Creo sinceramente que este año nos dio un regalo mayor que cualquier otro, un tiempo de reflexión para darnos cuenta de las falencias del sistema colombiano, un sistema que tiene a las personas como su última prioridad.
Si bien a nivel nacional ya sabíamos cómo el gobierno estaba fallando a niveles olímpicos, esta situación nos dio la oportunidad de darnos cuenta como los alcaldes y gobernadores recién electos, iban a cumplir con sus funciones.
Personalmente para mi muchos de los recién electos demostraron su verdadero rostro, ya no eran las mansas ovejas que ponían al pueblo primero, ahora son unos coyotes dispuestos a sacrificar a ese mismo pueblo por cumplir compromisos adquiridos.
Espero de corazón que el pueblo colombiano entienda, que robar en las ayudas humanitarias es una causal más que justa, para movilizarnos y bajar del poder a las personas que nosotros mismos subimos.
Entender que ayudar a los bancos, mientras la clase media se desangra, debería ser más que suficiente para que algunas personas salieran del poder.
Que en plena crisis económica esos que están en el poder se suban el salario, que ya de por si es alto, y el pueblo tenga que conformarse con miserias no solo es causal suficiente, es literalmente una burla en nuestra cara y por cosas mucho menores han caído personas mucho más poderosas.
Cuando entendamos que el problema de este país no es de tendencias políticas, sino de enfoque y lamentablemente el único enfoque ya sea de izquierda, derecha o centro en este país es el de robar.
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