El “SOS” eterno de la isla.

“aunque se encuentre un demócrata a la cabeza del país y las decisiones puedan tener un futuro esperanzador para muchas naciones, este gigante hegemónico es y seguirá siendo el mismo malvado de siempre”


Los traumas sociales que algunas personas adquirieron en bachillerato pueden replicarse en múltiples escenarios de la vida real y cotidiana, haciéndonos caer en cuenta que tal vez la época escolar fue la más real y la que más nos preparó a lo que nos afrontaríamos más tarde en nuestro entorno político, social y económico. Desde ese momento, cada persona tendría un papel fundamental en la historia y sería en vano pasar por este proceso sin conocer o ser alguno de los personajes principales, por lo que podríamos incluso acostumbrarnos a la existencia del bully que amenaza y manda a su antojo por sobre el resto de niños; al vulnerable, quien con un mínimo ataque puede desestabilizarse y tener miles de crisis internas; no puede faltar el amigo del abusador, quien no sería absolutamente nadie si no fuera aliado del “malo” de la historia; y, para completar nuestro álbum de láminas con personalidades infaltables en bachillerato, encontraríamos al que podríamos llamar “ni pa’ allá, ni pa’ acá”, el típico personaje que va hacía donde la marea lo lleve y lo más importante de todo, toma la decisión que más le convenga así tenga que quedar como el “tibio” del colegio. Si usted quiere analizar cada contexto donde se desenvuelve, trate de ponerle cara a cada papel mencionado, y si de casualidad le hace falta alguno, puede que usted sea el ausente.

Para entender esta extraña analogía, el mejor ejemplo al que podemos recurrir es el sistema internacional, quien en cada movida nos demuestra el papel de cada país y las relaciones infantiles, tóxicas, pretenciosas e imperdonables entre ellos.

A continuación, tendrán frente a sus ojos los interminables capítulos de una serie llamada: “El hipócrita americano” donde Estados Unidos en su naturaleza de ser un país casi ejemplar y todopoderoso frente al resto, interpreta en cada temporada de esta secuencia el papel del típico bravucón con problemas en casa que, a pesar de verse fuerte, amenazante e intimidante, solo hace falta ver sus problemas internos para darnos cuenta que es uno más del montón.

En el episodio de hoy, Estados Unidos en medio de su papel antagónico frente a la situación con Cuba, quiere quedar como todo un salvador y héroe. Lo cierto es que, aunque se encuentre un demócrata a la cabeza del país y las decisiones puedan tener un futuro esperanzador para muchas naciones, este gigante hegemónico es y seguirá siendo el mismo malvado de siempre.

En 1958, se le aplicó a Cuba un bloqueo económico, comercial y financiero por la venta de armas, durante la dictadura de Fulgencio Batista. Luego en 1960, Estados Unidos decidió reforzar este bloqueo luego del triunfo de la revolución dirigida por Fidel Castro. La rivalidad de estos dos continuó y se intensificó hasta el periodo presidencial de Barack Obama, quien hizo lo medianamente posible para apaciguar las relaciones bilaterales en 2014. No obstante, en 2017 tras la victoria del radical Donald Trump, el futuro de la relación entre estos países se vino en picada echándole más leña al fuego a cada paso que se tratara de dar en pro a esta “alianza intermitente”.

El abusador amenazante de esta historia se ha opuesto ante la mismísima “autoridad” de la ONU, haciendo que los múltiples intentos por levantar el bloqueo en cuestión sean en vano a pesar de la mayoría que esté a favor de la isla. Prácticamente, a este gigante bully americano le ha importado cinco centavos la situación de los cubanos y de esta manera, ha construido una especie de reputación o fama de ser un país bastante “serio” cuando de sanciones se habla.

El pasado domingo 11 de julio, los cubanos marcaron historia y se unieron para protestar entre muchas cosas, por la crisis desatada debido al COVID 19 en la isla, el incremento desmedido de casos en esta tercera ola y la incompetencia del gobierno de Miguel Díaz-Canel luego de tres años en el poder. Aunque su mandato se destacó por permitir un acceso más “flexible” a internet en comparación a otros años, Diaz-Canel fue victima de su propio invento y ahora para los cubanos las redes sociales son la mayor plataforma para expresar descontento con su gestión como mandatario. Como “normalmente” sucede con las protestas, los manifestantes han sido desaparecidos, asesinados y violentados, mientras que, el presidente cubano ha hecho un llamado a sus adeptos para que salgan a las calles a defender el régimen y levantarse en contra de Estados Unidos quienes según Diaz-Canel, son los principales culpables de la crisis.

Lo interesante viene en el momento que la potencia americana sale a dar declaraciones, amenazas y ultimátum a Cuba para que se garantice una protesta pacífica y mejores resultados si se escucha al pueblo. Biden ha tratado de caminar entre campos minados con respecto a esta situación sin dejar a un lado la verdadera esencia que estados Unidos ha cultivado en la historia.

Lo único que nos faltaba era ver al país que más reprime a sus protestantes y asesina la diversidad, dando lecciones de moral y altruismo a un país que por su culpa ha pedido a gritos un SOS desde años atrás.

Lily Sofía Susa

Soy estudiante de Ciencia Política e Historia de la Universidad de Los Andes, me gusta escribir sobre política internacional y hablar sobre sucesos históricos como si fuera una enciclopedia andante.

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