“El presidente Gustavo Petro planea presentar la reforma pensional frente al Congreso de la República en el 2023. Su proyecto, si bien puede beneficiar a los trabajadores informales y eliminar la competencia entre Colpensiones y los Fondos de Pensión, presenta serios problemas.”
El presidente Gustavo Petro planea presentar la reforma pensional frente al Congreso de la República en el 2023. Su proyecto, si bien puede beneficiar a los trabajadores informales y eliminar la competencia entre Colpensiones y los Fondos de Pensión, presenta serios problemas.
Comencemos por explicar qué busca la nueva reforma tributaria. Se busca dar una mesada de $500.000 a 3 millones de adultos mayores en condición de pobreza, un monto mayor que el de $80.000 del programa Colombia Mayor. Además, lo que se busca es que las personas que ganan hasta $4´000.000 (la mayoría) tengan que cotizar en Colpensiones. Así las cosas, si alguien gana $5´000.000, los primeros $4´000.000 cotizan en Colpensiones y el $1´000.000 restante puede cotizar en un Fondo Privado de Pensiones. La reforma plantea que el dinero para pagar la mesada de esas 3 millones de personas salga en parte de lo que se están cotizando en los fondos privados, es decir, unos $18 billones anuales.
¿Cuál es el problema entonces?
Lo bueno es que esta reforma acabaría con la competencia entre Colpensiones y los Fondos de Pensión, y que ampliaría la cobertura del Sistema pensional (actualmente sólo el 25% de los colombianos se pensiona). Lo malo es que la reforma no sólo ignora problemas serios que ya tiene el sistema, sino que empeora e incluso crea otros muy graves.
Lo primero es que el país se empezaría a endeudar con esos cotizantes, o sea, empieza a pagar la mesada de 3 millones de personas, pero se gasta el dinero de la pensión de los que empiezan a cotizar en Colpensiones. Se estaría engordando un sistema insostenible que para el año pasado le costaba a todos los colombianos unos $14,8 billones en impuestos y en el que sólo un 8,4% de sus cotizantes se va a pensionar. Esa deuda que adquiriríamos tendría que ser pagada en el futuro, y lo más posible es que sea con mayores impuestos.
Otro problema del que poco se habla, es que, sin las inversiones realizadas por los fondos de pensiones también se verían afectadas muchas empresas, proyectos de infraestructura, mercados y hasta la deuda pública del gobierno, en los que se invierten los billones que cotizan los colombianos en los fondos privados.
Con respecto a los problemas que ignora la reforma, lo más importante a tener en cuenta es que los niveles de desempleo y de informalidad siguen por las nubes. En el 2021 un 53% de los trabajadores eran informales, y la tasa de desempleo era del 13,7%. No hay reforma que prospere con esos datos. Es muy difícil sacar dinero para pensiones si pocas personas pueden cotizar regularmente. Por eso, también se debe hablar de una reforma laboral capaz de integrar fácilmente en el mercado a los desempleados y que genere los incentivos suficientes para aumentar el nivel de formalidad.
Por último, aún no se ha hablado de los otros regímenes especiales de pensiones, estos son todos aquellos regímenes públicos fueran de Colpensiones como lo son el de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, Ecopetrol, el Magisterio Público (profesores), etc. Estos regímenes tienen unos requisitos de pensión distintos a los de Colpensiones y los Fondos privados, pero en el 2021 le costaron unos 30 billones de pesos al país en impuestos, y esa cifra no hace más que crecer año tras año.
En pocas palabras, no hay reforma que prospere mientras la mayoría del país está en el rebusque o pasando hojas de vida, y mientras el gobierno Petro siga mostrando tanto excepticismo por la iniciativa privada y su papel en la generación de empleo y pensiones sostenibles, es muy difícil que la mayoría de colombianos puedan cotizar una pensión para su futuro.
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