armas. No dice nada sobre el proceso de negociaciones mediante las cuales el M-19 entregó las armas, se reintegró a la vida política del país, sus miembros fueron amnistiados y participaron en el proceso constituyente de 1991, y además algunos de sus integrantes entraron a participar en los diferente órganos del poder político. Para Fico, Petro simplemente fue un guerrillero, participó en una guerrilla que atentó contra la gente, extorsionó, asesinó, entonces deberá pagar, como tienen que pagar, según dice, todos los miembros de las FARC que entregaron la totalidad de las armas y se sometieron al Acuerdo Final. ¿Acaso lo que está realizando la JEP no es justicia penal restaurativa y retributiva? ¿De su visión retributivista absoluta, “ojo por ojo” de la ley del Talión, se sigue que reversará la JEP?
Segunda entrada Fico quiere, como lo hicieron Uribe y Duque, estigmatizar a quienes después de haber participado en la lucha armada, entraron a unas negociaciones políticas para desarrollar un proceso de pacificación de la sociedad. Estigmatizar es imponerle a una persona un atributo profundamente desacreditador, que reduce a su portador, simbólicamente, de una persona completa y normal a una cuestionada y disminuida en su valor social.
Cuando Fico dice: “Las Farc solo entregaron el 50 % de las armas, no entregaron las rutas del narcotráfico, no han reparado una sola víctima, no han dicho la verdad”, no solamente está estigmatizando y desacreditando todo el proceso. Está desconociendo los informes dados por la Misión de la ONU en Colombia al Consejo de Seguridad sobre la entrega de la totalidad de las armas. Y además está anunciando que va a darle el golpe final al Acuerdo Final, a la JEP. Es decir, Fico va a hacer “lo que diga Uribe”.
Saluda mucho en la calle a los parceros y se ríe, pero desconoce la historia. En Colombia se celebraron acuerdos de paz entre conservadores y liberales en 1910, el pacto de convivencia del Frente Nacional permitió alcanzar la paz en 1958 mediante una amnistía a las guerrillas liberales. En 1982, 1986, 1989, 1990 y en 1991se buscaron salidas al conflicto armado que comprendieron amnistías e indultos, y en el caso de las FARC, se dio una negociación que incluyó entre sus elementos justicia retributiva y restaurativa (JEP), Comisión de la Verdad, reparación y garantías de no repetición. Este proceso está en curso, falta desarrollar muchos puntos del AF, parar la matanza de exguerrilleros. Pero que no venga Fico a decir ahora con todo su carácter (que dice tenerlo) que él como nuevo dueño de la paz va a profundizarla. Será la paz uribista de hacer trizas el Acuerdo, que conducirá a Colombia de nuevo a la guerra.
Lo positivo del populismo es ese intento de devolverle al pueblo, la oportunidad de hacer un ejercicio democrático que lo tome en cuenta.
Me parece que mucho títulos pero no tiene idea de lo que habla! Antes de escribir por favor le pido que LEA