Saludo a los cibernautas que pasan por el frente del portal Al Poniente desde la Hemeroteca de la Universidad Nacional de Colombia, un espacio lleno de sentimientos y afectos para la comunidad académica nacional.
En la presente columna quiero hacer un recorrido analítico sobre la idea de estereotipo, un concepto muy común en Ciencias Sociales y particularmente en el campo de la Comunicación.
Según el diccionario de la Real Academia Española (1) estereotipo tiene dos significados:
- Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.
- Plancha utilizada en estereotipia.
La publicidad hace uso ampliamente de los estereotipos o clichés según se ejemplifica en el siguiente caso (2):
Si este coche fuera una dama, le pellizcarías el trasero.
(Publicidad de un automóvil Fiat).
Si esta dama fuese un coche, te atropellaría.
(Graffiti aparecido debajo del anuncio en Inglaterra).
Un estereotipo es una imagen burda y falta de análisis sobre una persona, un grupo social, un producto o una situación, muchas veces fruto del ejercicio natural de “teléfono roto” que poco a poco conforma una imagen exagerada. Una vez que se fija una imagen es casi imposible rehacerla o transformarla.
Indagando más sobre el significado de estereotipo, un lector juicioso puede encontrar la visión de Gamarnik que propone que un estereotipo es la representación o imagen del otro y de sí mismo que se configura en la mente de los miembros de un grupo social, e implica creencias inconscientes compartidas por un segmento de opinión en el cual se esconden los juicios de valor correspondientes. Los estereotipos penetran en la cultura y como consecuencia vanpoco a poco se van aceptando como parte integral de sus actuaciones sociales.
En el imaginario social el estereotipo se limita, las más de las veces, a resaltar las características negativas de un grupo, lo cual implica una especie de descalificación y de desprecio de ese grupo, situación que permite afirmar que la concepción del concepto de estereotipo está a su vez estereotipada.
Como dirían mis tías de Yarumal, la gente goza con el mal ajeno, y esto lo aprovechan los medios de comunicación en la búsqueda perversa del aumento de sus audiencias.
En el caso colombiano esto se refleja dramáticamente cuando las grandes programadoras de televisión se empeñan en presentar las imágenes negativas de la sociedad colombiana con telenovelas como “Sin tetas no hay paraíso”, “El capo”, “Escobar, el patrón del mal”, “Rosario tijeras”, “Las muñecas de la mafia”, “La viuda de la mafia”, etc. Estos seriados son exportados a diversos países, cultivando una imagen estereotipada de Colombia marcada por las mafias y el narcotráfico. Con esta estrategia las programadoras, además de incrementar su rating, aumentan sus ingresos.
A propósito de esta situación, me motivé a escribir esta columna a bordo de un vuelo de Turkish Airlines de Estambul a Madrid, cuando dos profesores universitarios chilenos, compañeros ocasionales de vuelo, me manifestaron su temor sobre la suerte mafiosa de Colombia, la cual “conocían ampliamente” a través de los seriados televisivos referenciados arriba. Se me puso la piel de gallina cuando me hablaron de “Pablo” con la familiaridad de quien se refiere a un compañero de bachillerato, dicharachero y juguetón, que tomó un rumbo equivocado en su vida.
No obstante, en una mirada más amplia, el estereotipo puede contener características positivas de una sociedad, lo cual facilita a los diversos cronistas a hacer la lectura de diferentes grupos sociales. En este sentido el estereotipo (3) proporciona arraigo y habitabilidad a un grupo social y funciona como un vehículo tranquilizante que conecta el comportamiento social.
Como referencia Lie (4) el primer autor que habló de estereotipo fue Walter Lippmann en el año 1922 en su libro Public Opinion definiéndolo como una imagen mental que desempeña un rol indispensable en la comunicación social. Haciendo una mirada a la tendencia actual de la globalización pudiera pensarse, en primera instancia, que los estereotipos locales y nacionales tenderían a desaparecer, pero la realidad es que permanecen y se transforman pero conservando su esencia.
Con la idea de aprovechar la mirada propositiva del concepto de estereotipo, me puse en la tarea de hacer una lista de algunas preconcepciones positivas sobre Colombia y sus regiones, que podrían ser resaltadas por los diferentes actores que tienen que ver con la conformación de la imagen de Colombia hacia el mundo.
- Los colombianos son grandes trabajadores.
Nadie niega la capacidad de trabajo del colombiano, la cual es muy apreciada en ámbitos empresariales. Esta es una marca que llevamos los cafeteros cuando buscamos trabajo en el exterior, tanto en el ámbito operativo como en el campo directivo.
- Los ciclistas colombianos son los mejores escaladores.
Las imágenes de Lucho Herrera, Alfonso Flórez, Fabio Parra, Rigoberto Urán y Nairo Quintana, entre otros, marcó el ámbito del ciclismo mundial por su capacidad como escarabajos escaladores de las montañas del mundo. Esta imagen se vio opacada por unos años debido al doping de los ciclistas de otras naciones, pero en los últimos años la Generación Nairo retomó el camino.
- La Universidad Nacional de Colombia es la primera universidad colombiana.
Esto lo ratifican los diferentes indicadores tanto nacionales como internacionales. Recuerdo cuando me encontré en una calle de Munich con varios estudiantes colombianos que me saludaron protocolariamente como a un desconocido circunstancial, y al enterarse de que era profesor de la Universidad Nacional abrieron sus corazones y comenzaron a preguntarme sobre la vida y el quehacer de la institución.
- Los colombianos son acogedores.
La gente de nuestra nación es cálida, amable y acogedora. El colombiano le abre las puertas de sus hogares y de sus corazones al visitante. Esto se da con mayor énfasis en Antioquia, el Viejo Caldas, los Santanderes y la Costa Atlántica.
- Los colombianos son creativos y rebuscadores.
Basta con salir a la calle para ver a miles de ciudadanos rebuscándose el sustento diario. En el último mundial de fútbol la gente creó centros de intercambio de láminas del álbum de los jugadores, en las tiendas de barrio se ofertan minutos de celular a cualquier parte del mundo, en las calles de Barranquilla hay empresarios que venden el paso por puentes improvisados cuando llega el invierno con sus arroyos, en talleres de la zona de Barrio Triste en Medellín se fabrican repuestos para un Willis 54 o un Ford 58 que están descontinuados de fábrica desde hace varias décadas, etc.
Estas imágenes estereotipadas serían un buen punto de referencia para definir los insights publicitarios del Viceministerio de Turismo y el Fondo de Promoción Turística, para promover la imagen de nuestra nación.
Y tal vez podrían servir de inspiración para las programadoras televisivas que más allá del rating podrían pensar en seriados que promuevan nuestras características positivas y todas las cosas buenas que tenemos en nuestra querida Colombia.
Se me ocurren, de afán, algunos ejemplos de personajes dignos de admirar y de imitar y que sembrarían semillas dignas de emular por nuestros jóvenes: Alejandro López, Ingeniero Civil de la Escuela de minas; Félix Patiño, médico y ex-rector de la Universidad Nacional de Colombia; Gabriel García Márquez, nuestro Nobel de Literatura; Alejandro Obregón, pintor cartagenero; Jorge Eliecer Gaitán, gran hombre del pueblo; Rodolfo Llinás, neurocirujano, entre otros.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-b-mia.xx.fbcdn.net/hphotos-ash3/t1.0-9/1512389_1429197034004824_2448223768463337392_n.jpg[/author_image] [author_info]Diego Germán Arango Muñoz Ingeniero Administrador de la Universidad Nacional de Colombia Psicólogo, de la Universidad de Antioquia Administrador Turístico, del Colegio Mayor de Antioquia. Especialista en Mercadeo, de le Universidad Eafit. Especialista en Investigación Social, de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Universidad nacional de Colombia desde 1977. Profesor invitado a 35 universidades hispanoparlantes. Consultor en Marketing para más de 350 compañías. Director de más de 3,500 investigaciones empresariales en el campo del Marketing. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]
Bibliografía:
(1). http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=estereotipo
(2).https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero32/teoreste.html. “Estereotipos sociales y medios de comunicación: un círculo vicioso”. Gamarnik, Cora Edith. Universidad de Buenos Aires.
(3). Abruzzese, Alberto. “Cultura de masas”. CIC (Cuadernos de Información y Comunicación). 2004, 9, 189-192. ISSN: 1135-7991.
(4). Lie, Nadia; Mandolessi, Silvana y Vanderbosh, Dagmar, “El juego con los estereotipos: La redefinición de la realidad hispánica en la literatura y los cines postnacionales”. http://www.peterlang.com/download/extract/69429/extract_21849.pdf
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