Esta madrugada, Theresa May, primer ministra de Gran Bretaña, anunció un plan de doce puntos que ponen fin a más de 6 meses de incertidumbre sobre el futuro del Reino Unido como miembro de la unión de aduanas europea y que había sembrado temor en los inversionistas que ayer en la tarde hizo caer a la libra esterlina a solo 1,20 libras por dólar.
En su discurso, May enfatizó en que la salida del Reino Unido sería una total de los tratados de la Unión dejando atrás las especulaciones de que este proceso contemplaría salidas parciales como algunos, más optimistas, europeos esperaban. la razón de esta salida total se debe principalmente al deseo de la oposición británica, que ganó el referendo, de poder negociar libremente sus tratados comerciales con otros países por fuera de la Unión y sobretodo librarse de la corte suprema de justicia europea y así retomar la soberanía de sus fronteras y leyes.
Sin embargo, a pesar de haber calmado los mercados, y en especial el del tipo de cambio de la libra esterlina frente al dólar, que recortaba pérdidas esta mañana recuperándose un 2,5% y ubicándose alrededor de los 1.23 libras por dólar, ha causado estragos en los principales índices bursátiles en Frankfurt y en París y ha hundido el tipo de cambio del euro frente a la libra el cuál caía, al momento de escribir esta columna, un 1,86% ubicándose alrededor de o,86 euros por libra lo que da señales de turbulencia e incentiva a los inversionistas a tomar posiciones en corto frente a los mercados europeos en vista del debilitamiento, tanto político y económico de la unión de países del viejo continente y la confianza que, algunos inversionistas, tienen en el desempeño económico de Inglaterra por fuera de la Unión.
A pesar de esta confianza, los mercados ingleses han respondido con pesimismo al discurso de May principalmente por la fuerte dependencia de las exportaciones inglesas hacia la Unión junto con lo que es probable una dura negociación de nuevos acuerdos comerciales con los países europeos. A esta futura negociación se suman los temores de algunas firmas inversionistas las cuales siguen a la espera de más información para tomar decisiones si quedarse o no en el Reino Unido lo que sin duda sería un gran golpe para el sector financiero británico. Estos temores e incertidumbre se han reflejado en el mercado inglés el cual a la hora de escribir esta columna registraba una pérdida de 106 puntos equivalentes al 1,46%.
Sin duda al gobierno británico tiene adelante unas difíciles negociaciones en donde su capacidad diplomática se verá retada especialmente en países como Alemania y Bruselas en donde se han escuchado posiciones de revancha sin embargo, ambas partes tienen mucho que perder y deberán dejar a un lado el ego para no afectar el consumo de los europeos. May cuenta al menos con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos británicos y un espaldarazo que este Lunes le hizo el señor Trump frente a la re-negociación de los acuerdo comerciales lo que sin duda jugó a favor del fortalecimiento de la moneda británica frente al dólar. Del mismo modo, la diplomacia británica tendrá que enfrentar, de nuevo, la ahora muy posible separación de escocia la cual votó mayoritariamente por la estadía en la zona euro.
Parece que Gran Bretaña ha retomado su política de aislamiento de los sucesos económicos y políticos del continente que tuvo su vigencia desde el final de las guerras napoleónicas en el siglo XIX y que tuvo su final en los primeros años del siglo XX.