Estado y Blockchain, un pulso por el poder sobre el dinero

Antes de desarrollar la idea del título, que se enfoca en el asunto de Blockchain y las recientes adopciones de criptodivisas como monedas de curso legal, conviene advertir que no me presento como un prestidigitador o adivino y que parto del principio racional de la incertidumbre sobre el futuro. Así mismo, espero acompañarlo bien de una dosis coherente de expectativas y que, en esa medida, resulte útil para que la racionalidad intencional del lector le permita siquiera cuestionarse.

Debo advertir, también, que la lectura puede resultar circular, después de todo comprender la realidad cripto requiere de un enfoque de complejidad, cuando no, de hacer parte de la complejidad misma. Desde este punto, avisoro cercano el uso masivo de BC.

En primer lugar, resumamos la diferencia entre el dinero fiat y los criptoactivos: su valor está dado principalmente por entidades de naturaleza distinta. El dinero fiat, funciona como dinero porque la macroestructura Estado le ha designado esa atribución; en contraste, los criptoactivos, funcionan como dinero porque ofrecen un grado mayor de certeza que el dinero fiat al conservar la información de la transacción de forma inmutable por lo que la comunidad le reconoce valor, siendo así infalseable. Es decir, la transacción (que en otros tiempos se consignaría en papel o algún metal por orden de algún soberano), se consigna ahora en diferentes computadoras del mundo por decisión de los usuarios. Recordemos que el dinero es un medio de intercambio, por sí mismo no tiene valor sino aquel que se le imprime al tranzar bienes o servicios. De ahí que nada, nada, nada, sea gratis.

En segundo lugar, comprendamos qué es el Estado y qué es Blockchain. En este contexto, el Estado es un tercero al que, evocando a Rosseau, le otorgamos nuestras libertades en un ejercicio de confianza para garantizar la anhelada, y siempre lejana, convivencia pacífica. Por otro lado, Blockchain, puede definirse como una red de computadoras en la que los usuarios vuelcan información que requieren certificar para un posible uso futuro.

En este marco, la disputa entre Blockchain y el Estado moderno radica en el control sobre el valor de los elementos de representación de valor. Poder definir, de alguna manera, el valor del dinero es ejercer control sobre los ciudadanos, finalmente se controla el estilo de vida de la población a través de la política monetaría que, en teoría, busca mantener el poder adquisitivo. Si existe un instrumento de intercambio que no requiere del Estado para definir su valor, este pierde poder. En cambio, en Blockchain es la comunidad la que producto de sus decisiones libres, otorga de forma sistémica y natural el valor correspondiente a cada elemento de intercambio respaldado por la permanencia de la información en el sistema.

Así mismo, este sistema de información corrige un defecto del mercado relacionado con la asimetría de la información en el precio pagado por bienes y servicios, definiendo de forma histórica su valor en tiempo real.

Actualmente, la criptomoneda con mayor capitalización de mercado es Bitcoin, sin embargo, su uso como medio de pago aún no es tan popular debido a su volatilidad y a que sus características la hacen más útil como reserva de valor, sin embargo, se espera que, una vez se complete el número maximo de Bitcoins posibles su precio se acentúe y una porción del mercado global sea más eficiente, generando círculos virtuosos a lo largo del Globo.

Otra anotación obligatoria se debe hacer; la web3 y el metaverso se vienen encima, sin embargo, la discusión está dada sobre la descentralización real y una que podemos llamar aparente. Se predica que la única red descentralizada real es la de Bitcoin y que las demás capas construídas sobre ellas son centralizadas, incluso Binance ha tenido que adoptar una estructura de tercero administrador que contraría la naturaleza de Blockchain; he aquí, aún, el poder del Estado.

Finalmente, el mundo próximo requiere de una cantidad de energía eléctrica sin precedentes. Será definitivo para las ventajas competitivas regionales optar por la generación de energías limpias. Colombia tiene un potencial hídrico, solar y volcánico que, de saber aprovecharlo, permitirá un crecimiento exponencial en sus índices de desarrollo. Esperemos que las gestiones de los diferentes agentes sean oportunas y certeras.


 

Imagen tomada de https://www.santander.com/es/stories/guia-para-saber-que-son-las-criptomonedas

Gabriel Alejandro Sánchez Zamudio

Abogado IT
Maestrante en Derecho Informático y de Nuevas Tecnologías.
Emprendedor en Innovación Digital, E-commerce, LegalTech, FinTech y Crowdfunding. Enfocado en Blockchain y Smartcontracts desde la Experiencia del Usuario.
Vaki: https://vaki.co/es/vaki/AppAbogados

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