Hace un poco más de un año el país no se imaginaba que iba a pasar por la tragedia internacional que dejó en jaque al sistema sanitario y que nos obligó a cambiar la cotidianidad de la vida, para estar encerrados y hacer estrictamente lo necesario.
Nadie calculaba ni en el peor escenario que el Covid-19 llegaría para quedarse y romper todas las reglas ya conocidas, una pandemia mundial nos obligó a cerrar el mundo o por lo menos manejarlo a menos de “media máquina”.
Con la crisis llegó lo peor, la pérdida de el sector productivo de muchas formas, el comercio, la industria, la rumba, la gastronomía y muchos de los que considerábamos servicios esenciales cerraron o peor aún quebraron y con ello llegó el desempleo a unas cifras que no imaginábamos ni en las peores pesadillas, dirían los economistas.
En Colombia la mayor Pandemia se llama desempleo, porque al cerrar el sector económico privado, cientos y miles de personas (por no decir millones) quedaron desamparados y con ello no hay que explicar que todo lo demás empieza a colapsar.
Para marzo del 2020 luego de que el Coronavirus fuera declarado por la OMS pandemia; Colombia cierra su mes con una cuarentena estricta y un 12,6% de desempleo lo que representó un aumento de 0,8 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del 2019 (11,8%).
Sin imaginarnos que los días y semanas seguirían pasando con el encierro. El sistema económico colapsó y con él el desempleo se volvió protagonista. El hambre y la informalidad aumentaron dándole pico a la pobreza extrema lo que hizo que Colombia subiera al 14,3% en 2020, desde el 10,9% registrado en 2019, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y al 38% a pobreza. Esto implica que más de 5,6 millones de compatriotas se enlistaban en estos números para llegar a 19 millones de colombianos pobres.
La mayor pandemia en nuestro País es el desempleo y con esto se crean heridas que cada vez vemos más difíciles de sanar, sin una pronta vacunación del sector productivo seguiremos aumentando los puntos porcentuales, teniendo en cuenta que el País del Sagrado Corazón de Jesús cerró con 15,9 % de desempleo y lo que más preocupa es que la cifra sigue en aumento pues el primer mes del año nos deja con 17,3% de personas desempleadas.
Es innegable que necesitamos aunar esfuerzo y permitir que el sector privado vacune. El país no aguanta más y la reactivación económica real es urgente, que pongan las condiciones necesarias, pero dejen que el país respire un aire de esperanza. No olvidemos que la ANDI y otros gremios han manifestado que pueden traer más de 20 millones de biológicos.
Y mientras tanto no olvidemos el tapabocas bien puesto, el constante lavado de manos y el distanciamiento social.
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