Hasta hace unos años el Parque Lleras era el lugar favorito para la rumba y el entretenimiento en la ciudad de Medellín, se le conocía como la Zona Rosa, un lugar lleno de buenos restaurantes, discotecas y bares que atraía no solo al público local, sino también al extranjero.
En el año 2001, a las 10:00 de la noche del 17 de mayo, una facción guerrillera detonó un carro bomba al frente del Café Orleans que acabó con la vida de cinco mujeres y tres hombres. Hubo 144 heridos. Sin embargo, el parque Lleras se había convertido en un símbolo de resiliencia y unión de Medellín, un lugar donde de nuevo la alegría, armonía y la voluntad de una mayoría que siempre hemos querido silenciar la violencia volvió a sobreponerse sobre tan lamentables y dolorosos hechos. La Alcaldía de Medellín, en cabeza del anterior alcalde Federico Gutiérrez, realizó un homenaje a las victimas en mayo de 2016 en el marco de la estrategia ‘Medellín abraza su historia’ con la que se busca preservar la memoria de las víctimas de la violencia en la ciudad.
De igual forma, en la Administración de Federico Gutiérrez existió un compromiso de recuperación del Parque que venía en los últimos años siendo tomado por los ilegales. Prueba de dicho compromiso fue la implementación de una estrategia integral liderada por las secretarías de Seguridad, Salud, Inclusión Social, Desarrollo Económico y Movilidad que buscó recuperar los espacios públicos, los ambientes seguros y reactivar la economía del sector, una tarea difícil pero que venía dando resultados.
El 25 de enero de este año, decidí ir a caminar por el lugar y ver si la actual Administración Municipal continuaba o implementaba alguna estrategia. Fue una sorpresa ver las condiciones de abandono en las que se encuentra el lugar y la sensación de inseguridad que allí habita, entre visitantes, comerciantes e incluso de los pocos funcionarios que hacen presencia en la zona. Fue frustrante ver que ofrecen droga abiertamente en cada esquina, la prostitución, los personajes que “cuidan” y fue, aún mas lamentable, ver la poca o casi nula presencia institucional en la zona. El parque que tantos recordamos como un lugar de amigos, buena fiesta, zona segura, prospera y alegre, hoy se ha convertido en un centro de delincuencia y abandono.
Quiero hacer un llamado a la Administración Municipal, al alcalde Quintero, para que evalúen y realicen una intervención integral en el Parque Lleras, que se busque crear junto a los comerciantes, Policía, Alcaldía y la ciudadanía una recuperación del lugar, que se logren generar ambientes seguros para el disfrute de todos. Señor Quintero Calle es tiempo de gobernar y no de twittear.
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