He visto futbolistas patrocinar helados, actores patrocinar cafeteras, políticos patrocinando productos «de la tierra» pero, lo que no me imaginaba (porque no es de recibo), era que iba a ver a España publicitando un producto estadounidense.
Soy amante de la innovación pese a que ésta conlleve riesgos de autodestrucción y autoprotección casi a partes iguales (esta afirmación está por debatir…); sin embargo, me gustaría que la lectora reflexionara respecto a un tema que ha pasado por los medios sin comerlo ni beberlo; un tema que, en mi opinión, es de una no desdeñable gravedad debido a las connotaciones que conlleva que un Presidente de Gobierno se «calce» las nuevas Google Glass y las luzca en nombre de España.
El Presidente del Gobierno, pese a que la Constitución no lo marque así, es, de facto, una figura representativa o (al menos) representante de la sociedad española y del país. No voy a entrar aquí a juzgar si Rajoy era consciente o no de lo que el gesto que aquí remarco significa, ni evaluar si realmente tiene un efecto positivo o negativo en la compañía que fabrica estas gafas; sin embargo, no quiero que pase desapercibido.
Rajoy es representante de la Nación y, como tal, no lo es – no debería serlo – de los intereses comerciales (y menos de los estadounidenses). Se puede intentar excusar la protección y defensa de las multinacionales españolas en el extranjero aduciendo supuestos intereses nacionales pero, lo que no es admisible ni excusable es que el Presidente de España no sea consciente de que comportarse como un agente privado anunciando el último superdeportivo de una marca de lujo, no es de recibo – y, la verdad,huele a sobres. Por otro lado, lo de Esperanza Aguirre, también sería censurable a juicio de muchos; sin embargo, mi crítica no va dirigida a ella ya que, actualmente, no representa a nadie; es personaje público pero no representativo.
Sin embargo, Rajoy y Aguirre no son los únicos. En la Feria Internacional del Turismo (Fitur), los Príncipes de Asturias y el Ministro José Manuel Margallo, también hicieron publicidad de esta marca. Europa Press publicaba un reportaje-vídeo, el 22 de enero, en el que decía que (atención) «las gafas estarán en la venta a partir de este año para, entre otras cosas, ayudar a identificar edificios de Madrid y a dar información sobre su historia». Asimismo, continúa diciendo que «también han tenido tiempo para visitar algunos de los stand de las Comunidades Autónomas». Por último, y para acabar de darle forma de spot publicitario, reproduzco aquí unos segundos del vídeo del que ya he hablado: «puede hacer más cosas, tiene GPS, puede recibir llamadas telefónicas, puede hacer videoconferencias…» (Entre los segundos 47 y 51).
¿No os parece preocupante que lo principal sea calzarse las gafas estadounidenses y lo secundario sea dar visibilidad el comercio de nuestras Comunidades Autónomas? Además, ¿no os apesta anuncio? A mí sí y me asusta que haya pasado tan desapercibido.
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