Para muchos la salida en falso del Presidente Iván Duque Márquez sobre lo que gana un empleado de una panadería de promedio en un mes, no solo ha generado cualquier cantidad de burlas y memes en las diferentes redes sociales sino que es la clara evidencia de la manera en que el Gobierno actual en muchos casos ve la realidad del país.
Un claro ejemplo de ello es cómo se percibe o por lo menos así lo hacen entender con la educación pública en el territorio nacional, que por lógicas razones se deberá recibir con los cuidados y prevenciones por la situación del COVID-19.
La formación virtual y las estrategias de brindar el conocimiento a través de diferentes herramientas es digno de admirar y más cuando el Gobierno Nacional ha facilitado opciones a través de las Secretarias de Educación del país para que los estudiantes puedan suplir la presencialidad a causa del coronavirus.
El punto es innegable y quizás no tenga discusión, el asunto es que muchos hogares que aún con conectividad no pueden o no se les facilita recibir su formación como debería ser por la carencia de equipos en su entorno familiar o simplemente porque no cuentan con los mismos.
La situación es tan crítica que algunas universidades y colegios privados han facilitado equipos de cómputo para que sus estudiantes puedan tener facilidades en la conectividad con sus centros de formación pero lo mismo no se presenta en el sector público.
Muchos hogares cuentan con un solo equipo de cómputo para varias personas y lo mismo de una u otra manera dificultan la labor de los miembros de una familia. El encierro obligatorio y la cuarentena inteligente donde variedad de labores se trasladarán al teletrabajo, generarán situaciones que impedirán asertivamente el proceso de aprendizaje de la población colombiana que tendrá como opción la virtualidad y más cuando cada miembro tiene su interés particular.
Sin desconocer los apoyos de la radio y de la misma televisión como herramientas de aprendizaje y de alternativas a través de guías, cartillas o demás, es necesario en un mundo globalizado, el uso de la tecnología de la red y sus componentes para suplir la presencialidad que ha caracterizado la formación en un país como Colombia por lo que es necesario proporcionarla y más cuando se carece de la misma en muchas zonas de las diferentes regiones.
La situación se vuelve más compleja en lo rural donde cantidad de hogares carecen incluso de conectividad o de sistemas adecuados que les permita acceder a una formación contraria a la presencialidad.
Entiendo y de qué manera el esfuerzo que ha venido realizando el Gobierno Nacional a través de su Ministerio de Educación para garantizar la formación de millones de colombianos pero en muchas ocasiones queda corto en cobertura e impacto a igual número de personas por la falta de conectividad o de equipos, lo que va a generar desigualdad en la educación actual trayendo por lo tal consecuencias nada favorables en este importante tema de interés nacional.
Ponerse en los zapatos del panadero es el ideal que el actual Gobierno debe hacer para entender una realidad que se tendrá en la manera que se imparta la formación educativa de todo un país y a esto le debe apuntar.