Todos los países del G7 le exigen visa a los colombianos. Sin embargo, Colombia no la solicita a ninguno de los ciudadanos de esos países, ni de 80 más.
¿Será que no podemos entrar «sin permiso» a 170 naciones del mundo porque somos un peligro real o porque cargamos un estigma llamado narcotráfico? La primera definición de la Real Academia de la Lengua Española, RAE, para la palabra estigma es «marca o señal en el cuerpo». La segunda es «mala fama». Y la sexta dice que es una «lesión orgánica o trastorno funcional que indica enfermedad constitucional y hereditaria». Todo eso le aplica a un colombiano que viva en el exterior, quiera hacerlo, o lo haya hecho.
Hace algunos meses me enteré de que la Ambassade de France le negó la visa a un amigo que quería ir a hacer una maestría en el Instituto de Estudios Políticos de Burdeos. Las embajadas se reservan los motivos por los que no aprueban la solicitud del visado. Eso me hace preguntarme por qué se la habrán negado a mi amigo (y a muchas otras personas) que no son narcotraficantes, estudian en universidades prestigiosas (como lo es la Universidad de los Andes), tienen recursos económicos y sus familiares no tienen antecedentes criminales.
El presidente Juan Manuel Santos Calderón lleva dos años diciendo que cada vez estamos «más cerca» de poder transitar por los 26 países de la Unión Europea sin que nos soliciten visa. Los procedimientos técnicos no lo han permitido ya que la solicitud fue aprobada por el Parlamento Europeo pero aún tiene que pasar por la Comisión Europea, que es el órgano encargado de la aplicación de las decisiones del primero. Si bien es posible que la quiten, hay que considerar cuál será el costo que pagará Colombia, que lo más probable es que se traduzca en una reducción de los aranceles para las exportaciones de los miembros de la UE.
La mala fama de un país, en términos generales, le aplica a todos los que hayan nacido en el. La mayoría de los colombianos no son como Pablo Escobar, pero Pablo Escobar era colombiano. Eso ha sido suficiente para estigmatizar a todos sus compatriotas, y suponer que ellos también quieren viajar a otros países para vender cocaína o apropiarse del mercado local de drogas; en última instancia, esa sería la razón que daría un embajador o canciller precavido. Según la lista oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 194, sólo 27 países del mundo aceptan, de buena fe, el ingreso de colombianos a sus territorios. Ver https://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/VisaColombiaPaises.pdf
El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas dice que en el exterior viven aproximadamente tres millones 400 mil colombianos. La cifra que da el Ministerio de Relaciones Exteriores es mayor: cuatro millones 700 mil. Y por otro lado el Banco Mundial estima que serían entre dos y tres millones. La realidad es que, con más de un millón de nacionales viviendo legalmente en otros países, ya es hora de acabar con el estigma de que tenemos malas intenciones cuando pensamos en emigrar a otras naciones. Por no decir que todos somos narcotraficantes o guerrilleros, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, que también contribuyen a que nuestra mala imagen se mantenga.
Si la RAE no fuera una institución seria y de renombre, creería que al momento de definir la palabra estigma estaban definiendo a un colombiano. Que tenía tatuado en la frente la frase «vendo coca», y que desde entonces, como argumento implícito, ha sido suficiente para negarle la visa a miles de colombianos.
@ElJesusurro
[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2015/03/Jesus-David.jpg[/author_image] [author_info]Jesus David Aranda Carrillo Comunicador periodista, fotógrafo y relacionista – Fundador y director Creaciones 7evenCloud7even Leer sus columnas. [/author_info] [/author]
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