Uno de mis mayores sueños y miedos era ingresar a la política, poder ocupar un rol en la toma de decisiones que nos afectan a todos. Con temor, participe como candidato a la alcaldía de Isnos, mi pueblo. Un pueblo que venía de una mala administración, donde las comunidades campesinas reclamaban el abandono de las vías terciarias, una queja que era frecuente. Todo ello se sumaba al abandono que sufrían los campesinos.
Con tan solo 20 años, sin un solo peso y sin padrinos políticos, solo contaba con un gran asesor, el Dr. Alexander Ocampo, un gran hombre y empresario. Elaboré un plan de gobierno con propuestas que a corto, largo y mediano plazo se podían cumplir, entendiendo que los isnenses estaban cansados de propuestas vacías y de que nada se cumpliera; todo ello generaba una gran desconfianza.»
Los isnenses miraban con desconfianza a los candidatos. Además, toda esa desconfianza. Por primera vez en Isnos se presentan 10 candidatos, exalcaldes, hijos de exalcaldes, los mismos de siempre, jamás visto. Diez candidatos, todos con muy buenos planes de gobierno. Es obvio que teníamos discrepancias frente a la forma de hacer política.
No quiero dar más vueltas en torno a todo este asunto y entrar en materia: cuando inicié los recorridos en las veredas, teniendo en cuenta que la población rural en Isnos representa el 75,35 % y que esa misma población es la que elige y destituye a los alcaldes, para mí, como candidato, era muy duro ver las condiciones en las que vivían muchos de los campesinos. Ver cómo el abandono era tan grande que, en cierto momento, sentía vergüenza de estar haciendo campaña. Se volvió normal que los campesinos y las personas dijeran lo siguiente: ‘Otra vez los políticos, mentirosos y ladrones’, y cómo decir que eso no es cierto si es una realidad en Colombia y en nuestro municipio, todas estas comunidades estaban cansadas, pero al mismo tiempo sentía grandes incoherencias en lo que sentían y decían. Nunca fui a una reunión a prometer absolutamente nada, solo a contarles mi historia de superación personal y una serie de 9 propuestas que se podían materializar. Les preguntaba a las personas que me escuchaban: de las 100 propuestas que les hacen cada 4 años, ¿cuántas les han cumplido? Y las comunidades, sin pensarlo, decían que ni una sola. Sin embargo, las personas también expresaban: “Si usted no miente y no promete, si usted no abraza, besa y muestra expresiones exageradas de amor, no ganará”, pues es normal que en tiempo de campaña los candidatos sean lanbones.
Quizás llegaba a conclusiones exageradas al pensar que los mayores culpables de la corrupción y el abandono son los mismos electores que votan por el candidato que ofrece el discurso más efectista, el que les abraza, el que les dice ‘mi viejo’, ‘mi vieja’. Desde cuándo la política se volvió marginal, desde cuándo tenemos que mendigar un voto y exagerar, como candidatos que nunca hablaban, mucho menos saludaban. Sin embargo, hace unos días, en plena campaña, los candidatos tomaban del mismo vaso que sus posibles electores, los abrazaban, y así sucesivamente…
Pero todo no es malo, los cáseos que como se le llama a ir casa por casa en las veredas, hablando de las propuestas, encontraba personas que me recibían con un fraterno saludo, diciendo usted es el famosos candidato de la montilla, admiramos su forma de hacer política me daban café con pan o café con queso, y de forma chistosa me decía llegaron los políticos. Ellos me decían nosotros no queremos propuestas vacías solo pedían algo muy simple que les tuvieran sus vías terciarias en buen estado, que la administración en su conjunto llegara con proyectos productivos para el campo, algo que siendo honesto no es ni un 10% de lo que en verdad se merecen.
Solo me quedan agradecimientos para las 82 personas que me dieron su voto, confiando en mí a pesar de que no tenía nada que ofrecerles, aparte de mis propuestas, para lograr un Isnos mejor. También quiero agradecer a mis tres concejalas, mujeres que, sin recibir nada a cambio, se unieron al ejercicio.
En últimas, agradecer al Dr. Alexander Ocampo por su asesoría, por darme la tranquilidad para pararme frente a un público, por enseñarme que la política es para personas decentes, por enseñarme que los valores y la honestidad no son negociables, por enseñarme que hay que aprender a ser coherente con lo que se hace y dice, y que uno no tiene que compararse con los demás, sino estar tranquilo con que uno tiene que ser estratégico. También a la Dra. Verónica Garrido y su familia por su apoyo, y a la Profe Ninfa por centrarme muchas veces en lo verdaderamente importante.
Gracias a todos ustedes por el apoyo y respaldo, seguiré ahí velando por un Isnos mejor.
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