
“Si queremos un país con más oportunidades, debemos entender que la educación es la clave para el progreso”
El mundo está en constante cambio y, día a día, surgen innovaciones que transforman nuestra cotidianidad. Desde los aspectos más simples hasta las situaciones más complejas. Como, por ejemplo, la actualización de nuestro software o los cambios geopolíticos de un territorio, lo que nos obliga a aprender y a adaptarnos. Sin embargo, los cambios que realmente impactan al mundo son aquellos que se convierten en tendencias globales, tales como la educación digital, la sensibilización en el cuidado del medio ambiente, la formación docente y la cobertura en educación superior, temas que se desarrollarán a continuación.
En la actualidad, la educación digital propicia el desarrollo de entornos virtuales de aprendizaje, promoviendo el uso de contenido digital. No obstante, en Colombia, los avances frente a este tema han demostrado que la brecha digital, especialmente entre las zonas rurales y urbanas es abismal. Si bien, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MINTIC) promueve la conectividad en los sectores más apartados del territorio, el reto es constante; así lo referencia el “Informe sobre educación digital en zonas rurales de Colombia” (MEN, 2022) cuando afirma que es fundamental fortalecer la infraestructura digital y garantizar el acceso a internet y dispositivos electrónicos en comunidades apartadas.
Recordemos que hoy en día, la inteligencia artificial es el principal recurso digital utilizado por los niños y adolescentes al momento de manipular sus dispositivos tecnológicos. Es por ello que, bien utilizada puede facilitar la interconectividad con aquellas zonas en las que se dificulta su acceso, esto teniendo en cuenta que muchas operan sin necesidad de internet.
Adicionalmente, también puede facilitar la personalización del aprendizaje según las necesidades individuales de cada estudiante, mejorar el rendimiento académico y reducir la deserción escolar. En mi artículo “Deserción escolar en Colombia: el reto de educar y no abandonar el futuro”, analicé esta problemática, que sigue en aumento. Adaptar la IA al sistema educativo permitiría diseñar estrategias personalizadas que motiven a los estudiantes y fortalezcan sus procesos de aprendizaje.
Otro desafío ineludible es el impacto del cambio climático. En nuestro país, fenómenos como el aumento de lluvias y las sequias afectan a todo el territorio. Por tal razón, se considera que la educación debe incluir contenidos y prácticas orientadas a la sostenibilidad y la protección del medioambiente. Es primordial fomentar prácticas ecológicas y conciencia ambiental desde la educación inicial. Potenciar el proyecto PRAE dentro del currículo escolar es una necesidad urgente para educar a las nuevas generaciones frente a la promoción de una cultura ambiental responsable.
De igual manera, se propone impulsar su transversalidad, en vista de que se está dejando la problemática a áreas específicas. Si todos hablamos el mismo lenguaje y orientamos nuestros saberes a la formación en la protección del medio ambiente este será más significativo.
Ahora bien, la capacitación docente es otro aspecto de tendencia global, ya que involucra la formación de los educadores en los aspectos anteriormente mencionados y otros más. En Colombia, es sabido que la educación docente se orienta a las metodologías y enfoques tradicionales; propiciando la transmisión de conocimiento a partir de la magistralidad. Aunque, se destaca la innovación de programas de formación docente que promueven el uso de la didáctica como una metodología en la que el estudiante es el centro de su propio aprendizaje y el docente su guía.
Programas enfocados en el uso de las TIC, en el desarrollo de habilidades socioemocionales y en el cambio climático, entre otros, son ejemplos de la transformación de la formación de nuestros educadores en la actualidad. Ya lo mencionaba en un artículo anterior, pasar de una educación basada únicamente en el modelo tradicional a otra en la que se tengan en cuenta las potencialidades individuales de los estudiantes, crea las bases para una sociedad más justa y equitativa.
Nuestra última tendencia a destacar es la cobertura en educación superior, que si bien, ha mejorado en los últimos años con programas como Generación E, aún está en deuda con muchos jóvenes, puesto que la tendencia sugiere que la exclusión social y económica continúa siendo el obstáculo más significativo. En Colombia el acceso a universidades de calidad es limitado para muchos jóvenes, especialmente de zonas rurales, ya sea porque no poseen los recursos para su traslado y sostenimiento; o porque las barreras de “conocimiento” no les da equidad en las pruebas de acceso.
Es elemental promover el aprendizaje a lo largo de la vida, impulsando la educación continua, la formación técnica y el acceso equilibrado a la educación superior. La expansión de plataformas de aprendizaje en línea y el micro aprendizaje pueden facilitar que más colombianos accedan a oportunidades educativas para mejorar sus perspectivas laborales y calidad de vida
En suma, las tendencias globales en educación no solo demuestran los desafíos del presente, sino también las oportunidades del futuro. En Colombia, avanzar hacia un sistema educativo más inclusivo, tecnológico y sostenible requiere esfuerzos conjuntos del gobierno y el sistema educativo, así como de la sociedad en general.
El futuro de la educación depende de nuestra capacidad para anticiparnos y responder a los cambios con visión y compromiso. El uso de herramientas digitales (IA), la sensibilización en temas ambientales, la formación docente y el acceso a educación superior no son solo tendencias pasajeras, sino pilares para construir una educación más equitativa y acorde con las necesidades del siglo XXI. La transformación no es una meta lejana, sino una tarea urgente que debemos asumir hoy para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.
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