El patrimonio minero que tenemos en el suroeste

En Colombia ya tenemos ejemplos de patrimonio minero y geológico como la Catedral de Sal de Zipaquirá, las minas de sal de Nemocón y en el caso de Santander el Cañón de Chicamocha, Barichara o Guane”.


En el 2006 los ingenieros geólogos Jorge Ignacio Cárdenas y Catalina Restrepo publicaron un artículo titulado Patrimonio geológico y patrimonio minero de la cuenca carbonífera del Suroeste antioqueño (ver) divulgado en el Boletín de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, una propuesta para generar pedagogía ciudadana y conocimiento sobre la riqueza geológica natural -como el caso de Cerro Tusa en Venecia- y la desencadenada por procesos mineros de carbón en 5 de los 23 municipios del Suroeste antioqueño como Angelópolis, Amagá, Fredonia, Venecia y Titiribí. Dicha propuesta pretendía mostrar cómo a través de estos patrimonios mineros y geológicos se podrían desencadenar o potencializar otros sectores económicos como el turismo: lo que fueron explotaciones o aún minas en operación, pueden ser interesantes atractivos turísticos como se ve en España, Alemania e Inglaterra.

En el mismo documento en mención, Cárdenas y Restrepo muestran cómo en Alemania se creó en 1930 el Deutsches Bergbau-Museum (Museo Alemán de Minería) ubicado en la ciudad de Bochum, plena cuenca carbonífera del Ruhr siendo el museo más grande del mundo y recibiendo por año a más de 350 mil visitantes. Otro ejemplo que los autores ponen en consideración es el museo minero Ironbridge George (ver) ubicado en Inglaterra. Recibe a más de 300 mil turistas por año dejando unos ingresos aproximados de 65 millones de libras esterlinas. Un ejemplo de cómo la minería sigue generando valor después de su operación.

16 años después, esta propuesta se empieza a materializar con el lanzamiento oficial que ocurrió el pasado viernes en el Jardín Botánico de Medellín del proyecto Patrimonio Minero del Suroeste cercano liderado por la Secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia con la vinculación de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad EIA, ITM y la Iniciativa por la Minería Sostenible. Parte del crecimiento y desarrollo del Suroeste antioqueño se dio gracias a la minería y hoy ese patrimonio es un gran potencial turístico que este proyecto busca organizar y desarrollar.

En Colombia ya tenemos ejemplos de patrimonio minero y geológico como la Catedral de Sal de Zipaquirá, las minas de sal de Nemocón y en el caso de Santander el Cañón de Chicamocha, Barichara o Guane que por su geología y atracciones se han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Colombia.

En el caso de Jericó, Antioquia, también tenemos dentro de nuestros atractivos turísticos, que han surgido de manera orgánica y más por tradicional oral que otra cosa, algunos que tienen relación con la minería, si se quiere, ancestral, como el cementerio de las guacas en el Parque Natural Las Nubes y el Morro El Salvador o en veredas como Vallecitos y Río Frío, donde una de las quebradas que lo surte lleva el nombre de La Mina y donde a finales de 1800 se denunciaron hallazgos de minas de oro y plata en dicha zona.

Es más que oportuno contar en el Suroeste antioqueño con el proyecto de Patrimonio Minero, para que las generaciones actuales y venideras conozcamos más de nuestra historia minera y geológica. Para que, en lugar de ver a la minería como una amenaza, la podamos ver como una gran oportunidad y un gran aliado de nuestro desarrollo, como en el pasado lo ha sido y más, cuando buena parte de los proyectos mineros que se plantean en la subregión serán protagonistas para la transición energética. Que nos pase como a Francia, Reino Unido e incluso Alemania, que según denunció la ex ministra de Minas de Colombia María Fernanda Suárez (ver) están sufriendo crisis energética por el conflicto entre Rusia y Ucrania y “no saben si tendrán luz y gas este invierno. Precios subieron 20 veces más. De 50 € / MWh a 1000 € / MWh. Renunciaron a explotar sus propias fuentes de energía, pero se quedaron dependientes del gas ruso”.

No hay duda, en Colombia y en el Suroeste antioqueño debemos coexistir y desarrollar responsablemente todas nuestras potencialidades y riquezas: turismo, minería, agricultora, reforestación, infraestructura.

Aclaración del editor: El columnista hace parte de la Minera AngloGold Ashanti.

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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