A mi hijo.
I
Aquello que de a mi hijo es lo que sobrevivirá de mi para la posteridad. Si es lo malo, seré recordado por lo malo. Si es lo bueno, seré recordado por lo bueno.
II
Los hijos son el reflejo de los padres. A veces ampliado, a veces deformado, a veces invertido.
III
Es necesario romper los círculos del samsara -de la tradición, de la cultura, de la sociedad- en el que nos hundimos eternamente, para no reproducir lo peor de nuestros padres.
IV
Equivocarme es válido, no querer cambiar es lo que no podemos permitirnos.
V
Ser su amigo fiel. Ser el gran dinosaurio verde que lo acompaña en la gran aventura de la vida. Como Siddhartha, estar dispuesto a morir mil veces y habitar el infierno eternamente, por nuestro hijo.
VI
Queríamos que conocieras la playita aún estando en la pancita. Nadie lo sabe, pero.gran parte de la motivación para hacerlo provino de la llegada de tu existencia, y creo que también el que haya sido un viaje para recordar -memorable- que está grabado en laa fibras de mi cerebro. Creo por eso guardas ess conexión con el agua. No se si sea tu elemento, soy un pésimo augur. Pero lo que si se es que el mar te hablo cuando aun te conformabas en la oscuridad del vientre, quizás lo mas parecido al vacío, al infinito, que conocemos -pero olvidamos-. No olvides, be like water my son. Dont worry, ive got you for life.
VII
Crecen tan rápido. De un momento a otro se lanzan al piélago inabordable que es la existencia, y uno deviene en una isla a la que puedan llegar cansados de flotar a la deriva.
VIII
Estoy para ti en todo momento y en cualquier lugar.
IX
No hay un estándar del buen padre, una figura arquetípica del buen hombre. Si vamos a la experiencia diaria, al mundo objetivo, sólo vemos diversos tipos de padres y de hombres. Nadie aprende a ser padre basándose en otros. Se aprende a ser padre al vivirlo, al amar, al luchar, al equivocarse y remorderse. Cometemos errores pero no con voluntad de hacer el mal. Es nuestra inexistente experiencia como padres. Reconocemos el error y se busca que salga de nosotros.
No se es reacio al cambio, se hace lo imposible por ellos. Si no se es consciente del error y no se busca cambiar, entonces se busca hacer deliberadamente el mal. En caso contrario, se busca lo mejor para ellos, pese al error. Se puede cambiar, evitar los errores, pero dejar la voluntad de hacer el mal, luego de que la conciencia y la fuerza la afirman, es difícil.
Por tanto, el padre no debe buscar el no equivocarse, debe buscar la afirmación constante de su voluntad de amar.
X
Neruda tiene un texto que se llamaba libro de preguntas. Era un montón de preguntas sobre diversas cosas. No se si las respondió, lo que si se es que siempre hay un sin fin de preguntas difíciles de contestar y algunas que nunca contestamos.
Hoy que soy padre se que hay un montón de preguntas que mi hijo va a hacerme. Quizás algunas las responda, recordando lo difícil que es llegar a cualquier respuesta, afrontaremos juntos el Sendero pedregoso hacia la imposibles certeza tomados de la mano; a otras quizás nunca les demos respuestas. Pero aca estare siempre para vos.
XI
La risa de mi hijo me limpia el alma.Me cura la ansiedad,Me recarga como un trueno sobre el plexo solar.Alimenta mi espíritu,Da vida a un sol resplandeciente. En mi cerebro, despeja las tinieblas que aprisionan. La imaginación, despliega una primavera de las primaveras como diría Thoreau, la más hermosa de las sensaciones, el estado auroral.
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