Desde hace poco más de diez años la frase “me lo contó un pajarito”, nunca tuvo más sentido. Y es que desde que se creó la plataforma Twitter, red social provista para emitir comentarios y frases cortas, que posteriormente hubo la posibilidad de enlazarlos en los famosos hilos, se convirtió en el sitio por excelencia para crear tendencias en la construcción de narrativas, que luego se masifican en redes sociales de mayor difusión como Facebook o Instagram y/o medios de comunicación tradicionales.
“Libertad para expresarse”, “libertad para no estar de acuerdo con los preceptos comunes”, “libertad para difundir ideas”, en principio, fueron la base de esa red social como muchas otras. Sin embargo, algunas tendencias fueron limitando lo que se dice y las formas de emitir opinión en los últimos años; de allí el interés del magnate Elon Musk.
Given that Twitter serves as the de facto public town square, failing to adhere to free speech principles fundamentally undermines democracy.
What should be done? https://t.co/aPS9ycji37
— Elon Musk (@elonmusk) March 26, 2022
El tío Elon
Si usted es una persona que tiene una exposición media a noticias de interés mundial, lo debe conocer seguramente. Elon Musk es un empresario oriundo de Sudáfrica que obtuvo su fortuna tras interesarse por resolver problemas de la humanidad, desde la masificación de un coche eléctrico hasta la preocupación por explorar el espacio exterior y generar condiciones para viajes y la estancia del ser humano en Marte; y todo el resultado de su actividad económica lo han vuelto el hombre más rico del planeta a la fecha que se escribe esta columna.
Un artículo reciente del New York Times (Fuente AQUÍ) lo definen como un simpatizante de las ideas de la libertad, en especial a las que se refieren a la economía; a su vez, ha sido crítico de las restricciones a la libre expresión y a esa cultura de bienpensamismo que para algunos se nos quiere imponer.
La palomita azul
Algunos no vislumbramos que realmente cumpliría su palabra, y sí, el magnate sudafricano ya se había mostrado en el pasado como interesado por adquirir la popular red social, pero fue hasta este semana que se confirmó que había llegado a un acuerdo con los demás accionistas para hacerse con el control de la compañía tras una operación pública de adquisiciones presentada al ente regulador bursátil pertinente en los EEUU.
BBC News Mundo en su artículo (Enlace AQUÍ) destaca:
“La junta directiva de Twitter acordó este lunes aceptar una oferta de compra por valor de USD$ 44.000 millones realizada por el multimillonario Elon Musk.”
Más allá del eminente potencial que tiene la célebre red social, el interés por defender el escenario del libre tránsito de las ideas es completo, además, estamos hablando de un empresario que ha desarrollado sus negocios en torno a un relativo altruismo. El artículo mencionado referencia sus declaraciones.
“La libertad de expresión es la base de una democracia para que funcione y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, manifestó Musk en el comunicado en el que se anunció el acuerdo.
“También quiero que Twitter sea mejor que nunca mejorando el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autenticando a todos los humanos”, agregó.
Los interrogantes
Mucha es la expectativa que se tiene con respecto a este movimiento, desde las más random hasta las más serias. ¿Le devolverán la cuenta al expresidente Donald Trump? ¿Cómo será el choque entre las nuevas políticas de la compañía y las nuevas legislaciones europeas sobre la desinformación y la obligación que tienen las redes sociales en su restricción? ¿Habrá un barrido completo de los bots y su utilización para la generación de tendencias de manera artificial? ¿Será este el nuevo espacio predilecto de aquellos que simpatizamos con las ideas de la libertad económica y a su vez nos alejamos de lo políticamente correcto?
Muchos son los interrogantes. Déjenos saber su opinión en los comentarios.
Este artículo apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.
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