“Facebook es una herramienta fundamental para el desarrollo social en esta era digital, pero ésta se ha convertido no solo en una especie de panóptico, sino también en una especie de tirano digital que se está caracterizando por regular la vida desde lo digital de sus usuarios alrededor del mundo ”
Sin ninguna duda alguna, en los últimos años, la red social conocida como Facebook se ha convertido en la plataforma más amada y odiada a la vez en todo el planeta. El gigante informático se ha convertido en el blanco de controversias y ataque por parte de usuarios y de otros personajes debido a las políticas que éste posee para con sus usuarios.
Si bien Facebook es una herramienta fundamental que se está empleando para el desarrollo de la sociedad en esta era digital, la misma se ha convertido no solo en una especie de panóptico, sino también en una especie de tirano digital que se está caracterizando por regular la vida desde lo digital de todos sus usuarios alrededor del mundo. La red social posee una serie de mecanismos con los cuales censura, bloquea y elimina los contenidos de los usuarios que según ellos mismos no se ajustan a sus llamadas normas comunitarias. Este mecanismo, que para la plataforma digital mencionada figura como un imperativo categórico o un código de ética, muchas veces atentan contra la libertad de expresión del sujeto-usuario quien se ve restringido y/o suprimido de expresarse libremente de algo o alguien en su plena facultad de hacerlo.
El actuar de Facebook para con sus usufructuarios tiende a ser el de un autócrata que busca que los tales piensen y se comporten como éste quiere que se haga, coaccionando con ello la libertad que tiene cada sujeto-usuario para utiliza dicha plataforma. Conforme a esta tesis, el filósofo oriental nacionalizado en Alemania, Byung-Chul Han, sostiene en su obra Psicopolítica (2012), que “vivimos una fase histórica especial en la que la libertad misma da lugar a coacciones”.
De acuerdo a este planteamiento me surge el siguiente interrogante: ¿Qué tan libres realmente somos cuando las grandes plataformas digitales censuran muchas veces lo que publicamos en nuestras cuentas? La libertad que gozamos cuando decidimos subir una imagen, publicar un estado en nuestro muro, o comentar el contenido de otro sujeto-usuario, muchas veces se ve coaccionado por las normas comunitarias que posee la red social.
Esta red se ha convertido en una especie de autócrata, o tirano, que está regulando todas las decisiones y condiciones de los sujetos-usuarios; al publicarse algo con lo que Facebook no está de acuerdo no solo elimina dicho contenido sino que restringe la cuenta del ya individualizado sujeto-usuario por un segmento de tiempo determinado. Esta es una de las cuestiones por la cual se determina a este gigante de la información digitalizada como un autócrata y se pone en tela de juicio la supuesta libertada que tiene el sujeto-usuario para navegar en su propia cuenta como y cuando lo desee. Por esta cuestión, se puede considerar que la libertad del sujeto-usuario se ha convertido en un entreacto.
Actualmente el proyecto digital de Facebook se sustenta en el poder hacer, es decir, que pueden y que no pueden hacer los usufructuarios de dicha red. Este poder hacer genera más coacciones que el deber hacer, por ello, el filósofos Byung-Chul Han, antes mencionado, sustenta que “el poder hacer genera incluso más coacciones que el disciplinario deber”. Anteriormente, con la puesta en marcha del panóptico benthamiano existía un poder disciplinario que regulaba la vida humana bajo el imperativo categórico deber ser, el cual poseía ciertos límites, pero, con la puesta en marcha del nuevo panóptico digital en esta sociedad digitalizada, este el nuevo proyecto se sustenta bajo el poder hacer, imperativo categórico que aunque no tenga límites, o al menos eso pensamos y nos hacen creer, la coerción de la libertad se ve reflejada en las censura de la libertad de expresión.
Hoy Facebook cuenta con más de 2.700 millones de usuarios en todo el planeta, a los cuales les regula como desee, siendo una de estas regulaciones sus políticas de las normas comunitarias que sancionan a los sujetos-usuarios cuando sus contenidos van en contra de sus normas dictatoriales establecidas. Por esta justa causa podría tener validez el argumento de Karsten Gerloff, presidente de la Fundación de Software Libre de Europa (FSFE), quien para el mes de julio de 2013 dijo: “Facebook determina quienes somos. Amazon establece lo que queremos, y Google determina lo que pensamos”. Si analizamos el argumento de Gerloff y las políticas de Facebook podríamos llegar a la conclusión de que el gigante informático se está comportando como un autócrata digital.
Señalamientos y Controversias ligadas a Facebook
Para concluir, no podemos ocultar los señalamientos y las críticas a las que se ha visto sometido la red social. Facebook ha sido señalado de estar involucrado dentro del programa de vigilancia electrónica de alto secreto (Top Secret) PRISM, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de los Estados Unidos, según algunos informes filtrados por ex informantes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Dentro de las controversias ligadas a Facebook se encuentra también los señalamientos que se le hacen a la compañía de invadir la privacidad de los usuarios con el fin de obtener dividendos para la compañía. Por esta razón, para el 2018 la Comisión Europea le dio un ultimátum de tres meses a Facebook para que adaptase sus prácticas a la normativa de consumo de la Unión Europea.
Estas y más controversias, son las que se presentan en torno a esta red social la cual, se ha consolidado como la más importante a nivel mundial. Facebook hoy goza de buena y mala reputación alrededor del mundo lo que le suma y le resta importancia equitativamente. Hoy, podemos ver a Facebook como queramos verlo, más aun desde nuestras propias experiencias en la red, pero lo que sí es completamente válido es afirmar que Facebook está determinando al sujeto contemporáneo digital.
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