El arte, más que un reflejo de nuestro tiempo

Se hace necesario visibilizar a este sector, en especial por lo que representa, un encuentro con la cultura. No podemos relegar el arte porque su influencia va más allá de un encuentro o punto de reflexión sobre la vulnerabilidad humana, que nos recuerda la complejidad de nuestro mundo y nuestra historia a través de él.


Desde que surgió el COVID-19, muchos buscaron en el arte, ese refugio necesario para sobrellevar nuestro tiempo. Es curioso que el arte en distintos episodios de la historia, ha tenido más de un propósito. Pues no solo se trató de reflejar quiénes somos, sino que también pudo surgir como un proceso catártico.

Por citar un ejemplo, el Covid Art Museum es un museo virtual que presenta obras surgidas durante el confinamiento. Tal vez, fueron muchos los que vieron la posibilidad de expresar lo vivido, ya sea por la nostalgia que nos produjo nuestra vida antes de todo, asimismo, para contar cómo esta nueva realidad nos transformaba.

Las plataformas digitales, así como las redes sociales también son un aliciente para muchos artistas que tuvieron que adaptarse a la virtualidad. Se hace necesario visibilizar a este sector, en especial por lo que representa, un encuentro con la cultura. No podemos relegar el arte porque su influencia va más allá de un encuentro o punto de reflexión sobre la vulnerabilidad humana, que nos recuerda la complejidad de nuestro mundo y nuestra historia a través de él.

Será por esto, que su adaptación a buscar espacios para no detener el proceso creativo de muchos gestores culturales, así como los mismos artistas, fue clave para continuar difundiendo el arte. Un ejemplo de resiliencia es la Escuela de Artes Escénicas PIA.

Este emprendimiento nace para compartir el arte escénico, enfocados hacia el teatro musical y sus disciplinas (canto, baile y actuación) pero con el plus de enseñar las artes escénicas desde el aspecto más humano que tenemos, “no centrado en el ego o en la competencia ni en los estereotipos sino en la generosidad del artista y la empatía que uno genera al contar historias, al sentir o ser parte de una creación artística” comparte, Fery Serrano, directora académica y artística.

La academia quiere enfocarse en hacer la labor de enseñanza para niños, jóvenes y adultos, mejor dicho, personas que de alguna manera se sintieron atraídos por el arte; que encuentren en su formación y en su carácter como artistas, todas estas cualidades humanas (generosidad, empatía, compañerismo); abriendo las puertas para que todos los que quieran tomarse un momento sobre todo en estos tiempos con la pandemia, tengan ese espacio para liberarse, para encontrarse o simplemente para retomar su tiempo de creación con PIA.

Serrano también cree que el papel del artista más allá de contar un algo, una creación ya sea que esté inspirada en lo personal, en algo social que estamos viviendo, así como dejar un legado a través de eso y conmover, tocar, hacer reír, hacer reflexionar. Es también “esa válvula de escape, es decir, todos en algún momento nos hemos ido a meter en alguna historia, en alguna película, una serie o un libro, en una ópera etc. Nos metimos en ello, para tratar de salir un poco de todo lo que está sucediendo”, comenta su directora.

Cabe resaltar que uno de los sectores más afectados por el confinamiento ha sido el gremio artístico, y así como todos, su reto se define en una palabra que Serrano señala: Adaptación.

Yo creo que la palabra más importante que hemos encontrado en este año y medio, ha sido Adaptación. Adaptar nuestras técnicas de enseñanza, nuestras técnicas de ejecución artística, adaptar nuestras metodologías de interacción, a pesar de que el arte escénico es una cuestión muy presencial, es una cuestión en la que necesitas oír, sentir, tocar e interactuar con los compañeros” señala.

Con esto en mente, ya es hora de entender que la manera en la que se producía y consumía la cultura y el arte es diferente, y, por tanto, es el momento para promover más formas de participación tanto en el ejercicio artístico como en la cobertura y exposición del mismo. Son momentos para repensar el arte en toda su expresión.

Creo que todos los artistas ya sea que estemos en un lado de enseñanza o creando o produciendo o dirigiendo algún proyecto o ejecutando como actores, bailarines o músicos. Creo que la palabra que nos identificaría a todos es que hemos tenido que adaptar. Sin embargo, creo que también se ha abierto la puerta para la creación audiovisual, en ese sentido el arte creció por ese lado. Ahora también existe mucha propuesta de cortometrajes, series web, o incluso con la ayuda de plataformas como tik tok, también dan espacio a que más artistas logren mostrar su trabajo”, concluye la directora.

Esto también abre un debate sobre si estas dificultades, ya sean económicas o creativas, pueden significar oportunidades o riesgos para la propia cultura y las personas que la producen, gestionan, difunden o consumen. Diseñar alternativas para su propio futuro permitirá predecir eventos y acciones, —previniendo más que improvisando —, lo que nos abre a la idea de concebir al sector cultural y a todos los que participan en él, en orientar su crecimiento a un entorno digital que parece impulsar el futuro del arte.

Catalina Bonnet Toro

De vez en cuando soy o como me gusta llamarlo "juego" a ser hija, bogotana, recientemente, intento de escritora de cuentos. Mi profesión lleva el nombre de Comunicadora social y periodista. (Es así como me presento ante la sociedad al menos). Amo pasar mis ratos de ocio viendo películas, o en compañía de un buen libro.

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