El Estado. Más allá de un gobierno corporativista

Lo primero por decir es lo básico: nadie que tenga en la cabeza el “Estado” podrá pensar en términos empresariales el manejo del mismo. Y eso parte de comprender que mientras en el sector privado, en la práctica comercial, el fin último es la rentabilidad de la entidad, llámese empresa, corporación, en el Estado, desde los manejos que adecue el gobierno, el fin último es en sí la respuesta a calidad de vida de los asociados, de sus ciudadanos. La garantía de derechos. Rápidamente: La asignación material de recursos para la garantía de derechos, se entiende a la luz del Estado como desagregados que ha ido perdiendo el Estado y que las conquistas de los ciudadanos, de sus procesos participativos ha otorgado para el ejercicio de su vida con calidad. Desmembrar al leviatán. En una lógica empresarial, estos derechos “desmembramientos” al Leviatán no encontrarían la misma lógica toda vez que no pasarían por la óptica del bien común o la calidad de vida, si no por lo rentable para el Estado. Desconociendo el principio filosófico y social del Estado.

Comprendida la diferencia entre la función social del Estado y las prácticas empresariales en su objeto: calidad de vida vs rentabilidad, no podemos confundirlo con lo que se ha denominado NGP o Nueva Gestión Pública, que ha buscado articular al Estado con prácticas de planeación, ejecución, sistematización, evaluación. Desde los años 80 hemos entendido que el Estado, esa figura omnipotente, omnipresente que no vemos, pero que sentimos, es lenta, paupérrima en la prestación de su servicio, con infinidades trámites para acceder a este, lo que hacía deficiente su servicio, nos invitaba también a repensar formas que agilizaran la prestación de sus obligaciones. Es por esto que el concepto de NGP no es otra cosa que la actualización al servicio del ciudadano para poder, dese lógicas procesales administrativas y empresariales, optimizar el servicio y así evitar la lentitud estatal.

Entre sus principios encontramos: (1) Orientación a resultados, (2) Excelencia y calidad, (3) Articulación Interinstitucional, (4) Toma de decisiones basada en evidencia, (5) Aprendizaje e innovación e (6) Integridad y confianza (Función Pública, 2020). Dicho modelo de NGP ha permitido que se creen lazos de cooperación entre actores tanto públicos como privados que estén en caminados a la prestación eficiente, efectiva y eficaz de los servicios públicos, generando en el ciudadano mayor credibilidad con el Estado, y mayor confianza hacia las instituciones públicas.

Por último y para evitar confusiones: No es lo mismo plantear un manejo del Estado desde un Gobierno Corporativista, a plantear lógicas de Nueva Gestión Pública para el Manejo del Estado a través del Gobierno. La clave está en el objeto ultimo: Rentabilidad o Calidad de vida.

Jonathan Chaverra Ortiz

Politólogo UdeA

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